Tras el desalojo del lunes pasado a docentes sindicalizados en la Asociación de Funcionarios de UTU que reclamaban a raíz de “recortes” en las horas docentes y en los grupos para estudiantes, la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) se solidarizó con el gremio docente y aseguró que “es muy triste” que los centros educativos públicos se hayan vuelto, “cada vez con más frecuencia, lugares hostiles para las y los educadores que allí trabajan”.

En ese sentido, señalaron en un comunicado que las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública, “muchas veces con participación o apoyo del MEC [Ministerio de Educación y Cultura] o de actores parlamentarios, han transformado a las instituciones educativas en lugares de miedo, vigilancia, sospecha y persecución”.

Es por eso que, para ADUR, el ejercicio de la libertad sindical “está amenazado” y la libertad de cátedra “en entredicho”. “La posibilidad de expresarse y protestar debe sortear censuras previas y persecuciones posteriores. Los docentes se enteran por Twitter de lo que pasará con su programa educativo y al día siguiente por el mismo medio leen un desmentido parcial. La incertidumbre sobre el futuro de programas y proyectos educativos, sus estudiantes y docentes, es el clima habitual en las instituciones, al punto de que pareciera que se trata de una estrategia de gestión y precarización”, asegura el documento.

Para el sindicato universitario, el presupuesto para la educación se encuentra “congelado” y el salario real docente tuvo una “nueva caída”. Además, apuntó contra la ley de urgente consideración dado que “importantes espacios de construcción colegiada” han sido suprimidos. “A falta de ideas educativas, aumentan las normativas, circulares y proyectos de ley de orientación represiva”, indicaron, y concluyeron: “La fuerza del garrote sólo evidencia la debilidad de las ideas. Los docentes de toda la educación estamos unidos para sostener la fuerza de las ideas en defensa de la educación pública”.