La Red Global de Aprendizaje (RGA) es un movimiento internacional que impulsa el aprendizaje profundo (deep learning en inglés) en la educación; en Uruguay es promovido por el Plan Ceibal junto con otros organismos de la educación. Esta metodología propone trabajar mediante los Desafíos Profundos: en base a ciertas consigas –que este año giran sobre el desarrollo sostenible–, las comunidades educativas deben identificar un problema a solucionar, idear un plan de acción, ponerlo en marcha, y por último compartir el registro para ver los resultados. Ayer, en la escuela 35 de Buceo, se presentaron las dos problemáticas base de este año: “Espacio de ideas”, sobre la concentración de personas en las zonas urbanas, y “Limpia tu huella”, que propone trabajar sobre los residuos.
Los Desafíos Profundos “tratan de conectar lo que se aprende en la escuela, en el liceo o la UTU con los problemas de la vida real, que se solucionan en equipo y en base a la aplicación de esos conocimientos”, afirmó en diálogo con la diaria Claudia Brovetto, coordinadora del programa que a nivel nacional trabaja con 420 instituciones. “La idea es darle un poco la vuelta, que el foco no esté en el currículum sino en la aplicación de los conocimientos. Elegir un problema tiene un fuerte poder motivador para el estudiante, se siente protagonista y ayuda a su comunidad”, añadió.
Wilson Netto, presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), destacó que la RGA “investiga cómo hacer un uso intensivo de las tecnologías para las mejoras de los aprendizajes”. Subrayó que el aprendizaje en proyectos es más que un elemento motivacional por su gran dimensión de carácter pedagógico, y aseguró que la resolución de problemas le da sentido al conocimiento e involucra a niños y jóvenes con las problemáticas reales que tiene la sociedad.
Por su parte, la directora del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Irupé Buzzetti, comentó a la diaria que de las 1.200 escuelas uruguayas, 263 son parte de la RGA y aplican los Desafíos Profundos. Como los resultados han sido positivos, Buzzetti espera llegar a 2020 con cerca de 500 escuelas participando de la red. Este año se trabajará con particular profundidad en 50 instituciones de primaria “a los efectos de ir viendo qué cosas hay que mejorar”; entre los puntos a pulir la directora destacó la forma de evaluación, las rúbricas, porque a su entender, a pesar de que hay algunas excelentes, otras no son tan buenas.
Según Brovetto hay “muchas expectativas” porque “año a año vienen creciendo la variedad de propuestas y la cantidad de estudiantes interesados”. Hasta el momento la participación es mayor en las escuelas; la coordinadora señaló que “en educación media, sobre todo en secundaria, tenemos más dificultades para encarar problemas desde distintas disciplinas. Los desafíos nos invitan a mirar, a poner el foco en el problema y no en la disciplina; cuando lo logramos los estudiantes se motivan”.