La Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) denunció esta semana que se han registrado errores en el ordenamiento de las intérpretes de lengua de señas uruguaya (LSU) de Montevideo y Canelones a raíz de que se aunaron ambas listas, lo que provocó que se retrasara la elección de horas. Según Afutu, estos “errores” fueron advertidos a fines del año pasado “respetando” los plazos institucionales, pero desde la Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGETP) entienden que no fue así, sino que esto ocurrió el 17 de febrero, a casi tres semanas de comenzar el año lectivo.

Por otro lado, el sindicato sostiene que “no se solicitaron” la totalidad de horas de intérpretes para todos los estudiantes sordos inscritos, como también pasó con los estudiantes de la modalidad de continuidad educativa. El sindicato indicó que les resulta “imperante” informar que “tales problemáticas afectan no sólo a los estudiantes sordos que aguardan por su intérprete para comenzar el año lectivo”, sino también a los propios docentes de UTU, que “dependen” de esas horas para su “continuidad laboral”.

Mariné González, intérprete de lengua de señas e integrante de Afutu, comentó a la diaria que desde que empezaron a trabajar en UTU, en 2005, siempre eligieron las horas sin problemas: “Íbamos a la dirección de la UTU, firmábamos la declaración jurada y así seguía funcionando”, explicó. Sin embargo, hace dos años en Montevideo no firmaron en esa dependencia, sino en la oficina de Gestión Educativa, y ahí ocurrió el “meollo del problema”.

González indicó que cuando notaron la irregularidad, los profesionales hicieron “el reclamo pertinente” y algunos fueron respondidos afirmativamente, por lo que en cada instancia en la que se detectaron errores hubo que volver a armar el escalafón que los ordena de cara a la elección de horas. “Así unas tres veces. El 14 de diciembre del año pasado presentamos una nota en colectivo explicando la situación, pero nunca nos respondieron”, señaló.

Visto que no hubo respuesta, el 4 de febrero hicieron nuevamente el reclamo y les pidieron que anotaran qué intérpretes no tenían que estar en la lista. El 17 de febrero respondieron esa nota, pero llegó el 2 de marzo -a cinco días del comienzo de clases- y no habían recibido respuestas. Dado que el escalafón para los trabajadores estaba “mal hecho”, desde UTU decidieron que quedara sin efecto la elección de horas. “No fuimos nosotros, fueron ellos”, apuntó la intérprete.

González sostuvo que desde la DGETP los acusaron “no querer elegir horas” y que, por lo tanto, la “responsabilidad” de la situación recaía en los trabajadores; empero, la profesional aseguró que “no es así”, ya que los errores fueron cometidos por la administración. “Hay intérpretes con ganas de elegir horas, nosotros trabajamos desde el 1° de marzo hasta el 28 de febrero, tenemos un contrato de un año. Ahora tenemos la baja del BPS, no tenemos Fonasa, los que no tienen otros trabajos perdieron los derechos sociales. Queremos trabajar, sabemos que nosotros trabajamos porque hay alumnos sordos. La consecuencia es que hay alumnos que empezaron las clases sin intérpretes”, afirmó.

Se estima que entre 30 y 40 alumnos de Montevideo se quedaron sin intérpretes “y un poco más en Canelones”. Según la carga horaria, con 36 horas de trabajo un intérprete puede dividirlas “en paquetes” y trabajar con hasta dos o tres estudiantes, lo que también depende de la carga horaria de la modalidad de cursada.

La trabajadora insistió en que al no tener intérpretes durante el comienzo del año, los estudiantes “están en un estado de inequidad” en comparación a sus compañeros de aula.

La pasada

Juan Pereyra, director general de UTU, aseguró que “este es un problema que se ocasionó en la administración anterior por una decisión en la que juntaron a todos los intérpretes de Montevideo y Canelones”. En diálogo con la diaria, indicó que el 17 de febrero de este año los intérpretes presentaron su reclamo, por lo que tuvieron que “hacer un estudio” y no pudieron seguir adelante para la designación de horas.

Según Pereyra, el 3 de marzo se notificó de la resolución y los trabajadores solicitaron que se suspendiera la elección de horas prevista para días después. “Eso fue detenido por esa decisión anterior y un reclamo presentado en esa fecha, por eso hoy no hay intérpretes”, apuntó.

El jerarca indicó que la dirección general respondió que iban a acceder a la solicitud de los trabajadores, que era separar la elección de horas de Canelones y Montevideo, pero que esto “lleva tiempos legales”. En ese marco, aclaró que se suelen esperar unos diez días para reconfirmar cada puesto por si hay reclamos. Ahora, tras este pedido, decidieron adelantar el proceso: el reclamo se podrá hacer en los próximos tres días y no en diez, para “acelerar los tiempos”, de manera de que si hay algún reclamo se conteste e inmediatamente se haga la elección de horas. “Para hacer eso necesito contar con el beneplácito de los posibles reclamantes”, dijo Pereyra, que espera que el problema se solucione en los próximos días.

Por último, consideró que quedó “muy preocupado” por los alumnos sordos, porque comenzaron las clases sin intérpretes. “No fue culpa de esta administración, porque si este reclamo lo hubieran presentado en otro momento, hubiéramos tenido el problema solucionado”, dijo. Al ser consultado sobre si el año pasado se presentó el mismo problema, dijo que no tenía esa información, pero pidió no olvidar que en 2021 se estaba en “plena pandemia” y “no había presencialidad”, lo que pudo haber sido clave para que no haya habido reclamos en ese momento. “Si los hubiera habido, capaz que se resolvió y no pasó por la Dirección General, pero tengo idea de que no”, concluyó.

Falta de intérpretes en Liceo 75

La Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo denunció la falta de intérpretes de LSU que atiendan a los estudiantes sordos del Liceo 75 para personas con extraedad, que comenzaron las clases el 14 de marzo. Si bien en un comunicado ADES advierte que vienen denunciando problemas en Secundaria “desde hace años”, sostienen que la situación empeoró en 2021, cuando cambiaron las condiciones de trabajo de los intérpretes “sin negociación previa o notificación en tiempo y forma”. Además, denuncian que en la Dirección General de Educación Secundaria se está discutiendo un nuevo perfil del cargo para esos profesionales, pero para ello se conformó una comisión que no incluye a ningún intérprete, que son los “idóneos en el tema”.