Están abiertas las inscripciones para participar en la segunda edición de la Escuela de Invierno, que organizará la Fundación Ceibal junto con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) del 4 al 8 de junio. Este año, el evento se denominó “Repensando la educación en la era de la tecnología digital” y reunirá a conferencistas de distintas partes del mundo, mientras que la convocatoria a nivel nacional apunta a estudiantes de posgrado, docentes, investigadores y responsables de políticas públicas. El objetivo principal de la Escuela de Invierno es “compartir métodos y herramientas prácticas de evaluación, así como generar redes de colaboración de académicos del país con sus colegas internacionales”, resaltó a la diaria Cristóbal Cobo, director de Fundación Ceibal.
“Queremos utilizar como punto de arranque para la discusión las preguntas que nos ofrece la incorporación de la tecnología tanto dentro del aula como fuera de ella. Eso implica reconocer que hay aprendizajes que ocurren afuera y que tenemos habilidades que van más allá del currículum; si esa hipótesis es correcta, por ahí tenemos que pensar en formas de reconocer esos aprendizajes también”, señaló Cobo. A su entender, esta edición de la Escuela de Invierno invitará “a pensar en las habilidades que se requieren hoy en día en los estudiantes, e implica ir más allá de la evaluación de lectoescritura o matemática y pensar en las habilidades del siglo XXI, sobre las que mucha literatura destaca su importancia, pero la dificultad está en ver cómo se miden, cómo se comparan, cómo se ve cuánto han evolucionado”.
Otro de los diálogos que Cobo espera que se den en junio es sobre las estrategias docentes: “No solamente se trata de saber si utilizan o no las tecnologías, sino de con qué estrategias pedagógicas cuentan los docentes para facilitar la enseñanza de una manera distinta con tecnología. Lo interesante es ver estudios comparados, ver las metodologías que se están utilizando en distintos países y qué ha ido cambiando a lo largo de los años”, puntualizó. Además, al ser un evento coorganizado por ANII, se plantea como objetivo promover, dentro de las comunidades especializadas que participarán, la postulación a los fondos de investigación que ofrece la agencia y que permiten, en muchos casos, la presentación en conjunto de investigadores uruguayos e internacionales: “Es una oportunidad para pasar las mañanas conociendo experiencias de otros países, y en las tardes discutiendo posibles líneas de investigación que sean relevantes, tanto para los participantes de otros países como para los nacionales”, resumió Cobo.
Durante los cuatro días, cada exponente tendrá un tiempo para presentar su investigación, y hasta el momento están confirmados especialistas de Australia, Estados Unidos e Israel. Según Cobo, en la elección de los exponentes se buscó “una mezcla entre investigadores que estuvieran haciendo cosas innovadoras pero que al mismo tiempo fuera gente que está en una etapa mediana de su trayectoria en investigación; es decir, que estén haciendo cosas interesantes y prometan ser grandes líderes en temas de investigación, pero no buscábamos a aquellos ya consolidados, sino a gente que acepte la crítica, que esté dispuesta a dialogar a veces con estudiantes que sean más jóvenes y pasar la tarde conversando”.
En cuanto a las postulaciones nacionales, Cobo indicó que “lo principal es que sea gente que tenga interés en el tema de la educación y la tecnología, y que tenga algún grado de investigación”. Si bien no se espera que los asistentes estén consolidados en la materia, se aspira a que al menos tengan una maestría, estén en proceso de doctorado o estén a cargo de políticas públicas, “para asegurar que haya una buena interacción entre academia y la administración”, detalló el director.
La Fundación Ceibal hizo una exhaustiva evaluación de la edición del año pasado de la escuela que fue la muestra inaugural. En 2017 también se habían planteado como objetivo generar vínculos entre los investigadores: “En concreto, la red de colaboración se materializa por medio de artículos que escriben juntos o de la presentación conjunta a congresos y ponencias; nos ha llegado una gran cantidad de iniciativas de este tipo que están ocurriendo a raíz de la escuela de invierno”, destacó. Además, subrayó que “también se hizo una evaluación a posteriori, y más de 90% de los participantes dijeron que la experiencia era muy buena y que no solamente la recomendaban, sino que estarían dispuestos a repetirla”.