Peñarol ganó, gustó y goleo 4-0 a The Strongest en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores. La alegría del resultado se sobredimensionó con la goleada que le permite al equipo uruguayo encontrar aire para jugar en La Paz, algo que en la altura nunca es sencillo.
Todavía no hay confianza absoluta de clasificación a cuartos de final, sólo porque la revancha se jugará a 3.600 metros.
Felicidad con cautela
Diego Aguirre habló con los medios después del partido y aseguró que “no podíamos subestimar. The Strongest venía como primero de su serie y nos generaba respeto. El objetivo era ganar, y si se podía marcar algún gol más, bienvenido. La diferencia estuvo bien, pero esto sigue y tenemos que ir a La Paz a mantener la ventaja y clasificar”.
Peñarol arrancó con todo, en el primer tiempo arrasó a su rival, salió todo como estaba planificado: “Son partidos que se dan. Empezamos muy bien y encontramos la diferencia. Estoy muy contento porque hubo una actitud espectacular desde el primer minuto. El resultado fue muy bueno para nosotros, pero nos queda una parte por hacer”, valoró el técnico.
Sobre la revancha en Bolivia, fue claro: “Hay que separar este partido del que sigue. Va a ser distinto, condicionado por el 4-0. Habrá muchas dificultades en ese juego. No hemos logrado nada y en el fútbol todo es posible”.
Aguirre es símbolo de Peñarol, el cariño con el público es recíproco y vive los partidos como el hincha que es: “Fue muy emocionante ver a la gente disfrutar y sentir todo ese apoyo, transmite mucho, los jugadores lo sienten y se entregan al máximo. Ojalá que siempre sea así y que Peñarol sea protagonista de la Libertadores, que es el torneo más lindo para jugar”.
Palabra de goleadores
“Jugar mi primer partido en Peñarol y en la Libertadores es un sueño hecho realidad. Fue redondo”, mencionó Jaime Báez, que asistió para el primer tanto de Leonardo Fernández y anotó el tercero tras devolución de gentilezas de la figura de la noche.
Maxi Silvera convirtió el segundo. El goleador mirasol dijo: “Por suerte salió un partido perfecto, como lo pensábamos. La actitud del equipo fue la que se precisaba, estoy muy contento por el gol y por la ventaja que se pudo sacar”. “Estamos convencidos de que todavía no ganamos nada y hay que ir a hacer un buen partido de visitante”.
Los dos tienen experiencia en la altura, aunque la de Báez es bastante lejana en el tiempo: “Jugué en Potosí con Juventud en Copa Sudamericana 2015. Acá ganamos holgados y allá se complicó pero clasificamos. Esta vez no va a ser distinto, hay que prepararse bien”.
Silvera, en tanto, mencionó: “Jugué en Toluca a 2.100 metros y no sentí la altura. Sabemos que ahora va a ser mayor, pero hay que adaptarse. El grupo está convencido, vamos a ir a buscar la clasificación”.
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