Con la tecnología se pueden hacer muchas cosas; los niños de tercero a sexto año de varias escuelas del país decidieron utilizarla para participar en el concurso del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) “Investigando sobre el agua en la escuela y sus alrededores”. La consigna era que, por medio de videos, mostraran el proceso de una investigación relacionada con el agua “desde su uso, manejo, conservación, problemáticas, tanto dentro de la escuela como en las zonas aledañas”, detallaba la convocatoria.
Hubo dos primeros premios: la escuela rural 88 de Las Violetas, Canelones, fue elegida por el jurado por su investigación sobre la calidad del agua del arroyo Canelón Chico; y la escuela 65 de Tanco, Treinta y Tres, ganó por hacer el video más visto en Youtube, en el que muestran una investigación histórica basada en testimonios sobre las formas de obtener agua en su barrio. Ambos grupos ganaron una salida con todos los gastos pagos, incluyendo guías especializados, a un área protegida elegida por ellos. Los niños de la escuela de Canelones van a visitar Cabo Polonio, en Rocha, mientras que los estudiantes de Treinta y Tres eligieron visitar el paisaje protegido Quebrada de los Cuervos, ubicado en su mismo departamento.
Un estudiante de la escuela de Las Violetas explicó los objetivos de la investigación: “Averiguar la calidad del agua del arroyo Canelón Chico por medio del estudio de macroinvertebrados, porque son bioindicadores del medio donde viven y, en nuestro caso, de la calidad del agua. Nuestro segundo objetivo es informar a las autoridades y a la población para que tengan en cuenta el cuidado y la calidad del agua de esa corriente”. Otro compañero agregó: “además medimos el pH, la transparencia y la temperatura del agua”.
El procedimiento también está detallado en el audiovisual: explican que para medir la temperatura y el pH decidieron tomar tres muestras, hacer mediciones en todas y después calcular el promedio. Para tomar la muestra de los macroinvertebrados usaron redes y removieron el sedimento del arroyo en varios puntos. Las conclusiones a las que llegaron fueron que “en el arroyo Pacífico hay más individuos [macroinvertebrados] debido a su profundidad y a que en su superficie hay una capa aceitosa que impide que la contaminación llegue al sedimento del agua”, y eso hace que sea un lugar oportuno para que habiten.
Por su parte, los niños de quinto año de la escuela de Tanco descubrieron que aún están habilitados varios de los pozos y aljibes de agua de los primeros años del siglo pasado en su barrio. En el video relatan que todo empezó porque “en la esquina algo llamó la atención. Empezamos a averiguar con los vecinos y descubrimos que era una canilla pública de los tiempos de antes”. Buscaron el testimonio de diferentes vecinos adultos que les contaron cómo obtenían el agua cuando eran jóvenes: uno de ellos fue Homero, de 73 años, al que entrevistaron entre todos en la plaza del barrio y les contó que el agua antes llegaba gracias a los aguateros. También visitaron casas antiguas y encontraron en una de 1928 un aljibe con bomba que funcionaba, por lo que pudieron tomar el agua; según quedó registrado en el audiovisual, “el agua es más fresca, porque el agua de OSE tiene cloro y eso le cambia el sabor”, comentó uno de los niños que se animó a probarla.
En la página web del MVOTMA también se puede ver el video de los niños de la escuela 4 de Colonia, que hicieron una investigación sobre el uso del agua en la ciudad; demás de contar el trabajo en base a encuestas, está interpretado en lengua de señas. Otro de los trabajos seleccionados es el de la escuela 1 de Salto: los estudiantes de esa localidad se dieron cuenta de que se desperdiciaba mucha agua potable en los bebederos, y para solucionarlo decidieron crear un dispositivo que, mediante sensores, detecta la proximidad de una persona y habilita o no una bomba de agua. También se destaca el video de los alumnos de la escuela 88 de la Laguna de José Ignacio, “El paisaje como mediador de nuevas pedagogías y tecnologías”, y el de la escuela 78 de Paysandú, sobre la intervención del ser humano en los ecosistemas.