Este viernes, como punto final de la quinta edición de la semana de la reducción de riesgos impulsada por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) y en el marco de la iniciativa “Desarrollando ciudades resilientes” por el Día Internacional para la Reducción de Desastres decretado por la Organización de las Naciones Unidas el 13 de octubre, se llevó a cabo el evento “Escuelas seguras, comunidades resilientes”. Niños y niñas de distintas escuelas del interior del país presentaron, en el salón de actos de la Torre Ejecutiva, los resultados de sus trabajos de análisis y detección de riesgos en sus respectivos centros educativos.

Los proyectos y videos que desarrollaron los alumnos surgen de los talleres que dio el Sinae en 11 municipios de ocho departamentos del país, donde se presentó la Guía de Implementación del Índice de Seguridad Escolar de Unicef, “una herramienta de autoevaluación institucional que mide las condiciones de seguridad del centro educativo ante la probable ocurrencia de un evento generador de daños”, según consta en la web del Sinae.

La idea es “obtener información confiable que provea a los gobiernos locales elementos e información para planificar, coordinar y ejecutar acciones oportunas y efectivas en la gestión integral de riesgo de emergencias y desastres, apostando a una comunidad más resiliente y segura”.

Desde Rivera participaron niños y niñas de las escuelas de Vichadero, Minas de Corrales y Tranqueras. En la primera, por ejemplo, se detectaron árboles añejos en los alrededores del centro, que podrían ser pasibles de incendios, así como deterioro físico de los salones; para esto, se creó un “comité de niños” para gestionar los acuerdos dentro de la institución. Asimismo, los niños de Minas de Corrales hicieron una encuesta a maestras y alumnos sobre los riesgos que observaban en la escuela, que arrojó 65% de preocupación por las malas instalaciones eléctricas y la posibilidad de generación de incendios.

Lo mismo se repitió en la presentación de la escuela de Guichón, del departamento de Paysandú, y en la escuela de Ciudad del Plata, en San José, donde la instalación eléctrica en el primer caso y la forestación que rodea la zona en el segundo fueron una de las mayores preocupaciones presentadas. Para esto, en ambas escuelas se hicieron simulacros de evacuación y en Ciudad del Plata los alumnos hablaron con una arquitecta de la Administración Nacional de Educación Pública para ver cómo readecuar la estructura de la escuela.

Así también lo manifestaron niños de la escuela de Bella Unión, en Artigas, y de La Paloma, en Rocha. En la ciudad rochense, además, detectaron que hay un patio “muy chico”, por lo que propusieron al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca que se ceda un predio lindero a la escuela.

La escuela de Mataojo, de Salto, organizó encuentros con bomberos y capacitación en situaciones de incendios, mientras que la de Villa Constitución, del mismo departamento, dividió a los alumnos en tres áreas: biológica, para la atención de enfermedades; meteorológica, para la prevención de desastres ambientales; y social, para trabajar temas como el bullying.

Mientras tanto, en la escuela 52 de la ciudad de Young, en Río Negro, organizaron un simulacro con los casi 500 niños de la escuela, así como la realización de “mantelitos” para llevar a sus casas con medidas de prevención de incendios en el ámbito doméstico.

De esta forma, las maestras y alumnos cerraron la semana impulsada por el Sinae con la entrega de placas y reconocimientos por parte del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.