Ayer fue la primera convocatoria a la Asamblea General del Claustro (AGC) de la Universidad de la República, con el objetivo de elegir al nuevo prorrector de Extensión y Relaciones con el Medio. Pero anoche no hubo humo blanco, ya que ninguno de los dos candidatos que se presentaron (el asistente social Alejandro Casas, promovido por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay -FEUU-, y el bibliotecólogo y escribano Mario Barité, presentado por el rector Roberto Markarian) alcanzó los 57 votos necesarios para ser elegido en esta primera instancia.

Barité obtuvo 25 votos y Casas 22. Por lo tanto, se convocó a un segundo llamado a la AGC, para el 28 de junio. En esa oportunidad el número de votos exigidos seguirá siendo 57, la mitad más uno de los integrantes de la AGC. Si en esa instancia tampoco se reúne ese número, en una tercera oportunidad el prorrector podrá ser elegido por mayoría simple.

Breve historia

El proceso que se abrió tras la renuncia de Hugo Rodríguez al prorrectorado de Extensión y Relaciones con el Medio fue inédito. Markarian propuso el nombre del psicólogo Alejandro Maiche para ocupar el cargo, pero en la comisión delegada del Consejo Directivo Central los representantes estudiantiles rechazaron la propuesta. Esa comisión no llegó a un acuerdo respecto de ningún candidato, y la FEUU propuso entonces su propio candidato, algo que nunca había ocurrido antes, ya que se considera que los prorrectores forman parte de un equipo coordinado por el rector y es él quien debe presentar candidatos. La FEUU presentó a Casas, nombre que a su vez rechazó Markarian. Tras una reunión entre ambos, Markarian dijo a la diaria que estaba convencido de que Casas “no debería integrar el equipo del rector”. En esta situación, Markarian afirmó que buscaría lograr un candidato de consenso, y le propuso a la FEUU el nombre de Barité, quien trabajó en distintas instancias de coordinación de la extensión universitaria entre 2003 y 2010.

El lunes, el Consejo Federal de la federación recibió a Barité, que presentó su propuesta de trabajo a los estudiantes. Analía Ruggeri, integrante de la Mesa Ejecutiva de la FEUU, comentó que Barité explicó “cómo surgió su candidatura”, y dijo que los estudiantes “valoran que haya participado en el Federal y que haya presentado su plan en tan poco tiempo”. Pero transmitió que el lunes de noche la FEUU definió “continuar con la candidatura de Casas”.

“La FEUU agotó todas las posibilidades de construir un candidato que pudiera llegar a ser de consenso”, dijo Ruggeri, y recordó que cuando rechazaron a Maiche, “planteamos si se podía generar un nuevo candidato de acuerdo. En ese momento se respondió que no, que el nombre era el de Maiche”. Ruggeri añadió que si el nombre de Barité se hubiera presentado en ese momento “probablemente lo hubiéramos acompañado”, ya que “cumple con las condiciones que la Federación estableció”. Barité participó en numerosas actividades de extensión, y estuvo a cargo de la coordinación de la creación de muchas unidades de extensión en distintos servicios universitarios. De todas formas, para la FEUU, “la etapa para construir un candidato de consenso” ya pasó, y ahora debe “continuar con los compromisos asumidos con Casas”.

Peleado

La AGC está conformada por tres representantes docentes de cada servicio universitario, dos representantes de los estudiantes y dos de los egresados.

A nivel de los órdenes, el único que mandató a sus representantes es el de estudiantes, a favor de la candidatura de Casas. El lunes, el Consejo Federal de la Asociación de Docentes de la Udelar (ADUR) también recibió a Barité, que expuso su propuesta para dirigir el área de extensión. Pero ADUR había resuelto no pronunciarse por ningún candidato. Norberto Rodríguez, integrante de ADUR, explicó que en anteriores ocasiones se tomó como recomendación “no apoyar a ningún candidato que no contara con el apoyo del rector, entendiendo que es una parte del equipo del rectorado y que no le íbamos a imponer al rector un candidato que no quisiera”.

En tanto, el orden de egresados tampoco tiene una definición uniforme, y serán las organizaciones de cada servicio las que resuelvan.