Un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) concluyó que “parece adecuado” que el Programa Uruguay Estudia (PUE) continúe. Este programa permite terminar los estudios a jóvenes y adultos que habían desertado de la educación. Se puede culminar primaria, secundaria y formación docente mediante el trabajo con tutores que promueven una serie de encuentros para preparar los cursos y rendir la evaluación.

El Ineed, de todas formas, pidió que se atienda una serie de recomendaciones que “contribuirían con una mayor pertinencia y eficiencia de la intervención, allanando el camino para una futura evaluación en profundidad”.

En esa investigación el organismo constató que el PUE “responde a una necesidad o problema central que perdura” en el país, que es el “bajo nivel de culminación de ciclos educativos, que en 2018 se concretaba tan sólo en 43% de los jóvenes de 23 años”.

Los informes realizados por la Administración Nacional de Educación Pública arrojaron “buenos niveles” de promoción y acreditación de ciclos entre los becarios que están en el plan, que, según la investigación, “superan para la mayoría de las líneas de becas los guarismos registrados entre alumnos con extraedad tanto del CES [Consejo de Educación Secundaria, ahora Dirección General] como del CETP [Consejo de Educación Técnico Profesional, hoy también dirección]”.

En este sentido, hay indicios de que las becas de apoyo económico, en conjunción con las propuestas pedagógicas en las que se implementan, “contribuyen al menos en parte con la continuidad educativa de sus beneficiarios”.

Javier Lasida, presidente del Ineed, señaló a la diaria que con este informe se encontraron con un diseño del programa “muy insuficiente” en donde no estaban alineados los “componentes del programa y la lógica de la intervención; no estaba articulado”. Asimismo, comentó que al pago de becas le encontraron “muchísimas debilidades en procedimientos y criterios” y que hubo “problemas de focalización, gente a la que no le estaba llegando, que era la prioritaria”.

“Hubo un corrimiento del foco y una mala articulación de la lógica de pagos con el proceso educativo de los estudiantes, encontramos que para algunos estudiantes es importante el plan, especialmente para los que están en los sectores de más bajos ingresos, pero necesita un rediseño de todo el programa, de punta a punta, desde los objetivos, las formas de intervención, los criterios de selección de los participantes y algo que es muy importante que es la articulación con los centros educativos”, expresó.

Lasida sostuvo que recomendaron una “redefinición radical” que fue bien recibida por el Consejo Directivo del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), que solicitó el informe.

¿A qué exhorta el Ineed?

Según el informe, pide concretar la firma de un nuevo convenio interinstitucional. “Es importante que la conducción del programa se sustente en un espacio de diálogo interinstitucional y reflexión estratégica respecto a cada una de las etapas asociadas a la intervención; acordar criterios y mecanismos de control cruzado y rendición de cuentas entre las instituciones”, señala.

Asimismo, exhorta a revisar la teoría del programa, así como la “coherencia interna entre problema, propósito, fin y componentes”. Expresa que el PUE debe tener en cuenta la “alineación de estas definiciones con los cometidos” de cada una de las instituciones participantes, especialmente del Inefop.

Además, pide “revisar, justificar y documentar” la pertinencia de los diferentes tipos de becas teniendo en cuenta la “gran complejidad” que supone una estructura diversificada en 18 líneas de becas. En ese sentido, indica que debe definir y explicitar criterios para el “establecimiento del número de cupos a solicitar dentro de cada línea de beca”.

Entre otras recomendaciones, sugiere implementar herramientas que permitan “conocer el grado de satisfacción de los beneficiarios con relación a los servicios ofrecidos por la intervención, así como el uso que realizan del dinero de las becas a fin de obtener insumos para adecuar mejor las acciones a sus características y necesidades específicas. Implementar dispositivos de seguimiento luego del egreso, a fin de identificar si la participación en el programa se traduce efectivamente en una mejora de la empleabilidad o la inserción laboral”.

En este escenario, sostiene, al Ineed le parece “importante definir y priorizar” líneas de trabajo e implementar un plan de acción “a corto plazo” que se oriente en resolver los “puntos álgidos del programa, para luego emprender una evaluación en profundidad de la intervención que capitalice los hallazgos e insumos obtenidos en la presente evaluación preliminar”.