El reclamo de mayor presencialidad en los salones de clase se hace sentir por parte de los padres de las escuelas públicas que exigen a las autoridades de la educación que revean los criterios de los protocolos sanitarios o encuentren alternativas para volver a la jornada completa. De hecho, convocan a una manifestación en la plaza Varela el miércoles 14.

Ante estos reclamos, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, comentó en varias oportunidades que la decisión final depende de las autoridades sanitarias. Según dijo a Subrayado y a El País, la decisión hasta el momento es esperar a que pase un tiempo desde los últimos “eventos sociales” en referencia a la Marcha de la Diversidad y a las elecciones departamentales que implicaron un importante movimiento de personas.

En respuesta a la propuesta de los padres de aumentar los espacios en los que se puede dar clase, usando clubes barriales o centros comunales, Silva dijo que “no se podrían alquilar esos espacios en todo el país”, y además subrayó que aunque se hiciera no habría suficiente cantidad de docentes para ocupar todos los grupos.

En todas las oportunidades Silva destacó que el país está “lejos del óptimo”, pero reivindicó que Uruguay sea de los pocos casos regionales en que se ha vuelto a la presencialidad en la educación.

En relación al pedido de los colegios privados para reducir a un metro el distanciamiento físico sostenido, en lugar de un metro y medio como establece actualmente el protocolo, Silva aseguró que se elevará la consulta al Ministerio de Salud Pública y al Grupo Asesor Científico Honorario. Según dijo a la diaria uno de los representantes docentes en el Codicen, Juan Pérez, en la educación pública las condiciones no son las mismas, porque en muchos centros la capacidad edilicia de las clases no permite llegar al metro cuadrado por estudiante, por lo que no se puede asegurar un mínimo de distancia prudencial.