Con bombos, bombas de humo, carteles y pancartas, estudiantes de Magisterio y del Instituto Profesores Artigas (IPA) se movilizaron este miércoles en reclamo de más presupuesto para la educación terciaria. Al ritmo de “a Robert Silva y a Víctor Pizzichillo los vamos a echar”, ingresaron a la sede de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) mientras los integrantes del Consejo Directivo Central (Codicen) estaban en sesión. Uno de los puntos que estaban tratando los consejeros en ese momento era la nueva resolución de reconocimiento de los títulos universitarios, algo ya decretado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Esta resolución, dada a conocer luego de que se ratificó la ley de urgente consideración, establece los lineamientos y requerimientos de calidad que deberán cumplir las instituciones educativas que deseen que sus títulos de formación docente sean universitarios. Según se dispone, la habilitación de la carrera sigue a cargo de la ANEP, pero el reconocimiento del carácter universitario queda en manos del MEC, que después del análisis de un consejo consultivo toma la resolución final.
Mientras los estudiantes se manifestaban dentro de la ANEP, el consejero electo por los docentes, Julián Mazzoni, salió de la sesión para pedirles que le comentaran los reclamos. Uno de ellos les planteó que querían hablar “cara a cara” con el presidente del Codicen, Robert Silva, y con el presidente del Consejo de Formación en Educación (CFE), Víctor Pizzichillo, a quienes les pidieron la renuncia por “ser incompetentes” en sus funciones. Luego de que la Policía interviniera, los estudiantes siguieron manifestándose en la puerta del organismo: “Robert Silva, vos comés en restorán mientras firmás el recorte al comedor escolar”, cantaron.
Maximiliano Santos, integrante del Centro de Estudiantes del IPA (Ceipa), dijo a la diaria que el reconocimiento universitario es “otra fachada más para no transformar la educación”. “Venimos a manifestar nuestro descontento sobre la medida y a exigir que se termine esta farsa, porque no va a llegar a ningún lado”, sostuvo, y aclaró que la medida no transformará la formación, que “ya es reconocida por universidades nacionales e internacionales como un título válido para hacer posgrado”.
Por su parte, la representante estudiantil en el CFE, Génesis Gallardo, dijo que las autoridades se preocupan sólo por la fachada tanto de los edificios de los institutos como de lo que representa “este título universitario”. En diálogo con la diaria, cuestionó que el gobierno “no sólo no genera una Universidad de la Educación, sino que no crea estructuras universitarias”. Además, explicó que los estudiantes quisieron expresarse en el máximo órgano de resolución de la ANEP porque entienden que las decisiones se toman sin su participación, pero “afectan a quienes realmente habitan los espacios educativos”.
Los reclamos
El Centro de Estudiantes de Magisterio (CEM) está en paro activo desde el jueves, en reclamo porque hay cerca de 100 cursos sin docentes, estudiantes que tienen clases en el comedor de los Institutos Normales de Montevideo y grupos superpoblados, además de maestras adscriptoras que no reciben compensación por la tarea y falta de lugares de práctica para la carrera de Maestro en Primera Infancia.
Elina Moreno, dirigente del CEM, dijo a la diaria que si bien las carencias en la formación “no son de ahora”, con el recorte presupuestal “se profundizaron”. “Con la vuelta a la presencialidad hay muchas cosas que nos han explotado en la cara, como el tema de la sobrepoblación y, estando en mayo, no hemos tenido ninguna respuesta. No hay un diálogo, no hay una explicación”, fustigó.
Asimismo, desde el CEM consideraron que Pizzichillo “acomoda estudiantes por conveniencia propia” mientras “muchas compañeras se quedan sin estudiar por el sistema de cupos”, en alusión a la denuncia del Sindicato de Docentes de Formación en Educación de Maldonado, que aseguró que el jerarca presionó para que la hija de la directora de Asuntos Legales de la Intendencia de Maldonado, Adriana Graziuso, ingresara a una de las carreras. “Es totalmente repudiable”, opinó Moreno.
Santos, en tanto, sostuvo que vienen “en proceso” de intentar “algún acercamiento” con las autoridades para que se lleven a cabo arreglos edilicios en los centros educativos, máxime cuando está por llegar el invierno. No obstante, ante la falta de respuesta, consideró que “parece que nosotros no existiéramos”. “El Codicen y el CFE son los únicos organismos que pueden solucionar los problemas. Hay grupos superpoblados y la dirección del IPA quiere obligar a la virtualidad porque no hay salones”, agregó.
Por su parte, Gallardo aseguró que el Codicen “se niega” a escucharlos y propone “entender a los estudiantes meramente como un objeto de políticas educativas y no como sujetos”. En ese sentido, alertó que como representante estudiantil ha participado en espacios oficiales de participación que parecen no serlo: “Nadie nos escucha y no se nos toma en cuenta”, lamentó.
Acompañantes
Dirigentes de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria y diputados del Frente Amplio se acercaron a la movilización de los estudiantes. Emiliano Mandacen, secretario general del sindicato de profesores, expresó que cuando empieza “a tomar cuerpo y a movilizarse” el movimiento estudiantil “hay que escuchar, prestar atención y respetar mucho su autonomía”. Según estableció en conversación con la diaria, los estudiantes “tampoco” van a permitir que “se les coarte su posibilidad de acceso democrático al conocimiento y a su formación”.
Por su parte, la diputada frenteamplista Lilián Galán indicó que fue una movilización “muy justa”, por los ajustes presupuestales que lleva adelante la ANEP. Asimismo, criticó el borrador de Marco Curricular Nacional que están discutiendo las asambleas técnico docentes: “Los gremios estudiantiles y los docentes no tienen claro cuál va a ser la reforma educativa que plantea este gobierno, porque es una inconsulta”, sostuvo a la diaria. Para Galán, es una reforma en la que “se deja de lado a los docentes”, sabiendo que son los “profesionales” y los que “están en el aula día a día junto a los estudiantes”.