Los primeros 27 técnicos en Mantenimiento de Parques Eólicos de Uruguay egresaron el 14 de diciembre. Hicieron un curso gratuito semipresencial de 180 horas sobre mantenimiento y operaciones de parques eólicos, brindado por la Universidad Tecnológica del Uruguay (Utec) y dictado en Durazno, en instalaciones acondicionadas en la Base Aérea Nº 2 de Santa Bernardina. Los estudiantes, hombres y mujeres de entre 19 y 53 años, llegaron con formación de distintos niveles: había bachilleres, ingenieros y técnicos; algunos tenían experiencia trabajando en parques eólicos, otros no. El curso, que comenzó el 15 de octubre, estuvo compuesto por 11 módulos: los tres primeros online y el resto presenciales, a cargo del Centro de Formación en Operación y Mantenimiento en Energías Renovables y la Asociación Eólica Empresarial, de España.

El objetivo de esta iniciativa era brindar una idea general sobre la instalación de un parque eólico, el mantenimiento preventivo de cada día y el mantenimiento correctivo. El consejero de Utec Rodolfo Silveira dijo a la diaria que este curso piloto superó las expectativas, no sólo por el nivel de los alumnos –todos aprobaron, y con buenas notas–, sino también por la amplia demanda: había 30 cupos y 120 personas se anotaron al llamado. “Había una necesidad; el número de inscriptos lo dice”, reflexiona Silveira, y explica que no podían brindarse más cupos debido a las actividades prácticas, que suponían estar en los molinos y subir a ellos. Por otra parte, señala que esta experiencia surgió en el marco de un programa interdisciplinario que en principio iba a ser exclusivamente de energía eólica pero ahora es de energías renovables: “Pensamos seguir con cursos similares a este, pero de energía solar y fotovoltaica”.

Lucía Debat es ingeniera civil, tiene 34 años y vive en un paraje cercano a San Gregorio de Polanco con sus cuatro hijos. Trabajó en la construcción y puesta en marcha del parque eólico Pampa, en Tacuarembó, y allí continúa en la actualidad. Se enteró de este curso en el trabajo y además de ella se presentaron cuatro compañeros. “Era la primera oportunidad de recibir formación en operación y mantenimiento de parques eólicos; hasta ahora no había habido una oportunidad así”, cuenta en diálogo con la diaria. Para asistir a las clases presenciales, Lucía debía cruzar el río Negro en balsa para acceder a la ruta 43 y viajar a Durazno. La estudiante destaca el nivel de los docentes del curso: “Ellos en todos estos temas están 20 años adelante que nosotros”.

Silveira confiesa que esperaban una deserción mayor, dado que casi todos los estudiantes trabajaban por lo menos ocho horas por día, con lo cual asistir a los módulos presenciales en Durazno se hacía difícil. En la misma línea, Debat afirma que estos módulos, dictados del 4 al 11 de noviembre, les ocuparon todo el día, con clases de nueve horas de miércoles a sábado. Silveira señala que para los próximos cursos se va a trabajar en una mejor distribución de la carga horaria. No obstante, asegura que de los 30 inscriptos sólo tres abandonaron y lo hicieron “por razones personales”. También dijo que se pretende “mejorar aspectos didácticos y pedagógicos” en el futuro y “agregar más contenido virtual” para alivianar el peso de las clases presenciales.

Dado que la experiencia piloto fue “muy positiva”, desde la Utec planean repetir el curso, probablemente en abril, para tener en cuenta a los casi 90 postulantes que no obtuvieron cupos; incluso pretenden hacer cursos más avanzados que el primero, al que califican como “básico”. Por otra parte, el primer curso sobre energía solar y fotovoltaica comenzaría en el segundo semestre de 2019. Además, Silveira dijo que los docentes de la Asociación Eólica Empresarial van a trabajar en la formación de técnicos uruguayos para que enseñen a las próximas generaciones. “Esto no puede quedar acá. Hay que seguir formándose, convenciendo a los empresarios de que cuanto mejor tengan calificados a sus trabajadores, mejor les va a ir; y a los trabajadores, de que cuanto mejor calificados estén, mejor va a ser la calidad de su trabajo”, reflexiona.

Desde la Utec se evalúan estas experiencias en clave de futuro. “El mundo del estudio y del trabajo conversan todo el tiempo; no están separados, y menos en el área tecnológica. El avance tecnológico lleva a la formación continua, y eso es prioridad en la Utec”, sostiene Silveira. Pronostica que las energías renovables van camino a la microgeneración; es decir, cada vez más las personas van a tener sus propios paneles solares y molinos de viento para reemplazar la energía eléctrica, y por eso la capacitación en estas tecnologías debe ser continua y actualizada.