Padres y madres de niños que concurren a la escuela pública se manifestaron este miércoles frente a la Torre Ejecutiva y entregaron una carta al presidente Luis Lacalle Pou, en la que le piden una reunión “para intercambiar acerca del retorno a la presencialidad plena de los 340.000 niños de la escuela pública”. Aseguran que la obligatoriedad fue una “solución a medias”, porque puso “paños fríos en la opinión pública respecto a la emergencia educativa”, pero no implicó mayor presencialidad. Si bien el Ministerio de Salud Pública autorizó a que cada centro educativo pueda flexibilizar el distanciamiento previsto en el protocolo y gestionar el riesgo, la Administración Nacional de Educación Pública todavía no tiene prevista una fecha para implementar ese cambio. Así lo informaron los consejeros en representación de los docentes, Juan Pérez y Óscar Pedrozo, que mencionaron que se debe evaluar las condiciones sanitarias de las últimas semanas.
El colectivo Familias Organizadas de la Escuela Pública reclamó en octubre en la plaza Varela por el retorno a la presencialidad plena en las escuelas, ya que en la mayoría de las escuelas públicas del país los niños siguen yendo a clase dos o tres veces por semana, excepto los grupos de sexto año, a los que se ha priorizado para que vayan todos los días.
En la nota marcan que las familias “hemos aportado nuestro compromiso, tiempo y recursos para la búsqueda de alternativas que posibiliten un retorno seguro al aula. Sin embargo, en contadas ocasiones hemos sido atendidas y nuestras propuestas evaluadas”, y entienden que la situación “es un tema de Estado en su rol de garante de los derechos de la ciudadanía”. Consideran que el lugar al que “se ha relegado a la niñez consolida la situación como una emergencia nacional”, y plantean que se busquen soluciones a corto y mediano plazo “con el fin de devolverles a niños y niñas el espacio escolar, que es educativo, pero también integrador, contenedor y social”.
Además, plantean su preocupación porque “si bien se han tomado medidas excepcionales para aportar al sector productivo, a la salud, al entramado social, no ha habido ni una sola conferencia de prensa donde se exponga un paquete de medidas orientadas a la educación, que dé cuenta de una planificación estratégica que implique la vuelta a clases en forma segura, la nivelación del sistema de educación pública que lleva varios días de clases perdidos, y un plan de retorno temprano y al 100% para el próximo 2021”.
Las familias recuerdan que las evidencias sobre los efectos adversos de esta situación para los niños “son contundentes”, y enumeran algunos: desvinculación educativa, déficit en el aprendizaje, alteración de hábitos, problemas de malnutrición, exceso de pantallas, exposición a situaciones de violencia doméstica, entre otros. “Las sugerencias del Grupo Asesor Científico Honorario conocidas públicamente en su informe de fines del mes de agosto van en ese sentido, advirtiendo sobre la imperiosa necesidad de aumentar la presencialidad en los centros educativos”, señalan, y recuerdan el “ofrecimiento de los científicos uruguayos del Institut Pasteur en testear las escuelas e ir monitoreando una posible propagación del virus de cara al 2021”.
“No podemos perder más tiempo, Sr. Presidente. ‘Las perillas’ deben volver a regularse poniendo foco en los niños de todo el país”, asegura el colectivo, que agrega que si bien hay medidas que requieren mayor presupuesto, “otras sin embargo requieren compromiso y voluntad política. Desde nuestro rol de familias ponemos nuestro mayor compromiso en la búsqueda de soluciones, queremos el mismo compromiso del Estado”.