“La dirección del liceo rural de Piedras Coloradas solicita la colaboración de insumos para el comedor, ya que aún no hemos recibido la partida de este año y no hay fecha de envío. Necesitamos papa, morrón, cebolla, zapallo, boniato, arroz, fideos, pulpa de tomate, carne”, dice una nota que se viralizó en las redes sociales. La carta está fechada el 5 de abril, casi un mes después del inicio de clases, y no es el único liceo que se encuentra en esa situación.
El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, se refirió al tema este jueves, y aseguró que “se tergiversó la intención que tuvo la directora” y, en ese sentido, se buscó dar a entender “que no se da comida en los liceos rurales”. El presidente del Codicen explicó que la mayoría de los liceos rurales no tienen comedores y que el de Piedras Coloradas recibe una partida de alimentación porque es de tiempo extendido, igual que otros 36 centros de todo el país. “Los que conocemos el interior sabemos que muchas veces las cosas se atienden no sólo con lo que el Estado le da, sino con las colaboraciones de los padres. Eso es lo que sucede en este y otros centros”, sostuvo Silva.
De todas formas, el jerarca dijo que los centros educativos están en fecha de recibir la partida. Según informaron a la diaria desde la Dirección General de Educación Secundaria (DGES), la demora en el pago se debe a motivos de gestión. Al respecto, se detalló que hasta el año pasado ese pago estaba a cargo del Programa de Apoyo a la Educación Media y a la Formación en Educación, a partir de un préstamo que la ANEP recibió del Banco Interamericano de Desarrollo en años anteriores. Como ese financiamiento concluyó, ahora las partidas de alimentación serán asumidas directamente por la DGES. Desde esa dependencia se informó que a las comunidades educativas se les avisó que la partida llegaría con retraso, concretamente en el mes de abril o en la primera semana de mayo.
Por su parte, Silva señaló que la ANEP “no ha retaceado un centésimo en la alimentación”, sino que, por el contrario, aumentó el beneficio. Según ilustró, 2020 y 2021 “fueron años récord” en materia de días en los que se brindó el servicio, ya que estuvo operativo en Turismo, en las vacaciones de julio y setiembre, en enero, febrero y parte de marzo, cuando las escuelas no funcionaban. Además, señaló que “hay miles de niños que hoy comen y que antes no comían en la educación pública”. Entre ellos, mencionó a los “miles” que concurren a los 29 centros María Espínola, que ofrecen tres comidas diarias y antes no tenían esa prestación.