En un momento en que el Consejo de Formación en Educación (CFE) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se encuentra en pleno proceso de cambio de sus planes de estudio y de su estructura académica, el organismo renovará a los consejeros que representan a estudiantes y docentes. En el caso de los estudiantes, será la tercera elección, ya que en 2013 fue electa Rocío Martínez y en 2016 resultó ganadora la lista de la Federación de Estudiantes de Formación en Educación del Uruguay (FEFEU). En cambio, en el caso de los docentes es la segunda elección tras el nombramiento de Edison Torres en 2013, ya que en ese orden el consejero ejerce el cargo por un período más extenso. Tanto entre los docentes como entre los estudiantes habrá competencia en el acto eleccionario, que se llevará a cabo el 30 de noviembre y es obligatorio, por lo que ese día se suspenderán todas las actividades académicas en el CFE.

En el orden docente se presentaron tres listas. Una es la 133, que según explicó a la diaria quien la encabeza, la profesora de Química Rosana Cortazzo, se trata de un colectivo que surgió en la Asamblea Técnico Docente (ATD) nacional, que este año resolvió presentar una lista. Según explicó la profesora, el objetivo del colectivo fue lograr que la lista estuviera integrada por docentes de distintas carreras de las que ofrece el CFE y que también pertenecieran a distintos tipos de centros de formación.

Cortazzo consideró que el pasaje de la formación de educadores a un ámbito universitario es una “deuda del sistema político”, que sigue sin cumplir con lo dispuesto por la Ley de Educación de 2009. La docente recordó que esa idea emergió “con mucha fuerza” de la ATD en 2006 y que si bien otros actores se sumaron al planteo, aún no existe “una presión social suficiente” a nivel político partidario para que la iniciativa se concrete.

De todas formas, Cortazzo se mostró partidaria de “no esperar a que se cree la Universidad de la Educación [Uned] para generar algunos cambios”, como las transformaciones curriculares y de estructura académica que el CFE está procesando. Al respecto, consideró que es necesario potenciar y mejorar el funcionamiento de los departamentos académicos de cada instituto.

De todas formas, Cortazzo consideró que la Uned sigue siendo “un gran desafío” y que si bien no es segura su creación, es un proyecto que todavía puede concretarse. En caso de que ello ocurra, afirmó que debe respetar los principios de autonomía y cogobierno, y señaló que el proceso de transición para conquistar totalmente esos principios debería ser más corto que el de la Universidad Tecnológica, aunque valoró que ambas instituciones cuentan con distintos acumulados en la materia.

Efectividad

Para la profesora, un “punto neurálgico” para los próximos años es que el CFE lograr contar con mayor cantidad de docentes efectivos, que, según estimó, ronda el 10% desde la reapertura democrática. “Si soy efectivo puedo proyectarme en otras tareas que no son sólo las de enseñanza de aula”, como la investigación y la extensión, resumió. Si bien el CFE propuso la modificación de un capítulo del estatuto docente de la ANEP para generar una forma de ascenso que no se base exclusivamente en la antigüedad, Cortazzo lamentó que ese tema esté “muerto” en el Codicen desde hace más de un año.

De todas formas, la postura de la ATD fue que de todas formas se fuera avanzando en la realización de concursos para ocupar la estructura docente, que están próximos a abrirse. “Principio tienen las cosas; en una institución en la que en 2014 fue el último llamado a aspiraciones y en 2012 el último llamado a concurso para docentes de laboratorio o docentes orientadores educacionales, hay cuatro o seis años en los que el sistema estuvo totalmente obturado: los que están son los que estaban, y lo que podés hacer es algún llamado abreviado para cubrir alguna vacancia de horas que se genera. Tenés que dar respuesta a quienes vienen sosteniendo el sistema para después hacer una apertura mayor”, indicó la docente para fundamentar la realización de llamados cerrados a docentes del CFE, algo con lo que el Codicen no está de acuerdo, según manifestó.

Respecto de los cambios en planes de estudio en el organismo, recordó que la ATD había planteado la necesidad de primero definir y ocupar la nueva estructura académica para después cambiar la estructura curricular, algo que no fue compartido por el consejo. Más allá de esa situación y de que el diálogo con las comisiones de carrera no siempre fue bueno, Cortazzo explicó que desde la ATD se valoró que algunos aspectos del Plan 2008 debían revisarse, como la “fragmentación muy fuerte de la currícula”, lo que debería resolverse “sin perder tres pilares básicos de la formación: lo disciplinar, el núcleo de las ciencias de la educación y la didáctica práctica”. En suma, otros aspectos de la renovación curricular que entienden necesarios son que pueda haber materias optativas y elegibles, que haya cursos que puedan semestralizarse y “que se le reconozca al estudiante el tiempo de práctica como tiempo de formación”. Cortazzo también estuvo de acuerdo con la creditización del plan, ya que eso favorece la formación de posgrado de los egresados. Al respecto, agregó que “hoy la oferta de la Universidad de la República en el campo educativo es muy exigua y hay que concurrir al ámbito privado; esa es una inequidad insostenible”.

Desde el sindicalismo

Otra de las opciones en el orden docente es la lista 34, integrada por docentes del CFE que tienen trayectoria de militancia sindical en gremios como la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) y la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu). La lista es encabezada por Holt Martínez, maestro y profesor de matemática con militancia en Fenapes, y sus primeros suplentes son la dirigente de Ademu Montevideo Daisy Iglesias y el ex integrante del Consejo de Educación Secundaria en representación de los trabajadores Daniel Guasco. En diálogo con la diaria, Martínez señaló que se trata de un colectivo de sindicalistas que no se sintieron totalmente reflejados por las posturas de la ATD y defienden “la autonomía y el cogobierno en el sistema educativo” como forma de “separarse de lo político partidario”. Explicó que consideran que la autonomía tiene que darse en planes y programas pero también en la gestión y el financiamiento. Para Martínez, “la rendición de cuentas es ante los propios integrantes del sistema” educativo, y se debe lograr “que las autoridades de la educación sean representantes de los propios actores”.

El profesor fue crítico con la forma en que está concebida la participación de los docentes en el CFE porque considera que no es genuina. Según explicó, la participación debería “darse en un ámbito muy amplio, sin apuros, y cuando se sintetizan aportes se debería volver al colectivo para que este sea el que le dé su aprobación o no”. Por lo tanto, si bien señaló que hay varias instancias en que los docentes participan, lamentó que sólo tengan carácter consultivo, algo que para su colectivo debería modificarse. En ese sentido, consideró que, en función de la estructura actual de la formación docente, los mecanismos de participación deberían estructurarse por centro, para que “se transformen realmente en referentes de comunidades académicas de cada lugar”. Al respecto, agregó que “se necesita de los espacios de participación que cada lugar pueda generar y el respeto a esos espacios”.

Martínez señaló que, además de ser “técnicos y profesionales de la educación”, los docentes también son trabajadores y, en ese sentido, tienen “un marco legal que se sintetiza en la negociación colectiva”. Por lo tanto, consideró que las discusiones que tienen que ver con la modificación de las condiciones de trabajo, como el caso de los concursos de la nueva estructura académica, “tienen que ser en un ámbito bipartito y “con aprobación de los docentes”. Como evaluó que la participación docente es difícil de lograr por causas como el multiempleo, entendió que “hay que respetar los tiempos” y “no pretender que si mandan un documento la respuesta llegue al otro día”. Respecto del rol del consejero docente, Martínez señaló que desde el colectivo que integra lo visualizan como un delegado que traslade las posturas tomadas “democráticamente”. “Estamos acostumbrados a que los representantes nos piden el voto y después se desligan; no hay rendición de cuentas”, lamentó, y aseguró que la estructura sindical “es la más conveniente” para esta forma de funcionamiento.

Con relación a la creación de la Uned, el profesor se mostró convencido de que el Parlamento no va a votar una universidad con autonomía y cogobierno. En ese sentido, consideró que crear una nueva institución sin autonomía y cogobierno sería “una mentira”: “Cambiaríamos el nombre y seguiríamos con la misma estructura”, concluyó.

Disenso para el consenso

La tercera propuesta es la de la lista 4, encabezada por Rosario Bue, docente en los Institutos Normales de Montevideo, quien explicó a la diaria que el colectivo que integra está formado por educadores de distintas partes del país y de los diferentes tipos de centros con los que cuenta el CFE. Agregó que los pilares más importantes del grupo son “el profesionalismo, el compromiso y la participación plural”, entendida como “que todos los docentes puedan tener su voz y ser escuchados”. Al respecto, comentó que en tiempos de transformaciones institucionales “se necesitan las voces de todos para construir” y que se debe “potenciar la figura del consejero docente”, que “es la voz que representa a todos los docentes, también a las minorías”.

Si bien Bue consideró que deben mantenerse “las mejores tradiciones” de la formación de educadores en Uruguay, señaló que es necesario “acompasarse” a los nuevos tiempos. Para ello, dijo que es necesario cambiar planes y programas, pero también planteó la importancia de que exista una estructura universitaria de formación docente, por lo que consideró “muy importante avanzar y proyectarse hacia la Uned”. Si bien admitió que no será sencillo, dijo estar convencida de que es clave “pensar juntos” y “escuchar todas las voces” para “del disenso llegar al consenso”. Respecto de las dificultades para que la nueva universidad se cree como un ente autónomo, la candidata afirmó que “los cambios son impostergables” y “si la concreción está demorada, hay que insistir con eso”. “Hace mucho tiempo que reclamamos el rango universitario. Seguiremos golpeando puertas, generando propuestas”, afirmó.

Una de las propuestas del colectivo que integra es el fortalecimiento de los institutos regionales de formación docente. Consultada al respecto, Bue sostuvo que es necesario atender las características de cada centro del CFE en el país y que se debe otorgar “un poco más de autonomía” para que “los centros puedan resolver algunas cuestiones en función de su contexto”. Otro de los planteos de la lista 4 es la necesidad de mejorar la formación permanente de los docentes, en el entendido de que “es un pilar fundamental para la formación en educación”. Al respecto, lamentó que en Uruguay en las últimas décadas “no existía un desarrollo profesional, salvo que cada uno lo pagara”. Por el contrario, entendió que es clave que la formación permanente permita a los docentes lograr un desarrollo “acorde a lo universitario”. Para ello, evaluó que es clave que haya medios económicos para que quienes deseen seguir profesionalizándose a lo largo de su carrera puedan hacerlo. Contó que esta situación es aun peor para quienes viven en el interior, que, por ejemplo, tienen que pagarse los pasajes y el alojamiento para hacer cursos, que se ofrecen principalmente en Montevideo.

Acerca del rol del consejero docente en el CFE, Bue entendió que debe ser independiente y, al mismo tiempo, “combinar trayectoria, formación, responsabilidad y vocación”. Al mismo tiempo, debe tener compromiso y pluralidad, dijo, y señaló que “hay que conocer las realidades contextuales”, porque “nadie puede ser representante de otros si no conoce el ámbito de trabajo de los educadores, las problemáticas y también la normativa”.

Competencia estudiantil

En el orden estudiantil, dos listas compiten por obtener representación en el CFE. Además de la FEFEU, que ganó las últimas elecciones y competirá con la lista 1, se presentó la lista 23, con el lema “Transformación: una clara visión”. Katyuska Motta, estudiante de magisterio en Rocha que encabeza la lista 23, dijo a la diaria que las diferencias con la FEFEU no radican en los objetivos del colectivo sino en la forma para lograrlos. Motta sostuvo que “no se puede seguir dividiendo al país” y, si bien los estudiantes de Montevideo en muchos temas tienen visiones diferentes de los del interior, es necesario “integrar” ambas posturas. En ese sentido, explicó que su colectivo se preocupó de estar compuesto por estudiantes de varias partes del país y de diferentes carreras.

Opinó que los estudiantes deben estar más informados en distintas discusiones que se están procesando en el CFE, como la del cambio de los planes de estudio. En ese sentido, evaluó que es necesario “explicar centro por centro” los borradores de las mallas curriculares, para que no ocurra que los estudiantes se enteran de las discusiones después de que los cambios se concretaron. Si bien valoró que hay instancias en las que ha existido participación estudiantil en estos procesos, consideró que esta “nunca es suficiente” y siempre se debe apuntar a aumentarla.

Con respecto a la creación de la Uned, Motta señaló que es necesario tener un plan B en caso de que no se apruebe el proyecto que se encuentra a estudio del Parlamento. En ese sentido, consideró que el fundamento para defenderlo no puede ser “sólo el cogobierno”, ya que “se está apostando a un futuro docente mejor preparado”. “Si eso significa tener que ceder para lograrlo paso a paso, se hará paso a paso. Entre nada y algo, me quedo con algo para seguir peleando para lograr lo demás. Nunca vamos a lograr lo que queremos tal como lo queremos. Son procesos necesarios en la educación; nada es de la noche a la mañana. Hay que ver qué es lo que se puede negociar y qué es innegociable”, expresó. Por último, sostuvo que es necesario llevar la discusión sobre la creación de la Uned a los estudiantes de “todo el país”.

Por su parte, Santiago Fierro, primer suplente en la lista de la FEFEU, señaló que, a diferencia de la federación, la lista 23 “no está respaldada por ningún centro de estudiantes”. Mencionó que la FEFEU está integrada por centros de estudiantes de institutos de Colonia, Paysandú, Salto, Flores, Florida, Carmelo, Minas, Cerro Largo y Canelones. Además, dijo que en las últimas semanas hubo un acercamiento con el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (CEIPA), que en las elecciones estudiantiles anteriores había llamado a votar en blanco. Si bien no apoya formalmente a la lista de la FEFEU, en las últimas horas el CEIPA emitió una declaración en la que envía “un fraternal saludo” a la federación, a la que, más allá de “rispideces y errores”, le reconocen su esfuerzo por organizar a los estudiantes en el interior, y plantea la necesidad de apostar al trabajo conjunto. Sobre este último punto, Fierro consideró que muchas veces, en el interior los centros de estudiantes están “mal vistos” a causa de “prejuicios”.

En ese sentido, el estudiante destacó la necesidad de seguir apostando a la organización estudiantil, en un contexto en el que “avanza la derecha en América Latina”. Analizó que eso puede tener consecuencias en la educación, por ejemplo, en la implementación de recortes presupuestales, y destacó que la FEFEU mantiene su reivindicación de lograr que se asigne 6% del Producto Interno Bruto a la educación. Fierro afirmó que ese aspecto es clave, por ejemplo, para lograr un mejor sistema de becas en el CFE.

El estudiante dijo que la FEFEU no ve con buenos ojos al proceso de cambio de los planes de estudio, ya que no hubo participación estudiantil en todos los casos. En ese sentido, adelantó que a principios del año que viene seguramente la federación tome medidas de lucha para oponerse a la aprobación de los planes en magisterio, profesorado y educación social.