“Creemos que es un congreso muy potente porque reafirma el carácter propositivo de la Federación [Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes)] y su defensa de la educación pública”, aseguró a la diaria el secretario general, Emiliano Mandacen, al respecto del segundo Congreso Extraordinario de Políticas Educativas que tuvo lugar durante el fin de semana.

Con una jornada en la tarde del viernes, otra durante el sábado y una última desde la mañana hasta la media tarde del domingo, los docentes de secundaria se reunieron en la sede del PIT-CNT y en la Asociación de Funcionarios Judiciales para elaborar propuestas de políticas educativas de forma colectiva.

Según contó Mandacen, hubo una participación “muy importante” de todas las filiales y un “trabajo bastante profundo y muy fecundo” en las comisiones y posteriormente en el plenario. Aun así, comentó que el viernes la presencia “mermó un poquito” debido a la negativa –48 horas antes de que comenzara el Congreso– de la Dirección General de Educación Secundaria a que los docentes que asistan al encuentro tengan la falta justificada. Para el secretario general, la decisión de Secundaria fue “un capítulo más de la falta de seriedad y de respeto a los espacios democráticos y representativos”.

Sin perjuicio de ello, entre otros puntos que según especificó Mandacen darán a conocer en el correr de la semana, en el Congreso se acordó redoblar esfuerzos para la “concreción de un gran Congreso del Pueblo” en el que impulsarán diversas iniciativas, de acuerdo a la declaración final emitida por Fenapes.

Una de las iniciativas es la propuesta de “autonomía y cogobierno con rango constitucional para todos los entes autónomos de la educación”. Asimismo, pretenden la incorporación en la Constitución de “un piso presupuestal para dichos entes de un mínimo de 6% del PIB y/o un porcentaje equivalente del Presupuesto Nacional”. Por último, se decidió “cortar cualquier lazo con organismos internacionales de crédito que incidan en la política educativa y/o empresas que condicionan los aprendizajes, como forma de recuperar la soberanía nacional en nuestra educación pública”.

Si bien el Congreso del Pueblo convocado por el PIT-CNT se llevará a cabo el año entrante, Mandacen dijo que “ya comenzó” y que el Congreso realizado este fin de semana se enmarca en él. “Nos parece una instancia fundamental para generar el debate y construcción de un programa alternativo, que vaya orientado a la construcción de un modelo de igualdad, muy por el contrario de lo que está pasando ahora”, esgrimió. 

En tanto, se acordó también recorrer el país –aunque aclaró que ya se está haciendo con las Intersociales– “para ir escuchando a la gente, conocer cuáles son sus dificultades y que además comprendan que es fundamental la construcción de un programa alternativo”, señaló Mandacen.

Según delineó, la idea central es que en alianza con los gremios estudiantiles, la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay, cooperativas de vivienda, organizaciones barriales, entre otros, se dialogue con la gente sobre el hecho de que “en un marco de recortes no se puede transformar la educación, y lo que está en juego es el acceso democrático al conocimiento”. Los ejes acordados en el congreso serán puestos a consideración del movimiento sindical y de la población, y en función de ello estarán abiertos a ser reelaborados antes del Congreso del Pueblo.

Otros puntos acordados

En la declaración del sindicato se informa que durante las jornadas del fin de semana también se presentaron “nuevas investigaciones que documentan con evidencias los procesos de mercantilización y privatización de la educación en nuestro país”, como el libro La política educativa en Uruguay. Experimentos y alianzas empresariales para lucrar con el derecho a la educación.

Por otro lado, manifestaron su “más profundo rechazo” a la reforma educativa de la Administración Nacional de Educación Pública, ya que la consideran “un profundo retroceso”. Al mismo tiempo, aseguraron que “se recorta presupuesto, contenidos y derechos, transformando la educación en un bien de mercado en lugar de un derecho, siendo un componente más del ‘modelo de la desigualdad’, acentuándolo mediante la subordinación del conocimiento a la competencia y a la educación a un ‘saber hacer’ con independencia del conocimiento socialmente acumulado a lo largo de la historia, negándoles a los y las estudiantes la posibilidad de acceder a él”.  

En este marco, Fenapes esgrimió que se le impone “asumir una actitud política de ‘antagonismo sin consenso’ ante el actual proyecto ideológico y político que implica este ‘modelo de la desigualdad’ impulsado por el gobierno, y que tiene en las regresivas propuestas de transformación educativa y de reforma de jubilaciones y pensiones un capítulo más”. Para ello, llevarán adelante “todas las medidas políticas y organizativas y de movilización que permitan expresar masivamente nuestro rechazo y resistencia al mismo” junto a los sindicatos, gremios y la población.