Este fin de semana muchas familias definieron instalarse en la puerta de distintas escuelas públicas para obtener un lugar en cursos de primaria el año que viene. Algunas de las filas iniciaron el sábado y, con reposeras, alimentos y bebidas, se prepararon para permanecer en el lugar hasta el lunes, cuando desde el centro educativo les prometieron que comenzaría la entrega de números para la inscripción.

El colectivo Familias Organizadas de la Escuela Pública (FOEP) difundió un comunicado de un grupo de familias del Jardín 213 Enriqueta Compte y Riqué, en el que plantean “preocupación e indignación” por la situación. En particular, denunciaron que se encontraron con “nula o poquísima capacidad” para inscribir a los niños en primer año en escuelas de Tiempo Completo y Tiempo Extendido cercanos al jardín.

El problema no es nuevo y se genera principalmente con quienes buscan anotarse a una escuela pública y provienen de un centro de educación inicial que no tiene continuidad en primaria o de la educación privada. En la mayoría de los casos, los centros de primaria más demandados tienen extensión del tiempo pedagógico, pero también se registraron filas en escuelas comunes, como la Simón Bolívar.

En el comunicado, las familias del Jardín 213 señalan que anualmente más de 100 niños egresan de ese centro educativo y este año realizaron un relevamiento de las escuelas públicas de la zona en las que sus hijos pueden continuar su trayectoria educativa. Según denuncian, la respuesta que recibieron en 13 escuelas cercanas es que no hay cupos, salvo que se cumpla con alguno de los criterios de priorización, como contar con hermanos en el centro educativo en el que se buscan anotar.

Las familias cuestionan que existieron importantes diferencias en las respuestas de las escuelas sobre las modalidades de inscripción: “Mientras algunas darán número el día previsto, otras comienzan a darlos desde antes; mientras unas aseguran que el orden de llegada no garantiza cupos, otras conminan a los referentes a obtener los primeros números a riesgo de no conseguirlos”, señalan, y mencionan el caso de escuelas que, “con anticipación de meses, ya 'reservaron' algunos cupos de manera completamente discrecional y poco transparente”. Además, algunos centros indican que las inscripciones “serán condicionales a través de la plataforma Gurí” y otros “comunican que las inscripciones serán en cada una de las escuelas”, lo que hace que las familias tengan que “disociarse” para encontrar un cupo disponible.

En su caso, optaron por el Jardín 213 por su propuesta pedagógica, que es de tiempo completo. En ese sentido, consideran “un sinsentido” que haber elegido inicialmente el jardín “condene las oportunidades” de los niños y que no se dé una derivación directa a los centros educativos de la zona de incidencia directa. Según afirman, toda esta situación genera “incertidumbre, angustia y desazón”.

En busca de solución

Entrevistado por Canal 5, el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, aseguró que las familias “tendrán cupo en la educación pública”, aunque no es posible garantizarlo en los grupos de primer año de las escuelas que ya tienen educación inicial. Además, dijo que en muchas de las filas que se generaron fuera de los centros educativos inspectores de Primaria se acercaron a explicar que el orden de llegada no asegura tener prioridad en la inscripción.

Según aclaró la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), en primer lugar se prioriza a quienes cursaron el año anterior en el centro educativo, en segundo lugar a quienes tienen hermanos en el centro, en tercer lugar por el nivel educativo del adulto referente y, finalmente, en función de si estos referentes poseen o no ocupación remunerada. Por su parte, la DGEIP instó a las direcciones escolares a realizar las preinscripciones a través de la plataforma Gurí e informar a las familias que el orden de llegada no es un criterio para priorizar el ingreso de un niño a una institución.

En diálogo con la diaria, el actual director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa por el Frente Amplio y exconsejero de Primaria, Pablo Caggiani, señaló que el problema existe desde hace tiempo y “es real”, pero planteó que podría haberse previsto de otra forma. En particular, cuestionó que se siga dependiendo de instancias presenciales para realizar la preinscripción, más allá de que la inscripción tenga que hacerse en esa modalidad, ya que es necesario presentar distinta documentación. En particular, dijo que Primaria cuenta con medios electrónicos para sondear las preferencias de las familias y “no tiene sentido dar número”, porque la ANEP tiene que saber dichas preferencias e inscribir a los niños con algún criterio. En caso de que la familia pretenda que la inscripción se concrete en otro centro, podría ir a otra escuela para ver si hay cupos, pero no propiciar ese mecanismo en una primera instancia, consideró.

Al respecto, Silva admitió que Primaria cuenta con sistemas informáticos que permitirían una inscripción digital y es algo que planteó a la DGEIP para incorporar a partir del año que viene.