El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, defendió nuevamente este viernes la reforma educativa que impulsa el gobierno. En particular se refirió a los 50 inspectores que rechazan realizar capacitaciones a docentes sobre la nueva currícula por no contar con la información necesaria para hacerlo. “Los inspectores que tomaron esa actitud son menos de 10% de los inspectores en funciones, lo que quiere decir que 90% está de acuerdo”, lanzó.

“Por supuesto que existe el concepto de responsabilidades funcionales, que no tienen absolutamente nada que ver con el ejercicio de la libertad de expresión ni nada por el estilo”, dijo Da Silveira en Doble click, y agregó: “Esos señores cobran todos los meses a cambio del cumplimiento de ciertos deberes funcionales; si no les gusta que renuncien, que dejen de cobrar y que hagan lo que quieran”.

Insistió en que formar a los docentes es parte de su trabajo: “Si los inspectores no aceptan la responsabilidad de tutorear a los docentes, ¿a qué se dedican?; ¿por qué cobran el sueldo?; ¿cuál es su responsabilidad? Me parece que hay que asumir que uno es inspector y eso conlleva una serie de responsabilidades funcionales y en particular responsabilidad respecto al conjunto de docentes”.

Consultado por la falta de información que aducen los docentes, el ministro respondió que “todo lo que está listo se conoce, no se esconde nada, obviamente se está en un proceso de elaboración, se van cumpliendo etapas. Todos los procesos de cambio son así, no tiene nada de raro”.

A su entender, la crítica al proceso “es algo que pasó siempre. Estos que se oponen son los que se oponen siempre, los sindicatos de formación docente se oponen a la transformación, lo que quiere decir que prefieren que siga vigente el plan actual de formación docente, que es de 2008, pero cuando ese plan se instaló también se opusieron”.

Da Silveira aseguró que “no hay una gran discrepancia, hay un sector minoritario, muy movilizado y dispuesto a hacer cosas que salen en la prensa, que se están oponiendo. Luego hay una cantidad muy grande de docentes que están a favor y los datos de adhesión a los paros muestran que la gran mayoría no se suma a esas actividades. Nuestra experiencia de todos los días de recorrer el país es que hay muchísimos docentes que dicen que tenemos que cambiar y que sigamos adelante”.

El ministro también apuntó contra los sindicatos que se manifiestan en contra de esta reforma, por entenderla inconsulta y apurada. En particular apuntó contra los militantes estudiantiles que se han movilizado en distintas marchas y convocatorias en los últimos meses, una actitud que, según el ministro, es compartida sólo por una pequeña parte de la comunidad educativa.

“Los sindicatos no están de acuerdo, pero cuando llaman al paro resulta que casi dos tercios de los docentes van a trabajar. Tengamos todos esos datos en cuenta, los más llamativos y los menos, que son enormemente significativos, para entender lo que está pasando. Los que protestan, además, ya estamos llegando a una situación de caricatura: este señor de barba que aparentemente es estudiante de formación docente estaba el otro día en la puerta de la Universidad de la República escupiendo a una persona que quería pasar en un auto y ayer estaba en un ‘Cara a cara’ de Robert Silva, yo me pregunto: ¿de qué vive ese señor?”, se preguntó.

Da Silveira insistió: “Milita las 24 horas del día, todos los días de la semana, entonces ojo con comprar visiones que de alguna manera son las que quieren que compremos acerca de esta situación. Cuando uno mira con detalle se da cuenta de que es diferente, y eso sin contar con el inmenso apoyo ciudadano que hay a esto, una amplísima mayoría de los uruguayos que nos pide que cambiemos la educación y lo hace de manera muy consistente”.

El vocero del Centro de Estudiantes del IPA, Maximiliano Santos, respondió en su cuenta de Twitter estos comentarios del ministro. Escribió que Da Silveira “cuestiona la posibilidad de un estudiante de reivindicar sus derechos más allá de que esté en un lugar y en otro. Acaso el ministro directamente no quiere que nadie proteste? Todos dejamos de ser alumnos por ir a una movilización? Decepcionante”.