El nombre de Pablo Carlevaro resulta una referencia ineludible a la hora de hablar sobre la historia reciente de la Universidad de la República (Udelar). Desde sus años de estudiante se convirtió en un gran luchador por la autonomía universitaria, lo que lo llevó a participar activamente en el proceso de elaboración de la Ley Orgánica de 1958, que justamente consagra a la autonomía como uno de los pilares de la institución, junto al cogobierno y la gratuidad. Si bien tuvo su inserción académica en la Facultad de Medicina de la Udelar, en la que fue un destacado docente y también decano, siempre apostó por la interdisciplina y fue clave en la gestación del programa Apex en el Cerro de Montevideo. De hecho, sus aportes trascendieron las paredes de la institución y siempre estuvo preocupado por que hubiera diálogo e intercambio de saberes con actores extrauniversitarios.

Buena parte de sus aportes están sistematizados en el sitio web www.pablocarlevaro.org, gracias a un grupo de allegados que después del fallecimiento de Carlevaro, en 2015, se preocupó por recorrer distintos archivos para que diferentes registros de su pensamiento estén disponibles en formato electrónico. Ese grupo se propuso también que el pensamiento de Carlevaro estuviera reunido también en forma de libro de texto, y de esa forma surgió La Universidad querida, que se presenta hoy a las 19.00 en el salón de actos de la Facultad de Medicina.

Según se explica en el capítulo de presentación de la obra, el título es el que Carlevaro había elegido para un libro propio en el que sistematizaría sus ideas, proyecto que finalmente no prosperó. En la presentación se señala que los aportes más significativos que hizo Carlevaro a la medicina pasaron por la combinación de esa disciplina con la matemática, por el impulso a la creación de la ingeniería biomédica, la investigación básica en cáncer, y también en biofísica. En suma, se destaca su preocupación por la salud mental y la atención primaria. Pero también se menciona sus aportes en tanto educador, ya que impulsó la enseñanza activa que pone al estudiante en el centro del proceso educativo y se lo define como un “universitario que luchó sin descanso por una universidad más democrática y al servicio del pueblo”.

La extensa obra tiene 600 páginas y en ella se abordan diversos ejes temáticos que, según reconocen los compiladores, fueron organizados en base a cierta arbitrariedad, ya que los temas se conectan unos con otros. Su concepción de la universidad, del Hospital de Clínicas, de la Facultad de Medicina, de la extensión universitaria y del programa Apex, aportes al debate educativo nacional y al ejercicio de los derechos humanos son algunos de los grandes temas sobre los que hablan varios artículos y cartas. También se abordan específicamente algunos pasajes relevantes de su vida, como su etapa estudiantil, la conexión con las luchas del movimiento obrero, la llegada de la dictadura y su exilio, pero además hay aportes a debates más actuales, como el generado por la aprobación de la actual Ley General de Educación o una discusión con el pensamiento “antiuniversitario” de José Mujica.

El grupo responsable de la sistematización y la obra está integrado por Laura Carlevaro, Agustín Cano, Rosario Cavagnaro, Edén Echenique, María Teresita Francia, Teresa Menoni y Gregory Randall.