Del 20 al 26 de mayo se llevará a cabo una nueva edición de la Semana de la Ciencia y la Tecnología en Uruguay, como ocurre desde hace 14 años (ver “Haciendo historia”). Se trata de una actividad en la que confluyen distintas expresiones científicas y tecnológicas con el objetivo de acercar estos conocimientos a la sociedad y de esa forma contribuir con la alfabetización científica y lograr una mayor comprensión del impacto de la ciencia en la vida cotidiana de las personas. En esta oportunidad, el tema principal de la semana será la tabla periódica, pero también se organizan charlas, conferencias, muestras, exploraciones y talleres sobre otras temáticas.

Si bien el lunes habrá varias actividades, el acto de inauguración de la semana tendrá lugar el martes en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Más allá de que en ediciones anteriores el lanzamiento se hacía en el Observatorio Astronómico de Villa Dolores, desde las instituciones organizadoras (ver “En conjunto”) se valoró que era pertinente tener mayor visibilidad, y por eso el cambio de sede. Entre las actividades de este año se destacan las jornadas de puertas abiertas del Laboratorio Tecnológico de Uruguay (Latu) dirigidas a grupos de la enseñanza básica, que requieren inscripción previa y se llevarán adelante el miércoles 22 y el jueves 23 de mayo. Además, habrá una jornada de puertas abiertas en las sedes del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en Treinta y Tres –el miércoles y el jueves–, en Tacuarembó –el jueves– y en el Departamento de Química del Litoral del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte de la Universidad de la República (Udelar), ubicado en Paysandú –también el jueves–.

También se harán varias visitas guiadas a instalaciones de Alcoholes del Uruguay (Alur). El martes, miércoles y jueves tendrán lugar en la planta de bioetanol de la empresa en Paysandú, mientras que miércoles, jueves y viernes serán en la planta de biodiesel en Montevideo, y el jueves y viernes se recibirán visitas en el Complejo Agroindustrial de Alur en Bella Unión, Artigas. En cada uno de los casos se brindará información institucional y sobre los procesos específicos que se hacen en cada una de estas plantas y complejos, que también podrán ser presenciados.

Haciendo historia

El antecedente de la Semana de la Ciencia y la Tecnología data de marzo de 2004, cuando el Parlamento votó una ley que declaró al 23 de mayo de cada año como el Día del Investigador, de la Ciencia y la Tecnología. Ese mismo año, un grupo de trabajo integrado por un conjunto de actores vinculados a ambas temáticas, junto con la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, organizó varias actividades en torno a ese día, y lo mismo ocurrió al año siguiente. En 2006 se llevó a cabo la primera Semana de la Ciencia y la Tecnología durante esa misma semana del año.

La Facultad de Ingeniería de la Udelar realizará una jornada de puertas abiertas de su Instituto de Ingeniería Eléctrica el jueves, día en que a las 10.00 se brindará una charla titulada “Prendé la luz”, con el propósito de reflexionar sobre lo que ocurre detrás del interruptor de luz y sobre el rol de los usuarios de la red eléctrica. En el caso del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), desarrollará actividades en su sede el mismo día, con talleres de ciencia y de microscopía para niñas y niños, que, por ejemplo, incluirán la manipulación de microscopios.

Además, muchos centros educativos de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y algunos privados organizan varias actividades que pueden consultarse en la agenda web disponible en www.semanacyt.org.uy para la semana y también algunas que se realizarán en los días previos y posteriores. Entre estos centros educativos están los colegios St. Joseph Mary de Maldonado y Providencia de Casabó, la escuela 32 de Río Negro, el jardín de infantes 140 de Melo o la Escuela Técnica Vista Linda, en Canelones.

Según contó a la diaria la directora de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Rosita Angelo, la edición de este año tendrá la novedad de que el cierre de las actividades será en el interior, concretamente en el departamento de Salto. La jerarca detalló que ello es posible gracias al trabajo de una comisión integrada por el Cenur Litoral Norte de la Udelar, el Consejo de Formación en Educación y la intendencia local, con la que se coordinaron varias actividades que tendrán lugar en el mercado 18 de Julio.

Sobre la mesa

Angelo recordó que después del lanzamiento de la Semana de la Ciencia y la Tecnología de 2017 empezó una conversación con algunos de los actores que siempre participan en esa instancia y concluyeron “que había una necesidad de sentarnos a planificar ordenadamente y no conocer y entrar en contacto con programas [inmediatamente] previo a un evento, como nos pasaba siempre”. Fue de esa forma que se gestó una mesa en la que todos los actores que hacen y difunden ciencia pudieran “articular, planificar en conjunto y potenciar espacios”, detalló. Desde ese momento la mesa se reúne una vez por mes y cuenta con la participación de la ANEP, representada por integrantes de su Consejo Directivo Central; del MEC, por medio de las direcciones de Educación, Cultura, y para el Desarrollo de la Ciencia y el Conocimiento del Ministerio; del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba); de la Udelar, a través de las facultades de Ciencia y Química; del Plan Ceibal; del IIBCE; de la Academia Nacional de Ciencias; de la Universidad Tecnológica; y cada tanto se convoca a actores puntuales sobre algunas temáticas específicas, contó la jerarca.

Angelo indicó que después del primer año de trabajo se llegó a uno de los primeros productos de la mesa: una agenda común de cultura, educación y ciencia. “A partir de ahí hemos venido consolidando un esquema de trabajo que apunta a dar visibilidad a lo que ya se hace por parte de las instituciones y a fortalecer los espacios de trabajo”, comentó la directora. Como ejemplo mencionó que la Facultad de Ciencias de la Udelar tiene un laboratorio móvil que con estudiantes y docentes visita escuelas rurales para generar un ámbito de participación en relación a la ciencias; se coordinó para que pudiera ir al Centro Agustín Ferreiro, donde se forman los maestros rurales. Gracias a ello, en febrero se aprovechó una instancia en la que participan todos los maestros rurales del país, lo que a su vez sirvió para fortalecer el trabajo con los clubes de ciencia.

En conjunto

La organización de la Semana de la Ciencia y la Tecnología está a cargo del MEC, la ANEP, el IIBCE, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, el Pedeciba, las facultades de Ingeniería, Química y Ciencias de la Udelar, el INIA, el Espacio Ciencia del Latu, la Asociación Ciencia Viva y la Sociedad Uruguaya para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología. Además, cuenta con el auspicio de Antel y UTE.

Además, esta mesa de trabajo se dedicó a pensar las últimas ediciones de la Semana de la Ciencia y la Tecnología y definió aspectos como la realización de la apertura de este año en el Palacio Legislativo, para contar con mayor visibilidad. Angelo destacó también que la articulación en este espacio ha servido para “potenciar” espacios como las ferias nacionales de ciencia o el Día Internacional de las Niñas en las TIC, que se celebró hace algunas semanas.

En conjunto

Angelo detalló que esta mesa se planteó especialmente la necesidad de trabajar “para promover vocaciones en la ciencia en los niveles de la educación media, en la educación primaria” y que, en ese sentido, hay una línea de trabajo que tiene que ver con revincular con la ciencia y la tecnología a sectores de la población que ven vulnerados sus derechos. “Por ejemplo, actividades que ha tenido la Facultad de Ciencias en su entorno de barrio [Malvín Norte] mostró que la ciencia era un espacio importante para revincular y para la vuelta a continuar ciclos [educativos]”, señaló, y agregó que también se ha trabajado en línea de fomentar vocaciones, con la complejidad de que en los últimos años las posibilidades de estudio y trabajo en estas áreas se han “diversificado enormemente”.

Si bien señaló que uno de los enfoques con los que se trabaja es el de género, ya que las mujeres acceden en menor medida a las áreas científico y tecnológica, también se apunta a incluir a grupos que por motivos étnico-raciales no siempre tienen la posibilidad de acceder a ellas y aspirar a hacer ciencia. Otro sector con el que se ha generado actividades específicas es la población rural.

Cruces

Angelo explicó que actualmente desde el MEC se está impulsando la articulación entre ciencia y arte. Por ejemplo, mencionó que la Dirección de Cultura financió muchas iniciativas –como la de un grupo que vincula a la danza con la genética–, y que también están trabajando en conjunto el Museo de Historia Natural y el Espacio de Arte Contemporáneo. “La idea es fortalecer los cruces entre espacios que estén trabajando estos temas, fortalecer recursos, aunar esfuerzos y a la vez ponerle pienso, para que las articulaciones entre actores del mundo de la cultura, el arte y la ciencia tengan más espacios propicios para financiar proyectos en conjunto”, señaló.

Dijo que a la mesa de ciencia y tecnología también recibe solicitudes de este tipo, como la de un colectivo de San José que trabaja sobre arqueología, que entró en contacto con un grupo de artesanos que organiza el Camino del Junco y la Totora. “En Ciudad del Plata hay muchos artesanos que hacen cosas con juncos; a la vez, este grupo trabaja en cerámica y cestería prehistórica. Ciudad del Plata tiene un tema de identidad, es un núcleo poblado que se formó por un tema aluvional y desde el municipio se está trabajando mucho en formas de construcción de identidad y pertenencia. Ya existen vínculos con artesanos que se acercaron para ver cuáles eran los métodos que la población prehistórica usaba en esa zona para la cestería”, detalló. Por lo tanto, desde la mesa de trabajo se buscaron distintas alternativas para consolidar esos contactos y fortalecer el espacio, que también es apoyado por la Intendencia de San José. De esa forma, se apunta a “acercar a personas interesadas en las técnicas de cestería y arqueología con emprendimientos productivos que se están dando en la zona, y a la vez potenciar la identidad”, explicó la directora de Educación, y aclaró que para ello se trabaja con los científicos, se dan talleres y se hacen salidas al campo para identificar yacimientos.

“También estuvimos con el patrimonio de arte rupestre de petroglifos y pictografías en el norte del país, que están en riesgo, para ver cómo armar un red que pueda sensibilizar, vinculando a esos investigadores con las comisiones departamentales que tenemos en el norte y con los espacios de investigación. Nos estuvieron informando sobre cómo se hacen las salidas de campo, porque el problema de las pictografías o petroglifos es que es difícil identificarlos a simple vista para quien no es un investigador. Estuvimos viendo que por medio de los clubes de ciencia que están en todo el norte del país se pueda generar una concientización sobre qué es el arte rupestre, qué son un petroglifo y una pictografía. Y desplegar algo que con Primaria se ha trabajado muy bien: proyectos que salvaguardan patrimonio de identidad”, concluyó Angelo.