Los XXV Juegos Sudamericanos Escolares se llevaron a cabo la semana pasada, desde el domingo 1º hasta el viernes 6, en Asunción, Paraguay. Uruguay concurrió con una de las delegaciones más grandes de los últimos años, según contó a la diaria Andrea Pesce, la coordinadora del área Educación y Deporte de la Secretaría Nacional de Deporte (SND): 168 personas viajaron a representar al país, de las que 128 eran estudiantes. El resto de la delegación la integraban los profesores y directores técnicos de cada equipo, los profesores y directores técnicos de los deportes individuales y los delegados de la SND, el Consejo de Educación Secundaria (CES) y el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU).
Pesce dijo que la delegación de este año fue variada y heterogénea: de los 128 estudiantes de 12 a 14 años de edad, la mayoría era del interior del país (63%) y el resto de la capital (37%). A su vez, había representantes de 14 departamentos y 23 localidades de todo el país, de las cuales 15 no son capitales departamentales, como Nueva Palmira (Colonia) y La Paloma (Rocha). Para Pesce, este último dato da cuenta de que los Juegos Deportivos Nacionales, competencia a partir de la cual clasifican los estudiantes que compiten en los Sudamericanos, “empiezan a permear a nivel profundo en el país, no sólo en las capitales departamentales, sino que se está llegando a las pequeñas localidades”.
Los estudiantes representaron a Uruguay en los ocho deportes obligatorios de los juegos: futsal, hándbol, básquetbol, vóleibol, natación, atletismo, ajedrez y tenis de mesa, en las ramas masculina y femenina. Participaron adolescentes de liceos públicos y privados y también de escuelas técnicas de CETP-UTU, aunque en su mayoría la delegación estuvo integrada por jóvenes de liceos públicos. Los deportes colectivos tienen distintas fases: competencias locales, departamentales, regionales y, finalmente, nacionales, y los campeones nacionales son los que representan a Uruguay en los Sudamericanos, aunque pueden solicitar dos refuerzos de otros centros educativos para sus equipos. En los deportes individuales la competencia tiene una etapa local, una departamental y, por último, la nacional. En total, en todo el proceso de los Juegos Deportivos Nacionales participan cerca de 150.000 estudiantes de 183 localidades.
La delegación estuvo “muy unida y muy alegre”, contó la coordinadora, que agregó que el objetivo de la competencia es, además de desafiarse en el deporte, “el encuentro entre chiquilines de distintos países, el intercambio cultural, y el encuentro entre deportistas que estudian, porque es el único evento sudamericano en el que quienes participan tienen que ser estudiantes”, destacó, y contó que entre las delegaciones de distintos países “se sienten todos en el mismo recorrido, como deportistas que están estudiando”.
Además de las vivencias, los estudiantes uruguayos trajeron premios y buenos desempeños. Edgar Rosabal, estudiante de la UTU de Arroyo Seco, obtuvo una medalla de oro en hexatlón (una competencia que acumula los puntos en seis disciplinas del atletismo), y hubo dos medallas de plata en competencias de salto alto, además de siete cuartos puestos en atletismo. También hubo medallas de plata en futsal (del equipo de Nueva Palmira, que según Pesce fue “de menos a más”), de bronce en la posta femenina en natación y de bronce en hándbol masculino. El equipo femenino de vóleibol quedó cerca del podio, en el cuarto puesto. Los costos de alimentación y alojamiento de la delegación lo cubre el país anfitrión, mientras que el transporte, la indumentaria y los gastos de la delegación corrieron por cuenta de la SND.