Universitario de Salto, un club que en este siglo viene escribiendo una historia rica, sostenida y cada vez más visible en el fútbol salteño y en el de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), se coronó campeón de la Copa Nacional de Clubes 2025. Lo hizo con solidez, oficio y determinación, por segunda vez en su historia pero por primera vez en su casa.

En apenas seis años la U llegó a cuatro finales y se quedó con dos títulos: una regularidad asombrosa en el más exigente de los torneos del interior. La primera definición fue en 2019, cuando cayó ante Lavalleja de Minas. En 2022 otra vez estuvo muy cerca, en una recordada final frente a Central de San José. La recompensa llegó en 2023, cuando venció a Laureles de Fray Bentos como visitante. Este año la historia fue con final feliz en Salto, frente a su gente.

El fútbol salteño, tanto en la competencia de clubes como de selecciones, se ha vuelto protagonista habitual de las fases decisivas en la OFI. Universitario y Ferro Carril han llevado su bandera a lo más alto en clubes, mientras que la selección salteña también ha sido finalista y semifinalista en los últimos años. Desde estas páginas hemos seguido esa evolución buscando siempre el hilo de la competencia: la base, el esfuerzo, la estructura.

La Liga Salteña de Fútbol es una de las más fuertes del país. Tiene tres divisionales que nuclean a 34 equipos en competencia. La A –que Universitario ganó en diciembre de 2024– cuenta con 12 clubes, la B tiene otros 12 y la C suma 10. Cada fin de semana, entre 700 y 800 futbolistas están en actividad institucionalizada. Ese caudal, sumado a la proyección nacional que ofrece la Copa de Clubes, permite que quienes hacen apuestas deportivas sostenidas –con inversión, logística, planteles trabajados– puedan escalar hasta lo más alto. Universitario es el caso perfecto.

La senda del campeón

El camino de Universitario empezó en casa, en el sintético del Complejo Universitario, con una trabajada victoria 2-1 ante Estudiantes de Tacuarembó. Luego venció como local a Estudiantil Sanducero de Paysandú 2-0. El tercer partido fue entre vecinos salteños: empate 1-1 con Nacional Fútbol Club en el estadio Dickinson.

La primera salida fue rumbo a Tacuarembó, donde volvió a imponerse a Estudiantes, esta vez 1-0. En la quinta fecha cayó 0-1 ante Nacional de Salto en su cancha y perdió el invicto. Ya clasificado, fue hasta Paysandú y cerró la serie con otro triunfo: 2-0 sobre Estudiantil.

En octavos de final hubo duelo salteño con historia: Universitario y Ferro Carril. En el sintético del Complejo, la U ganó 3-1. En la vuelta, en la cancha de Ferro, empataron sin goles y Universitario avanzó.

En cuartos le tocó Nacional de Nueva Helvecia; en la ida ganó 1-0 como visitante y luego, en la revancha, empató 1-1 en casa y se metió entre los cuatro mejores.

En las semifinales debió viajar a Durazno para medirse con Wanderers. Ganó 2-1 en el Silvestre Landoni y cerró la serie con una victoria 3-2 en el Dickinson, en la primera llave que jugó íntegramente sobre césped natural.

La final fue con Río Negro de San José. Empataron 2-2 en la ida en el Casto Martínez Laguarda. En la vuelta, en el Dickinson salteño, Universitario ganó 2-1 y se consagró campeón.

Una campaña larga, exigente y con un poco de ómnibus

Para alcanzar la gloria Universitario debió jugar 14 partidos en un lapso de menos de tres meses, con un promedio de un partido cada seis días. Aunque en la primera fase compartió grupo con otro equipo salteño, igual que en los octavos de final, lo que redujo la exigencia logística en ese tramo, el esfuerzo acumulado fue enorme: casi 3.000 kilómetros de ruta, entre césped artificial y natural, entre el norte profundo y el sur del país.

En la fase de grupos Universitario sólo salió dos veces de Salto (distancias en condición de ida y vuelta): - A Tacuarembó: 442 km
- A Paysandú: 242 km
Total en la fase de grupos: 684 km

Luego, en la recta final del campeonato (también en condición de ida y vuelta):
- A Nueva Helvecia: 768 km
- A Durazno: 676 km
- A San José: 792 km
Total en etapas finales: 2.236 km

Distancia total recorrida: 2.920 kilómetros. Una campaña de fondo, en la que cada viaje trajo consigo una respuesta competitiva sólida. Números de campeón
En sus 14 partidos, Universitario logró:
- 8 victorias
- 5 empates
- 1 derrota

Convirtió 23 goles y recibió 12, por lo que terminó con un saldo de +11. El equipo salteño combinó poder ofensivo, capacidad de sostener resultados en canchas ajenas, y una defensa que supo responder en momentos clave. Y lo hizo en todo tipo de superficies: césped natural y césped sintético, campos propios y ajenos, climas diversos, rivales clásicos y nuevos.

También dejó su huella histórica: es el club que más partidos jugó sobre césped artificial en una misma edición de la Copa Nacional de Clubes, con cinco encuentros sobre esa superficie.

Desde 1965 hasta hoy

Desde que Efraín Martínez impulsó el primer Campeonato del Interior, en 1965 –con Atenas de San Carlos como campeón inaugural–, han pasado 60 ediciones de este torneo que forja clubes, hinchadas, identidades. Con este segundo título, Universitario ya está entre los más importantes de esa historia. Por regularidad, por presente, por convicción. Porque el camino lo empezó hace años y porque ahora, también en casa, sabe cómo se termina.

Este título de Universitario, como cada uno que otorga la Copa Nacional de Clubes, es mucho más que una consagración deportiva. Es también un mapa de rutas, una constelación de canchas y esfuerzos, una expresión del país profundo que también juega, sueña, gana y escribe historia.