Ante la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados, la titular de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), Graciela Fabeyro, informó que durante el cierre de las aulas, entre fines de marzo y junio, unos 3.000 adultos se inscribieron para el plan de alimentación escolar; entre esas personas hay 39 docentes que “han cobrado su prestación con su cédula de adulto”.
Según consta en la versión taquigráfica a la que tuvo acceso la diaria, la jerarca sostuvo que durante esos meses de no presencialidad hubo 13.000 nuevas inscripciones y que cuando se vincularon las listas, “encontramos que de esos supuestos nuevos inscriptos había más de 6.000 que ya estaban recibiendo la prestación”. Dentro de ese número, había unos 3.000 adultos, 39 de los cuales eran docentes.
“Se está haciendo la investigación, el seguimiento que corresponde para ver, primero, desde qué lugar se hizo la inscripción y hoy se está haciendo el cobro, en algunos casos. No es sencillo”, agregó. En conversación con la diaria, Fabeyro dijo que quieren “saber la situación” porque “los maestros no tienen que estar inscriptos, sólo los niños”.
Señaló, a su vez, que en el caso de los adultos se está haciendo el “seguimiento porque puede tratarse del padre” de algún escolar. “Quizá hubo padres que anotaron [en el Redpagos], en vez de al hijo, a ellos mismos. Lo mismo pasa con los docentes. Pueden ser docentes que de repente inscribieron al grupo o a hijos y, en vez de poner la cédula del niño, porque a veces no tienen, o para hacerlo más rápido, pusieron su cédula. Por eso se está haciendo el seguimiento”, detalló.
Aun así, Fabeyro aseguró que el plan de alimentación escolar tiene la “capacidad financiera” de atender todos los requerimientos. “Ningún estudiante, ningún alumno que lo requiera, ha quedado sin alimentación. Es muy importante decir esto”, afirmó, aunque admitió que hubo dificultades en la distribución de las transferencias, de los tickets y en el acceso.
Esto se complejizó por la pandemia porque se elevó “muchísimo el costo”. Según publicó la diaria semanas atrás, en comparación con el año pasado, casi 19.000 niños más fueron incluidos para recibir la prestación alimentaria. Es decir, actualmente se están otorgando 163.800 prestaciones, mientras que el año pasado se daban 145.000. Fabeyro explicó en la comisión que se debió modificar el sistema del comedor tradicional que básicamente atiende al alumnado.
Dijo que se tuvo que pasar transferencias de 36 pesos a 39 pesos para comedor común, y de 48 pesos a 50 pesos en la modalidad de tiempo completo.
“Todo esto varió, aumentó, pero se ha ido manejando en forma muy profesional y ha sido cubierto. Se cuenta con la cobertura, más allá de que siempre se está pidiendo la liberación presupuestal al Ministerio de Economía y Finanzas, a través del Codicen [Consejo Directivo Central], de las reservas presupuestales. También hay que decir que el impuesto de Primaria no ha tenido una disminución importante en el aporte que la población uruguaya está haciendo”, detalló la titular de la DGEIP.
En cuanto a las transferencias, se abrirá una licitación para que se presenten otras empresas, a los efectos de facilitar que las familias de los alumnos que están inscriptos en el plan puedan acceder a la prestación. Al 5 de junio, por este motivo, Fabeyro dijo que Redpagos devolvió a la Administración Nacional de Educación Pública unos 43 millones de pesos que no fueron cobrados por las familias. Agregó que esos vencimientos fueron prorrogados en varias instancias.
“Se devolvió a este organismo 43 millones de pesos, lo que equivalía, en ese momento, a 39% del dinero depositado en Redpagos. Quiere decir que 39% de los beneficiarios no retiró el dinero que tenía consignado allí. Adviértase que esto también genera gastos, transferencias, ocupación y preocupación, porque se trata de cifras muy importantes que el organismo transfiere. En el BPS [Banco de Previsión Social] es diferente porque el dinero queda en la cuenta. No se sabe cuándo se cobra, pero queda en la cuenta. Entonces, creo que esta devolución es muy importante”, apuntó. Por esto mismo, la DGEIP prorrogó hasta el 17 de julio varias prestaciones que se vencieron; había unos 16 millones de pesos sin cobrar.
Por otra parte, Fabeyro indicó a la diaria que por la alimentación se están “sobreocupando”, porque hubo cinco registros en lo que va del año. “Eso lo tienen que hacer los directores, los inspectores, estamos hablando de registros de 180.000 niños, registro que lleva mucha tarea. La tarea primordial de la educación no es la alimentación, son los aprendizajes, pero te resta trabajo. Horas y horas les insumen a ellos [directores e inspectores] hacer los registros sobre a quiénes entregan tickets y quién los distribuye a las escuelas; todo esto lleva a una logística para la que la educación no está preparada porque no es su tarea principal. Una cosa es comer todos los días en la escuela con las aulas abiertas, y otra ha sido la entrega de prestaciones con la escuela cerrada”, reflexionó.