Un grupo de jóvenes del liceo 1 de Mercedes y de la escuela técnica superior Pedro Blanes Viale de esa ciudad decidió seguir a las profesores de Informática Liliana Buzún y Mercedes Khars en sus talleres de esa materia, y no pararon hasta viajar a México. Santiago y Belén Camesasca, Yaco Chumillo, Sahiara Mar e Ignacio García son los adolescentes uruguayos que representarán al país en la competencia internacional de robótica FIRST Global, que este año se celebrará en Ciudad de México, del 15 al 18 de agosto.

En 2017 quedaron en segundo lugar en la competencia nacional de robótica que organiza Plan Ceibal y fueron premiados con la clasificación a esta instancia internacional. El lema del FIRST para 2018 es “Energía de impacto”, porque “desde los combustibles fósiles de uso común hasta recursos ecológicos como la energía solar y eólica, la energía es una herramienta que impulsa las diferentes partes del mundo de una manera u otra”, aclara la página web. En la competencia, las alianzas de tres naciones –que irán cambiando– competirán para alimentar plantas de energía, iniciar plantas de energía renovable y construir una red de transmisión resistente. Cada equipo deberá participar con el robot armado con los materiales que la organización les brindó en marzo.

Competencia nacional

Para ganarse su lugar en México debieron presentar un proyecto a nivel nacional. Participaron en la FIRST Lego League, una competencia local donde los robots se deben construir con piezas de Lego. El equipo, que se llamó Vikingos, elaboró un sistema de reutilización del agua de los vertederos. Con la utilización de humedales artificiales y carbón activado, buscaban depurar el agua. Saben que el resultado no será agua potable para el uso humano, pero sí se podría usar para el riego de plantas, plazas y canchas; justamente la idea era disminuir la cantidad de agua potable que se usa en el riego de espacios públicos. El equipo llegó a la Junta Departamental de Soriano para prestar su proyecto.

“La construcción fue una tarea bastante ardua, porque al no conocer cómo manejar esas piezas los chiquilines tuvieron que empezar a investigar, vieron videos de competencias de años pasados y tuvimos la colaboración, desde Ceibal, de uno de los alumnos que participaron el año pasado en la competencia en Washington. Ellos hicieron todo; incluso, hace un mes, se dieron cuenta de que algo no funcionaba y desarmarlo todo para volver a armar. Fue un avanzar y retroceder hasta que tuvimos la versión final del robot; ahora está todo testeado y funcionando bien”, comentó Khars a la diaria.

Delegaciones de más de 175 países viajarán a México en estos días. La competencia es grande y depende en buena medida de las construcciones que hagan los otros dos equipos que conforman los tríos de la primera ronda de desafíos. Los uruguayos van con las expectativas de cumplir los retos y vivir la experiencia de “compartir y divertirse, siempre como algo amistoso”, señaló la docente. A su vez, tomarán nota de las devoluciones que los jurados les hagan cuando recorran el stand que ellos mismos construyeron para presentar el robot y, a su vez, mostrarles a los demás jóvenes características de Uruguay.

Llegar a este nivel de competencia no fue tarea fácil. Todos los jóvenes tienen horarios e intereses diferentes, pero lograron hacerse el tiempo para el trabajo en equipo. Yaco y Santiago son estudiantes del liceo 1 y ahora están cursando quinto año de la orientación biológica. Por su parte, Sahiara y Belén también están en quinto, pero estudian construcción en la UTU, mientras que Ignacio está cursando su último año en esa institución en la carrera de electromecánica. “Todos vienen de distintos lugares, y de informática o robótica, nada”, aseguró Khars, pero, en palabras de la profesora, a todos los motivaba saber más y trabajar en proyectos que tuvieran que ver con su entorno; ese fue el puntapié inicial.