El dato

Según la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario real cayó en promedio 0,6% entre 2021 y 2022. Esta contracción tuvo lugar en un contexto caracterizado por una evolución dispar en el correr del año: en la primera mitad se registró un fuerte deterioro, y sobre el tramo final comenzó un proceso de recuperación. Si se compara el salario del último mes de 2022 contra el salario del último mes del año anterior, la variación “punta a punta” fue positiva en 1%. El salario real se encuentra, en cualquier caso, por debajo de los valores observados en 2019.

El contexto

¿Por qué la polémica?

Autoridades de gobierno han señalado que el salario real aumentó durante 2022, basados sobre la comparación del dato “punta a punta”. Este fue el caso, por ejemplo, del Ministerio de Trabajo y de la presentación que realizó el Ministerio de Economía y Finanzas el miércoles pasado. Sobre este punto, han surgido cuestionamientos desde distintos analistas que enfatizan que no es adecuado realizar esa comparación, sino que debe mirarse la comparación en promedios, la que indica una caída en el poder de compra de los asalariados respecto al año anterior.

Por un lado, el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT señaló en un comunicado titulado “La transparencia como base de la honestidad intelectual” que “si lo que se pretende es hacer un balance de la evolución del poder adquisitivo de los salarios durante el año… el promedio es la foto más representativa del año y evita los sesgos que pudieran ocurrir a partir de saltos o cambios excepcionales en el tramo final del año”.1

Por otra parte, el Economista Javier de Haedo aclaró en redes sociales, frente a los comentarios de autoridades del MEF hacia su persona en el diario El País, “que (el MEF) realiza una comparación que no es adecuada cuando refiere a la evolución del empleo en términos de promedios anuales y la del salario real en términos de punta a punta del año”. Para el economista, “en 2022 el empleo creció entre promedios y cayó entre diciembres y el salario real cayó entre promedios y subió entre diciembres”.2

La forma de lectura de los datos de empleo también resulta interesante, ya que, como señala el economista, “en 2022 no se crearon puestos de trabajo netos, al contrario, hubo una caída del orden de 10.000 a lo largo del año. Los 40 mil que refiere el MEF (aumento entre promedios) corresponden al año calendario 2021”.

¿Cómo queda la comparación con el año 2019?

Pese a que el crecimiento del PIB, estimado en 5% para 2022, llevó a la producción a niveles superiores en aproximadamente 3% a los observados en 2019, el salario real todavía se encuentra por debajo de los valores de ese año.

Según los cálculos realizados por el economista Fernando Isabella, y publicados en un documento de trabajo de etcétera,3 la pérdida de participación del conjunto de trabajadores (asalariados y autónomos) frente al capital en el PIB ascendió a 1.000 millones de dólares en 2022 en relación con 2019. Esto surge de la pérdida de participación de los trabajadores en el producto, ya que pasaron de percibir 41,5% del PIB en 2019 a 40,3% en 2022. Por su parte, la participación del capital pasó de 37,8% a 39,3% en el mismo período.


  1. “La transparencia como base de la honestidad intelectual. Algunas puntualizaciones sobre el informe de salarios y nuestra metodología de análisis”. Instituto Cuesta Duarte. 

  2. Ver hilo de Javier de Haedo en Twitter

  3. Documento de trabajo de etcétera: Aproximación a los cambios en la distribución funcional del ingreso en Uruguay 2019-2022. Fernando Isabella.