Profesores organizan encuentro para intercambiar sobre la enseñanza de Física y que ello repercuta en lograr “aprendizajes significativos”

Desde hace años, la educación media en Uruguay tiene un déficit en la cantidad de profesores de Física que se necesitan para las clases en liceos y escuelas técnicas. Ese es un tema que preocupa y ocupa a quienes trabajan en esa disciplina en la formación docente y también a la Asociación de Profesores de Física del Uruguay (APFU), que organiza distintos tipos de acciones formativas para los docentes de esa disciplina, con el fin de que los conocimientos sean de utilidad y atractivos para los estudiantes. Así lo explicaron a la diaria Cristina Araújo y Pablo García, integrantes de APFU y de la organización del 32er Encuentro Nacional de Profesores de Física que se realizará del 19 al 21 de setiembre en Carmelo, en el departamento de Colonia. A su vez, será el 16º Encuentro Internacional de Educación en Física, ya que habrá participantes del extranjero.

Según señalaron, el encuentro no tendrá un único eje temático y constará de actividades con distintos formatos y temas. Una de esas actividades serán los talleres, que tienen una duración de ocho horas a lo largo de todo el encuentro y en los que se tratan temas propuestos por los talleristas. Por ejemplo, ya está confirmado un taller sobre el comportamiento dual de la radiación y la materia a cargo de Luis Ochoa, profesor de la Universidad Nacional de La Pampa, de Argentina. También habrá uno sobre “gamificación 2.0”, que dará Jhonattan Barale, profesor de UTU, y otro de “la música entre la física”, a cargo de Ismael Núñez, docente universitario y del Consejo de Formación en Educación (CFE).

Otro de los talleres apuntará a generar propuestas para el abordaje de la materia en cuarto año de educación media, cuyo programa “gira en torno a los temas de óptica, ondas y electromagnetismo”, según se aclara en el boletín de julio de APFU. En ese sentido, se señala que dicho programa tiene “como hilo conductor la luz y sus modelos desde una perspectiva epistemológica y conceptual”, y se señala que de la discusión entre compañeros muchas veces surgen ideas para lograr abordajes “interesantes”, novedosos e incluso “divertidos”. En el taller se propondrá que los participantes aporten y se interpelen para pensar “una forma de abordar el curso que sea coherente, entretenida, dinámica” y que incluya “actividades que potencien lo experimental”.

Además, en el encuentro habrá ponencias y conferencias, como las que darán distintos profesores y grupos de Uruguay y Brasil, país desde el que participarán delegaciones de la Universidad Estadual de San Pablo, de la Universidad de San Pablo, y también del grupo de investigación sobre enseñanza de las ciencias y sus complejidades de esa misma ciudad.

“Nuestro objetivo es mejorar la enseñanza de Física en todos los niveles”, dijo García, más allá de que en este tipo de encuentros suelen participar mayoritariamente profesores de enseñanza media y del CFE, y muy pocos provienen de la universidad.

Mayor cercanía

Si bien desde APFU consideran que el entretenimiento no debe ser el fin en sí mismo de la enseñanza de Física, ya que debe apostar a que los estudiantes aprendan, defienden que la disciplina puede ser entretenida, estimulante y también divertida. En palabras de García, los integrantes de la asociación están en contra de las tendencias que parecen indicar “que lo principal es que los gurises se diviertan y no importa que aprendan”.

Araújo, por su parte, quien recientemente se jubiló después de 37 años de trabajo como profesora, no duda en afirmar que la mayor preocupación de sus colegas es y ha sido “cómo dar las clases, cómo acercarse al estudiante” y, en definitiva, “cómo enseñar Física” para que haya “aprendizajes significativos”. “Nuestra disciplina es más que nada la enseñanza de la física, que se nutre de aportes de varios campos: de la didáctica, de la pedagogía, de la sociología, de la historia de la educación y, por supuesto, de la disciplina en sí misma”, planteó.

En APFU son conscientes de que la disciplina tiene “mala prensa” y que muchas veces la materia es catalogada como “difícil”, lo que lleva a muchos jóvenes a tomar otras preferencias. Precisamente, los profesores apuntan a “hacer autocrítica” para desmitificar ese tipo de concepciones y que se pueda apreciar lo apasionante de la física. Más allá de que les interesa en particular esa asignatura, consideraron que se debe pensar de esa forma en la enseñanza de las ciencias en general.

En particular, en los encuentros también puede haber actividades que apunten a pensar y repensar actividades en los laboratorios de Física, ya que es un área de interés de muchos profesores, entre los que están Araújo y García, quienes también se desempeñaron como ayudantes preparadores de laboratorio. Al respecto, se apuesta por “encontrar, diseñar, proponer y estudiar nuevos experimentos y nuevas formas de hacer actividades experimentales con los estudiantes”, señalaron.

Este tipo de encuentros, que se realizan todos los años, también están dirigidos a estudiantes de profesorado de todo el país. De hecho, ante la escasez de profesores de la asignatura, muchas veces los estudiantes terminan haciéndose cargo de grupos con poco tiempo de formación, lo que conspira contra la finalización de la carrera. Ese es un aspecto que también ven con preocupación desde la asociación, que apuesta por que se logre disminuir el rezago y mejorar los niveles de egreso en la carrera.

Interacción

Patricio Viera es un profesor de Física oriundo de Carmelo, que participó por primera vez en un encuentro organizado por APFU en Rivera, cuando estaba cursando el primer año de la carrera en el Instituto de Profesores Artigas. Ahora es parte del comité organizador y recomienda fervientemente que los profesores asistan. Según afirmó a la diaria, además de las instancias de formación académica, este tipo de encuentros constituye una importante instancia de intercambio entre colegas, que conversan sobre aspectos de la realidad educativa, pero también sobre otros temas. En ese sentido, destacó que también tienen un componente importante de vida social para los profesionales de la educación: “Lo pasás muy bien y está bueno establecer esos vínculos con personas que están en otros lugares del país y encontrarte eventualmente, por lo menos en estas situaciones”.

García y Araújo estuvieron de acuerdo y destacaron la decisión de llevar a cabo los encuentros en distintos puntos del país. Según plantearon, además de los intercambios informales con colegas, esto implica que los profesores tengan la posibilidad de “vivir la ciudad” durante los días que dura el congreso, ya que en general se hospedan en el lugar. En ese sentido, desde la organización también se organizan paseos y recorridas para conocer lugares icónicos que se ubiquen cerca de la ciudad en la que tiene lugar el encuentro. En esta edición los organizadores están preparando una recorrida por la ruta del vino de Colonia y paseos en barco por el arroyo de las Vacas, entre otras actividades.

Además, buena parte de los eventos académicos del encuentro se realizarán en el liceo 2 de Carmelo. Fundado en 2003, obtuvo su local actual en 2009 y lleva el nombre de Miguel Banchero Noaín, quien fue profesor y director del centro educativo. Araújo, quien trabajó como profesora en la ciudad, de donde es oriunda, destacó que el liceo queda en la zona norte de Carmelo y tiene “unas instalaciones y unos laboratorios lindísimos”, por lo que es un “orgullo” de los locatarios.

Por su parte, recordó a Banchero como profesor de Química y como el primer director del liceo, cargo que ocupó durante 12 años. Según dijo, el docente tenía “una visión amplia y de largo plazo” y “dejó mucho” a la comunidad educativa antes de fallecer, en 2015. Por lo tanto, con la organización del encuentro los profesores carmelitanos sienten que están “honrando un poco su nombre”, ya que Banchero siempre buscaba que se hiciera ese tipo de actividades.

Al respecto, Viera recordó que cuando era estudiante tuvo a Banchero como director y dijo que se trataba de una persona “muy divertida”. En especial, se acordó de cómo alentaba a los liceales “cuando entraban a las siete de la mañana”.

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