Por amplio margen, la lista 1000, que reunía a militantes estudiantiles de la Federación de Estudiantes de Formación en Educación del Uruguay (Fefeu) y el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (Ceipa), ganó la consejería estudiantil en el Consejo de Formación en Educación (CFE). Según el escrutinio primario de la Corte Electoral, esa nómina consiguió casi 50% de los votos (49,6%) y el resto de las listas –1015, 1025 y 1033– sumaron 22,09% de las voluntades. El restante margen se divide entre votos anulados, observados y en blanco.

Génesis Gallardo, consejera estudiantil electa por la lista 1000, dijo que el resultado remarca la necesidad que sienten en formación en educación de que a la hora de tomar decisiones “que nos afecten esté siempre presente la voz estudiantil”. “A eso apostaremos, a que la voz que llevemos a la consejería sea realmente representativa y sepa reflejar lo que queremos y defendemos; más allá de las diferentes posturas, ser capaces de reconocer eso que nos reúne en primer lugar, que es la defensa del estudiantado”, señaló, en diálogo en la diaria.

Asimismo, dijo que por amplio margen prima la “alegría”, porque el resultado fue “producto de un trabajo colectivo y a nivel nacional” que por primera vez reunió a los dos gremios estudiantiles. Al número “tan grande” de votos lo entiende “como una confianza” a quienes estaban en la lista y un “reconocimiento de lo construido” por las consejerías previas, “así como al valor de la organización estudiantil, a la vez que como un llamado a la responsabilidad que nos convoca a trabajar el espacio de la consejería de la mejor forma posible”.

“Apostaremos a que la voz que llevemos a la consejería sea realmente representativa y sepa reflejar lo que queremos y defendemos”.

Las reivindicaciones, dijo, siguen siendo las mismas: autonomía y cogobierno para la educación, acceso universal y una visión “realmente colectiva” para construir los espacios que los convocan, que “no se reduzca a regionalismos o necesidades particulares de tal o cual carrera, sino que apueste a defender a todo el estudiantado en sus lugares comunes y sus realidades diferentes”.

Al momento no tienen definido qué propuestas son las primeras que van a presentar apenas asuman el cargo de consejero estudiantil. Gallardo indicó que aún no se han reunido la Fefeu y el Ceipa para definir los primeros pasos en “un sentido más concreto”. “Sí tenemos claro que no estamos empezando desde cero, sino que el trabajo que perseguiremos en la consejería estudiantil recoge aspectos ya trabajados desde los y las consejeras anteriores. Hay propuestas que fueron elevadas y aprobadas que necesitan seguir siendo trabajadas, hay otras que quedaron pendientes y otras que surgen ahora, producto de nuevos añadidos a la plataforma construida que serán puestas sobre la mesa”, sostuvo la representante electa.

Más allá de esto, señaló que les queda continuar con acciones que apunten a que las propuestas a presentar en el espacio de la consejería “se construyan en diálogo constante y profundo con toda la masa estudiantil”, en el entendido de que su plataforma surge de “principios generales” que defienden, pero que “no deja de construirse en el día a día frente a la realidad y complejidades diversas que enfrentamos en nuestra formación”.

Desorganizados

El Ceipa denunció que por cuestiones logísticas hubo algunos estudiantes que no pudieron votar. El centro de estudiantes de profesorado exigió, en ese sentido, que la Corte Electoral (CE) no los sancione.

“Tenemos claro que no estamos empezando desde cero, sino que el trabajo que perseguiremos en la consejería estudiantil recoge aspectos ya trabajados por los y las consejeras anteriores”.

El sábado tuvo sus “altos y bajos” en lo que refiere a organización y desarrollo del acto electoral, comentó Gallardo. “Estuvimos en contacto con la CE desde semanas previas al sábado y, sin embargo, hubo información que nos llegó muy sobre la fecha y otra que resultó confusa, lo que se tradujo en que desde nuestras organizaciones no se pudiera difundir en tiempo y forma los datos básicos acerca de la modalidad de votación, por ejemplo”, apuntó.

Más allá de que, en principio, consideró que esos datos deberían haber circulado entre el estudiantado con “mayor tiempo y claridad”, sostuvo que muchos estudiantes “no se enteraron hasta un par de días antes de la elección que no podrían votar observado, de forma interdepartamental ni tampoco por correo”. Por lo tanto, se vieron “en la necesidad de trasladarse, al no haber llegado a tiempo para reclamar por errores en el padrón”, agregó.

Si bien se pusieron ómnibus y pasajes a disposición para quienes estuvieran en esta situación, hubo quienes “no sabían o no pudieron recurrir a ellos y tuvieron que desplazarse por sus propios medios, o quedar en situación de no poder ejercer su derecho al voto”, lamentó la consejera electa.

Gallardo denunció que también hubo casos en los que desde los mismos institutos se brindaba información errónea respecto de la votación observada o por correo, lo que generó “confusión”: “Desde la CE se decía una cosa y desde el instituto [de formación docente], otra. Incluso, planteó que en muchos lugares de votación faltaron listas al comienzo de la jornada, aspecto que va en detrimento del derecho a poner en el sobre realmente lo que se quiere y no verse en situación de elegir otra cosa sólo porque faltan opciones”, criticó.