El lunes, después de un fin de semana concentrados en Legoland, el parque donde se llevó a cabo la competencia de robótica y programación de First LEGO League, los cinco estudiantes del liceo rural de Las Toscas de Caraguatá, una localidad ubicada a 120 kilómetros de Tacuarembó, salieron a recorrer Los Ángeles (Estados Unidos). “Es hermoso, pero ya vemos que es muy grande”, contó Paulino Silva a la diaria, y Celina López, la más chica del grupo, comentó que recorrieron la Universidad de Caltech, el instituto de tecnología de California: “Es increíble”, resumió. Tariza Silva, Camila Martínez y Sandro Pereira completan el grupo de estudiantes, de primer y cuarto año, que viajaron acompañados por su referente, el profesor de Historia Hugo Lima, y Fabiana Pedrini, de Laboratorios Digitales del Plan Ceibal. El grupo se clasificó para la competencia, en la que participaron 100 equipos de todo el mundo, tras haber quedado tercero en la Olimpíada de Robótica, Programación y Videojuegos de 2017 del Plan Ceibal.
El sábado los chiquilines hicieron la presentación del proyecto de investigación y del diseño del robot, y les fue bien: ese mismo día se enteraron de que habían sido seleccionados entre los diez mejores proyectos. También tuvieron su primera vuelta en la pista, en la que, en dos minutos y medio, el robot debía cumplir 18 misiones. El domingo hicieron la presentación desde la perspectiva de valores: qué vínculo con la comunidad tiene el tema estudiado y cómo desarrollaron el trabajo en equipo. El proyecto que presentaron, y que está en construcción para su aplicación en el liceo, implica la recolección, mediante una bomba de ariete, del agua de lluvia que cae en los salones nuevos del liceo, y su almacenaje en tres tanques. Cuando un sensor de humedad dispuesto en la huerta detecta déficit hídrico, dispara una señal para que los tanques alimenten el sistema de riego.
La premiación fue el domingo de tarde, después de otras dos pasadas en la pista. “Nunca pensamos que nos había ido tan bien en el proyecto”, contó Celina. Como no entendían inglés, fue Fabiana la que les dijo que tenían que subir a agarrar la copa: “Salimos todos muy emocionados. Fue algo inesperado”. Los estudiantes llegarán al aeropuerto de Carrasco mañana a las 6.30, y desde allí seguirán su viaje, de ocho horas más, de regreso a Las Toscas de Caraguatá.