La Mesa Ejecutiva de la Copa AUF Uruguay fijó oficialmente los cuatro partidos de cuartos de final, que se jugarán la semana próxima, entre martes y jueves. Las autoridades del torneo más amplio y representativo del fútbol uruguayo pudieron usar esta semana, que en principio estaba reservada a la posible actividad internacional de Peñarol y Cerro Largo en cuartos de final de la Libertadores y la Sudamericana, respectivamente.
El martes 23 a las 20.30 en el Parque Prandi, Plaza Colonia recibirá a Albion. El miércoles 24 se disputarán dos encuentros casi en línea, lo que pone en cuestión la televisación de ambos: a las 19.00, en el Franzini, Defensor Sporting será local ante Central Español, y a las 21.15, en el Raúl Goyenola de Tacuarembó, el equipo rojo del norte enfrentará a Peñarol, en un enfrentamiento del que ya Tenfield ha dado cuenta que tendrá en sus pantallas. El jueves 25, a las 15.30 en el Parque Roberto, Racing jugará con Universitario de Salto.
Los ganadores de Defensor-Central y Tacuarembó-Peñarol se cruzarán entre sí en semifinales; lo mismo ocurrirá con los vencedores de Plaza-Albion y Racing-Universitario. Las semifinales están fijadas para el 8 de octubre y la final para el 22 del mismo mes.
Por la copa y para ir a la copa
Por primera vez, ya en su cuarta edición, la Copa Uruguay entregará al campeón, además de la gloria y el trofeo, un premio deportivo y económico de gran magnitud: la clasificación a la Copa Libertadores 2026 como Uruguay 4. Esa posibilidad –que había quedado planteada en el primer proyecto público de la copa, presentado en la diaria entre diciembre de 2017 y enero de 2018– hoy es una realidad. Además, habrá 100.000 dólares para el campeón.
Los cuatro equipos de Primera (Peñarol, Defensor, Racing y Plaza Colonia) podrían acceder sin problemas, siempre que se mantengan en la divisional. Albion, Central y Tacuarembó deberían ascender en 2025 para poder concretarlo, dado que la Conmebol exige que el participante esté en la máxima categoría el año de la competencia. Universitario, en cambio, aun si fuese campeón, no podría representar a la AUF, a menos que se articulara algún acuerdo administrativo que lo permitiera.
La edición puede dejar huellas nuevas. Nunca un club de OFI llegó a semifinales: Universitario de Salto podría ser el primero si derrota a Racing en Montevideo. El campeón del interior ha reflejado su excelencia con dos triunfos que dejaron huella, aun jugando en un escenario que no lo suele hacer, el Vispo Mari. Primero se sacó de encima con enorme jerarquía a Montevideo Wanderers, al que derrotó 2-0, y la semana pasada concretó la goleada más impactante de este 2025 al vencer a Atlético Florida 7-0, goleada que colocó a Gabriel de Souza como el máximo anotador del torneo con su póquer ante los de la Piedra Alta.
Tampoco hubo más de un equipo de la B entre los cuatro mejores: esta vez podrían ser dos, o incluso tres, si Albion, Central y Tacuarembó se abren paso. Defensor Sporting aparece como único sobreviviente que siempre estuvo entre los ocho mejores y como único campeón vigente del certamen. Peñarol y Plaza Colonia buscan repetir semifinales, mientras que Racing, Albion, Central, Tacuarembó y Universitario pisan terreno desconocido.
Transmisión pendiente
Tenfield, con derechos hasta fin de año para partidos entre equipos profesionales de la AUF, puede emitir tres de los cruces. El de Racing con Universitario tiene prioridad para AUF TV, que, sin embargo, no transmitió un solo partido de esta edición desde Montevideo, aun cuando tuvo la posibilidad de hacerlo.
Cuatro ciudades distintas en el mapa –Montevideo, Colonia, Tacuarembó y Salto–, cuatro escenarios que condensan distintas memorias. El Franzini, donde Defensor cuidará su invicto; el Goyenola, aquel estadio que nació como 18 de Julio en los años 50 y que será testigo de otro cruce grande; el Parque Roberto, que recibirá por primera vez a un campeón de OFI en instancia oficial; y el Prandi, con Plaza, después de sumar otra pequeña hazaña al eliminar de atrás y en el Parque Central a Nacional, que será anfitrión de un duelo frente a Albion, líder con luz de la B, donde es candidato anunciado a campeón y a quedarse con el ascenso.
Más allá de las fijaciones, lo que se juega es la posibilidad de que clubes acostumbrados a vivir en los márgenes se sienten en la mesa de los cuatro mejores. La copa nació para eso: para que el interior y la B, y hasta pudo haber sido la C si Bella Vista hubiese sobrevivido a su llave ante el viejo Central, pudieran ser protagonistas de un torneo que abriera las fronteras del fútbol uruguayo. Si Universitario da un paso más, si la B mete más de uno en semifinales, si el interior vuelve a plantar bandera en el centro, entonces lo que parecía apenas un diseño en diciembre de 2017 quedará confirmado en la cancha: la copa es necesaria porque devuelve una parte de justicia al mapa de nuestro fútbol.
Y ahí está el gran debe. Para solidificar una competencia y para instalarla en el imaginario popular en el lugar que corresponde, como el torneo más amplio, federal y representativo de Uruguay, se precisa comunicación: buena, masiva, sostenida, de calidad. Se precisa estar en la pantalla, en la radio, en la calle y en las conversaciones. La copa ya tiene los partidos, los protagonistas y el premio; lo que le falta es el eco. Y sin eco, aun los gritos más grandes corren el riesgo de perderse en el viento. Por lo pronto, en los futbolistas, que son los que hacen a la historia de los clubes y las competencias, la Copa Uruguay es un anhelo en el que desembarcan enormes alegrías y discretas frustraciones, por las que navegan mejor si nosotros, los concubinos del cemento, los decodificadores de las notas de grasa de las tortafritas o del caudal de agua del café, estamos ahí.