El Programa de Maestros Comunitarios (PMC) cumplió en agosto 15 años y, más allá de su trayectoria, la iniciativa del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) se consolidó este año como el nexo entre las familias y las escuelas, cuando la emergencia sanitaria obligó a los docentes de aula a limitarse a la virtualidad, explicó a la diaria en el aniversario la coordinadora del programa, Ana Celia Lepera.
Este año 533 maestros trabajaron en 301 escuelas, alcanzando a unos 15.000 niños. Los dos objetivos de este año fueron “restituir el deseo de aprender en los niños”, que tuvieron experiencias que marcaron negativamente el proceso de aprendizaje, y “recomponer el vínculo de la familia y la escuela”. Por eso fue fundamental el trabajo pedagógico con los niños los adultos referentes.
“Sabemos que el foro ha sido siempre un momento de encuentro de los maestros comunitarios y se ha tomado como cierre de los diferentes años, por eso me siento muy feliz de poder hacerlo este año con Ceibal, ya que hemos podido trabajar de forma conjunta las dos instituciones a través del trayecto de formación”, indicó Lepera al dar la bienvenida al primer foro nacional del Programa de Maestros Comunitarios y Plan Ceibal, que se celebró de forma virtual el 2 de diciembre.
El trayecto de formación de Ceibal es una de las líneas estrategias de la institución, que tiene como objetivo fortalecer el rol docente, generar un dispositivo de trabajo grupal, trabajar con los recursos digitales y ponerlos a disposición. Ceibal ofrece los talleres en que participan los maestros comunitarios, y esto les permite, además de enriquecer su formación, convertirse en referentes de las comunidades en las que trabajan, destacaron distintas autoridades durante el encuentro.
Lepera señaló que 80% de los maestros comunitarios acreditaron en los últimos tres años el trayecto de formación, que tiene una estructura básica y central, pero que luego se adapta a las necesidades de cada territorio. Por su parte, Selva Pérez, inspectora técnica de Primaria, definió estas formaciones como “maravillosas oportunidades para que los docentes se encuentren con otros profesionales de otras disciplinas y que el encuentro permita desarmar la experiencia y analizarla en clave de reflexibilidad crítica”.