El triunfo de Nacional fue mucho más importante desde lo numérico que en el caudal de juego, sobre todo por lo visto en el segundo tiempo. El tricolor ganó con lo justo 1-0 con gol de Diego Herazo, aprovechó la derrota de Peñarol y se mantuvo a tres de Liverpool, el nuevo líder del Torneo Apertura.

En el primer tiempo el bolso fue muy superior y pudo irse con mayor ventaja al descanso. En el complemento, Martín Lasarte eligió preservar el resultado dejando de lado el funcionamiento ofensivo. El mensaje fue claro: lo más importante eran los tres puntos.

Terminó sufriendo, pese a que el rendimiento defensivo fue muy bueno. Sebastián Coates fue líder atrás al despejar todos los envíos aéreos. Luciano Boggio fue la figura del ganador, con gran desgaste físico, juego atildado y asistencia genial en el único tanto de la noche.

Toque y toque

Lo mejor de Nacional fue cuando los volantes pusieron la pelota al piso, con buenas combinaciones entre Nicolás López, Mauricio Pereyra y Boggio. Pese a eso, le costó profundizar. En el nuevo sistema, el Diente se tiró a banda derecha para juntarse desde ahí; dio resultado.

Además, hubo buena proyección de los laterales, con Diego Romero por izquierda y Emiliano Ancheta por derecha ampliando la cancha. Yonatan Rodríguez quedaba para relevar. Sin ser un vendaval, el tricolor generó situaciones clarísimas sobre el arco de Lautaro Amadé, que tuvo tres atajadas de gol. El resultado 1-0 al término de la primera mitad ofreció justicia en el ganador parcial y, si era más amplio, nadie podía decir nada.

Pereyra fue el gran cambio. Es real que está lejos de su mejor versión, pero su calidad le alcanzó para desnivelar jugando de primera. Permanentemente dio pases con ventajas para sus compañeros, fue el titiritero del equipo y cada vez que el balón pasó por sus pies el bolso generó cosas interesantes.

El gol fue una genialidad en la ejecución. Racing se durmió tras una falta, Nacional sacó rápido y Boggio con la cancha de frente le dio un pase milimétrico a Herazo, que quedó mano a mano y definió notable tocándola levemente ante la salida de Amadé.

Los de Sayago avanzaron con intermitencias, aunque con balones lejanos complicaron a Luis Mejía. La escuelita llegó a anotar con Bautista Tomatis, que aprovechó un rebote, pero el tanto se invalidó por posición adelantada a instancias del VAR.

En el primer tiempo hubo que atender a dos personas de Nacional en la tribuna, en diferentes momentos. El encuentro se frenó en ambas oportunidades para el traslado por la cancha de los médicos y el carrito. En total hubo casi 15 minutos de parate. Es difícil saber qué sucedió con los hinchas afectados, a quienes les deseamos pronta recuperación.

Segundo tiempo

Racing salió con otra postura al segundo tiempo, sobre todo desde la actitud. No tuvo claridad en la ejecución de mitad de cancha hacia adelante, pero ejerció una buena presión en la mitad de la cancha, liderado por Lucas Rodríguez.

Tomatis fue la carta ofensiva con avances por derecha, pero el elenco de Sayago se repitió en centros y en intentos de lanzamientos de afuera que rebotaron en el camino.

Lasarte decidió poner línea de cinco muy alta con el ingreso de Paolo Calione. Seguridad por arriba para cerrar el partido. Le salió. Más allá de que resignó pelota y terreno al rival, la zaga fue sobria y expeditiva para devolver todos los balones que llegaron al área. El tricolor venía recibiendo muchos goles, el entrenador dejó la estética de lado y prefirió la efectividad.

El resultado tuvo dramatismo hasta el final porque solamente había un gol de diferencia y porque Racing mandó envíos cerca de Mejía con mucho empuje de su mediocampo.