La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentó el viernes de la semana pasada el Marco Curricular de Referencia Nacional, un documento que titularon “Una construcción colectiva”, y que comenzó a construirse en 2016. El documento, según destacó ayer el presidente del Consejo Directivo Central de la ANEP, Wilson Netto, busca dar “un marco coordinado para todos los actores, institucionales e interinstitucionales” de la educación, define cuáles son los aprendizajes fundamentales que debe alcanzar un estudiante en los distintos tramos de la educación obligatoria y habilita el desarrollo de ambientes de aprendizaje y propuestas educativas diversas para las distintas etapas. Netto fue enfático al aclarar que el marco curricular “no es un listado de objetivos, no es una receta” ni tampoco “un programa escolar”, sino que establece lineamientos generales respecto de las “intenciones formativas del país” y “parte de la base fundamental de la profesión docente”. El marco curricular establece ideas fuerza, principios orientadores de la educación y una serie de aprendizajes fundamentales, ordenados en un perfil de egreso de la educación obligatoria y perfiles de tramo para tercer y sexto año de primaria, y para tercer año de la educación media básica. Como rasgos generales, el perfil de egreso de la educación obligatoria propone que el estudiante pueda “pensar y actuar creativamente”, “habitar e intervenir en la complejidad del mundo”, “emprender y desplegar proyectos personales y colectivos”, “comunicar y comunicarse”, y “ejercer de manera plena su ciudadanía”. A partir de los rasgos generales, el documento define qué competencias específicas debe manejar el estudiante al egresar.