Este martes, en la sala Alba Roballo del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, anunció el comienzo de las postulaciones para las becas para estudiantes de formación docente, uno de los puntos calientes de los reclamos del estudiantado del sistema público de Formación en Educación.
De acuerdo a lo esbozado por el ministro, en 2023 se volcará un fondo de 150 millones de pesos para becas de estudiantes de formación docente, tanto del ámbito público como el privado. “Esto es el fin de un proceso largo, que empezó con la aprobación de la ley de urgente consideración” (LUC) y que, a través de recibir los recursos necesarios en la Rendición de Cuentas, tiene como fin “premiar la continuidad y la calidad de los estudios por parte de estudiantes de todo el país que sigan programas de Formación en Educación”, señaló.
Las becas que se ofrecerán el año entrante están dirigidas a estudiantes de cuarto año de magisterio o profesorado de enseñanza media de todo el país, independientemente de si la institución es pública o privada. Dentro de las condiciones a cumplir, da Silveira explicó que el estudiante debe tener tercer año terminado al 1 de marzo del año que viene y que “al menos” debe tener aprobada una materia, un curso o un examen entre julio de este año y el 1 de marzo de 2023. La carrera que esté estudiando, además, debe haber iniciado el proceso de reconocimiento del carácter universitario al 1 de marzo del año que viene, algo definido en la LUC y reglamentado luego por el MEC.
El ministro especificó que el monto de la beca dependerá de cuántos cursos le queden al estudiante. El máximo mensual que se otorgará es de 3.318 Unidades Indexadas, que a la fecha equivalen a 18.500 pesos uruguayos. Esta suma será la que se otorgará si durante 2023 el estudiante realiza todos los cursos y se dará en nueve pagos corridos desde marzo a diciembre. Según da Silveira, este monto “es más del doble de las becas que existen hoy en formación docente”.
Por otro lado, si el estudiante cursa más de la mitad de las materias de cuarto año recibirá siete pagos, si es la mitad o un tercio serán cuatro pagos y si es menos de un tercio le otorgarán tres pagos. “Todo esto va orientado a fomentar la continuidad y el buen ritmo de desarrollo de los cursos”, aseguró el jerarca. Justamente, por la promoción de la continuidad educativa es que priorizarán a los estudiantes a los que les falten más materias por cursar que a quienes les queden menos.
Según da Silveira, a cambio de las becas el estudiante “se tiene que comprometer a dos cosas”: por un lado, a “hacer al menos dos cursos de un conjunto de cursos online que el MEC va a estar ofreciendo el año que viene para dar la prueba de certificación”, y el segundo compromiso “es rendir la prueba de certificación”.
La cantidad de apoyos que se otorguen dependerá del tipo de beca que reciban, pero según la estimación presentada por da Silveira, en 2023 se otorgarán poco más de 1.500 becas. “Estaríamos llegando con apoyo económico a la mitad de estudiantes”, estimó, bajo el supuesto de que 50% de quienes tengan el apoyo reciban la beca total y la otra mitad montos menores.
Por otro lado, mencionó que al inicio habrá contralores vinculados con la escolaridad previa, que “es un elemento que se va a tener en cuenta en la selección”. También dijo que los controles tendrán que ver con la situación familiar del hogar, que “va a influir mucho en el proceso de otorgamiento de becas”. En otro orden, se corroborará que el estudiante realice los cursos complementarios del MEC durante todo el período -que estarán disponibles también para los estudiantes sin becas-, además de “seguir avanzando en los cursos”.
En 2024 las becas se extenderán a los estudiantes de tercer año, que deberán tener todas las materias de segundo año aprobadas. Según el ministro, para entonces “los recursos aumentarán muy significativamente”. Por otro lado, afirmó que las becas anunciadas son “el primero de los apoyos económicos” que estarán impulsando desde el MEC en coordinación con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
La previa
A mediados de setiembre, estudiantes de Formación en Educación tuvieron una mesa de negociación con integrantes del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP,, y uno de los principales reclamos fue que los estudiantes del sistema público de formación docente tengan mayor acceso a becas, algo que no tuvo una respuesta concluyente en su momento.
Luego, da Silveira confirmó a El País que a partir de 2023 la cartera pretendía otorgar becas de entre 400 dólares y 500 dólares para aquellos estudiantes de Formación en Educación que estén en el último curso de la carrera, con el fin de que “puedan estudiar sin preocuparse por generar ingresos”.
En este marco, el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (CEIPA), rechazó en su cuenta de Twitter que los estudiantes de instituciones privadas también puedan acceder a las becas. Según plantearon es “completamente incomprensible que se destinen recursos públicos a tales fines cuando la propia educación estatal ya tiene una enorme carencia en tal sentido”.
Asimismo, rechazaron que las becas se otorguen únicamente a estudiantes de tercer y cuarto año y que sean de Magisterio y de Profesorado, “ignorando, por lo tanto, a las otras carreras de Formación en Educación”.
...Magisterio de Primera Infancia, Profesorado y tres Técnicas, tenemos propuestas concretas basadas en datos.
— CEIPA (@CeipaEnLucha) September 15, 2022
Uno de nuestros reclamos es que se otorguen más becas para estudiantes del sistema público de Formación en Educación.
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En diálogo con la diaria, Georgina Bustelo, integrante del CEIPA, en ese momento explicó que el estudiantado entiende como “mínimo necesario” que el 15% de los estudiantes en general puedan acceder a becas, aunque “de todas formas sigue siendo muy poco”.
Además, dijo que “el problema” de que las becas anunciadas por Da Silveira vayan a ser solo para los estudiantes de tercero y cuarto año “es que van a los que ‘seguro’ se van a recibir”, a lo que se le suma “la exigencia de la titulación”, aspecto con el que discrepan.
Sobre ambos puntos, da Silveira dijo a la diaria que este año se están “focalizando en los de cuarto” y que estarán “muy por encima del 15%”. Hacia 2024, también con tercer año, afianzó que “aspiramos a estar por arriba del 15%”.
Por otro lado, manifestó que están pensando la posibilidad de que las becas ya existentes en el Consejo de Formación en Educación (CFE) -que rondan los diez mil pesos durante ocho meses del año y no son sustituidas por las anunciadas a la fecha-, “se concentren en primero y segundo, y las del MEC en tercero y cuarto”.
En la sesión del 13 de setiembre de la Comisión de Presupuesto Integrada con Hacienda de Diputados, uno de los consejeros docentes del Codicen, Julián Mazzoni, especificó que durante la mesa de negociación los estudiantes de Formación en Educación plantearon que las becas “se redistribuyan” y que “sean controladas directamente” por el CFE. Sin embargo, da Silveira especificó que tal y “como se hace con las becas para educación media”, estarán bajo la órbita de la Dirección de Educación del MEC y no del CFE.
La relevancia de las becas
Génesis Gallardo, exconsejera estudiantil en el CFE, aseguró a principios de setiembre en sesión de la Comisión Educación y Cultura del Senado que “muchos de los problemas de formación en educación que tienen que ver con el egreso no tienen que ver necesariamente con la malla curricular”, sino que se pone en juego “la condición socioeconómica de los estudiantes”.
Narró que el CFE tiene “estudios que señalan que los estudiantes becados tienen dos chances y media más de aprobar y terminar sus carreras que aquellos estudiantes que necesitan una beca y no la tienen”.
En ese sentido, sentenció que “poder ampliar la cantidad de becas para la formación en educación es central; es muy importante”, ya que “la cantidad de gente que solicita becas es muchísimo mayor a la cantidad de becas que efectivamente se dan”.
Durante la sesión, el presidente del CFE, Víctor Pizzichillo, respondió que “el tema de las becas ha sido una preocupación de este consejo desde el ingreso, porque nosotros teníamos becas que se estaban dando que no estaban específicamente financiadas como tales, sino que de acuerdo a cómo se administraban los recursos, se generaban los recursos y de ahí salían becas, que a veces venían de otros rubros, incluso de algún recorte de otros tipos de becas”.