Si bien la propuesta es añeja y recurrente entre los docentes, tras una asamblea de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria de Montevideo (ADES Montevideo), el sindicato buscó generar una discusión pública sobre el acto de Jura de Fidelidad a la Bandera Nacional que ayer (o en los próximos días en aquellas localidades que tuvieron este miércoles alerta naranja) concretaron miles de estudiantes de primer año de liceo o UTU.
En un comunicado, promovían la derogación de la normativa en el entendido de que es “ilegal obligar a jurar fidelidad a un menor”, un juramento que implica “la defensa de la Constitución y las leyes, el honor y la integridad de la nación y sus instituciones democráticas, con su vida si fuera necesario”. Dicha nota fue bajada de la página web del sindicato porque faltaba la cita al libro Cual retazo, del docente Leonardo Borges, pero Javier Iglesias, dirigente de ADES, aseguró que la postura política se mantiene. Iglesias mencionó que el origen del acto es “bastante oscuro”, y se remonta a la presidencia de Alfredo Baldomir (1938-1942), con la aprobación de la Ley de Instrucción Militar, en 1940, que entre otras cosas establecía el servicio militar obligatorio. “Tiene su lógica en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, y se copia de prácticas de la Italia de Mussolini; es absolutamente inapropiado exigir ese juramento a chiquilines de 12 años”, añadió. La constancia de la Jura de la Bandera, además, se exige para continuar los estudios y también para la presentación en concursos públicos. “Es una obligación y termina condicionando tu trayecto académico y laboral”, cuestionó Iglesias.
El dirigente contó que se trasladó el planteo a la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria y, en función de cómo se considere, se podría incorporar a los temas de negociación colectiva con el Consejo de Enseñanza Secundaria.
Sin promesas
El colectivo Maestras Feministas también se sumó a la discusión sobre el tema, en este caso respecto del acto de Promesa de la Bandera, ritual que cumplen los niños de primer año de escuela todos los 19 de junio. En su cuenta de Twitter, las maestras escribieron un texto en el que proponen “Ni prometer ni jurar” una bandera que “Artigas nunca conoció. Las fiestas patrias y sus conmemoraciones en las instituciones deben ser puestas en discusión”. “Invitamos a las maestras a animarse a cuestionarlas, a buscarle las vueltas a la Historia”, dicen, y plantean rescatar “a las Melchora Cuenca, a las Juana Azurduy, a las Micaela Bastidas, a las Manuela Sáenz, a las Petrona Rosende. Rescatar a Ansina poeta, músico y guerrero. Y salvarlo de la imagen de ayudante y servidor”. Proponen “preguntar a niñas y niños cómo interpretan las frases del pasado con los ojos de hoy, y asombrarnos. Liberarnos como educadoras del discurso del respeto a los símbolos y su solemnidad, como si fueran sagrados e incuestionables”, a la vez que “respetar sí, las múltiples miradas sobre este tema y habilitarlas”.
El Consejo Directivo Central (Codicen) no ha discutido el tema, porque todavía no hay un planteo formal al respecto que haya llegado al organismo.
Uno de los primeros en cuestionar el planteo de los docentes fue el ex presidente y precandidato Julio María Sanguinetti, que consideró que la Jura de la Bandera es “la expresión simbólica de la fidelidad a la independencia del país y a su república democrática”, y opinó que el hecho de que los profesores propongan eso “es justamente una expresión de esa pérdida de destino del país”. En cambio, el precandidato frenteamplista Óscar Andrade se mostró a favor de la propuesta, y dijo en un acto en Río Negro que “defender la cultura abarca mucha más cosas que hacer jurar la bandera a los niños”.