Era 7 de julio de 2019. Tras un té, masitas y galletas, y una larga charla entre quienes fueron los precandidatos colorados en las internas, Ernesto Talvi optó por poner sobre la mesa el nombre de Robert Silva para que fuera su compañero de fórmula en las elecciones de octubre de ese año. La razón por la que Talvi eligió a Silva fue porque su prioridad era la educación y, para el excanciller que dejó de lado la política, Silva era sinónimo de eso por ser “hijo” del batllismo: pertenece de una familia “modesta” del interior y supo ser el primer universitario en su círculo cercano, además de profesor y abogado.

En ese entonces, Silva era consejero electo por los docentes en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), cargo al que renunció para integrar la fórmula presidencial del Partido Colorado (PC) junto con Talvi. Esa decisión le causó cierta sorpresa a Elizabeth Ivaldi, quien había sido electa en el Codicen por la lista de los sindicatos, a la que Silva le había sacado uno de los dos cargos en disputa en la elección docente. En diálogo con la diaria, Ivaldi recordó que, si bien las dos listas de representación docente tenían diferencias importantes sobre lo que implicaba esa función, coincidían en que era necesario que la ANEP mantuviera distancia con la política partidaria, tanto a nivel de los centros educativos como de su conducción política, de forma de que se cumpliera con su autonomía. En particular, Ivaldi evocó que Silva hacía con frecuencia planteos con relación al cumplimiento de la laicidad, aunque con una mirada “muy estricta” y con una concepción diferente a la que tenían el resto de los consejeros.

El resto de la historia es conocida, y luego de que Talvi abandonara el Ministerio de Relaciones Exteriores y la actividad política sin dar razones claras, ya como presidente del Codicen, Silva tomó protagonismo, entre otras cosas por la visibilidad que tuvo durante la última campaña electoral. De hecho, desde filas coloradas manejan el nombre de Silva como un posible candidato del partido en la carrera presidencial y, en los encuentros “cara a cara”, en los que explica la reforma educativa, hay veces que se lo piden “a gritos”, indicaron fuentes coloradas a la diaria.

Empero, el artículo 77 de la Constitución de la República lo inhibe de “formar parte de comisiones o clubes políticos, de suscribir manifiestos de partido, autorizar el uso de su nombre y, en general, ejecutar cualquier otro acto público o privado de carácter político, salvo el voto”. Esta imposibilidad de hacer comentarios o alusiones políticas juega en contra de cualquier director de un ente público que al mismo tiempo pretenda mostrarse políticamente. Al respecto, Ivaldi remarcó la importancia de que las lógicas político-partidarias queden por fuera de las decisiones de política educativa, ya que, de lo contrario, se corre el riesgo de que “aspiraciones personales” terminen primando sobre el “bien común” y, al mismo tiempo, que sea dificultoso mirar más allá de los cinco años de gobierno.

En el caso de Silva, muchas veces este parece transitar por el borde de esa inhibición y hay quienes consideran que cruza la frontera frecuentemente, por ejemplo, cuando en sus redes sociales elogia o defiende acciones del actual gobierno que nada tienen que ver con la ANEP. También fue cuestionado cuando intervino en el debate sobre la derogación de 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC) que fueron sometidos a referéndum. Por su parte, Silva también ha recibido críticas por la presencia de varios políticos colorados en actividades de la ANEP, como los mencionados “cara a cara”.

“Campaña electoral anticipada”

Sebastián Sabini, senador por el Frente Amplio (FA), dijo a la diaria que “lamentablemente” desde esa fuerza se acostumbraron a permanentes “alusiones políticas” de Silva sobre el FA, “lo cual es inaceptable e inconstitucional”. “Él sabe que no puede hacer declaraciones político-partidarias, pero las hace permanentemente”, sostuvo, y agregó que algunas son “agraviantes”, como, por ejemplo, que el presidente del Codicen diga que “el recorte es responsabilidad del FA”.

Según Sabini, actualmente se asiste “a una verdadera campaña electoral anticipada”, porque está recorriendo todo el país “con los recursos de la ANEP, incluso dejando invitaciones que dicen su nombre por debajo de las puertas”. Margarita Libschitz, diputada suplente del FA, dio cuenta de la situación en Twitter y cuestionó la “gira” de Silva. Sabini adelantó que tienen previsto elevar un pedido de informes por esta situación. Libschitz señaló que la invitación al “cara a cara” en Las Piedras llegó a su domicilio junto con la factura de OSE y, según le respondió el diputado colorado Felipe Schipani, ello ocurrió porque ambos papeles se enviaron a través de El Correo.

“Me hacen acordar a los encuentros ciudadanos que hacía Talvi hablando de la reforma educativa, con la diferencia de que aquí se están utilizando los recursos públicos para alguien que fue candidato a la vicepresidencia y que, evidentemente, está en plena campaña electoral”, señaló Sabini, quien agregó que, de esa forma, Silva termina dañando a la ANEP como institución y a la educación pública.

Sabini expuso que el presidente del Codicen debería hacer asambleas en los centros educativos que discutan el temario de la transformación educativa con docentes, técnicos, familias y estudiantes. “Se hacen encuentros que se parecen mucho a reuniones partidarias”, dijo sobre los “cara a cara”, que están “centralizados”, porque sólo se puede discutir o plantear ideas directamente a las autoridades, cuestionó. “El mecanismo se parece demasiado a una campaña electoral”, opinó. A su vez, el senador indicó que “se trata de una administración que se ha jactado de perseguir situaciones de violación de la laicidad” y, en ese sentido, consideró que la actitud de Silva implica “una incoherencia muy grande”.

Visibilidad

Desde los sindicatos de la educación también acusan a Silva de estar sobre el filo constitucional. Según planteó Emiliano Mandacen, secretario general de la Federación Nacional de Profesores de la Enseñanza Secundaria (Fenapes), en las redes sociales de Silva “hay un límite muy endeble” entre comunicar lo que hace como presidente del Codicen y “una especie de campaña electoral anticipada”, por la que “toda la estructura de la ANEP” queda “al servicio de su nombre y proyección político partidaria”.

En conversación con la diaria, Mandacen expresó que existe una “profunda deslegitimidad de las principales jerarquías de la ANEP” electas por el gobierno. “Creemos que el uso que se hace totalmente fuera de lugar de los recursos y del aparato de propaganda de la ANEP para beneficio personal de Robert Silva es un grave error, porque termina deteriorando el debate sobre las necesidades que tenemos en el sistema educativo”, apuntó.

Sobre los “cara a cara”, dijo que es un “disfraz” de una recorrida nacional que realiza Silva para mostrarse, además de tratar de “legitimar” la transformación educativa que desde Fenapes conceptualizan como “de terror” y como un “profundo retroceso”. “Está tratando de proyectar su imagen en un PC que está muy carente de referentes para la próxima campaña electoral; creemos que Silva ha sufrido un duro revés en las últimas horas con la encuesta que salió, donde su nombre no aparece”, indicó.

El sindicalista se refirió a la última encuesta de Equipos Consultores, que preguntó sobre los candidatos presidenciales que más suenan en las internas de los distintos partidos, en la que el PC marcó 27% para el exsenador Pedro Bordaberry, 12% para el expresidente Julio María Sanguinetti, 11% para Talvi, 4% para el abogado Andrés Ojeda, 3% para el diputado Ope Pasquet, 6% para otros, 5% no mencionó a ninguno y 32% no sabe. Ante una consulta en la que se interrogaba sobre nombres predefinidos, Silva fue elegido por 5% de los consultados y se ubicó por detrás de Bordaberry (44%), Sanguinetti (22%), Ojeda (11%), el ministro de Ambiente, Adrián Peña (7%), y el diputado Gustavo Zubía (7%).

Por su parte, Schipani consideró que decir que Silva está en una campaña electoral disfrazada es un “dislate”, y expresó que la “mejor campaña” por el presidente del Codicen la hace Fenapes, por estar en contra de su gestión. “No está haciendo política partidaria, no he visto a Robert nunca en esa actitud”, dijo a la diaria, y agregó que la oposición de Fenapes a su gestión genera que “mucha gente lo empiece a visualizar como candidato o como figura”. “Es una campaña tan agresiva, tan centrada en su figura e irrespetuosa, que lo que hacen es potenciar a Silva”, consideró.

Schipani cree que hay varias figuras dentro del partido que tienen “todas las condiciones” para asumir roles de liderazgo, entre ellos Silva: “No hay duda, por su capacidad, trayectoria y por el rol que ocupa hoy”. En ese sentido, consideró que “totalmente” el presidente del Codicen puede ser una figura de “renovación” dentro del PC.

Sobre los “cara a cara”, el legislador señaló que a las presentaciones asisten dirigentes colorados y también de otros partidos, en especial de la coalición multicolor. “Decir que son eventos político-partidarios es un despropósito; la prioridad de Silva hoy es la educación”, sostuvo.

El miércoles en Desayunos informales, le preguntaron a Silva hasta cuándo seguiría al frente del Codicen, dado que su nombre suena en la interna colorada, y respondió que está enfocado en la educación. Según amplió, en 2019 advirtió que desde su rol de consejero docente “no iba a poder cambiar la educación” y que “para eso había que cambiar el gobierno”, lo que lo llevó a aceptar ser candidato a la vicepresidencia. “Ahora estoy en el lugar que tengo que estar”, dijo con relación al presente, pero no cerró la puerta a futuro: “En las actuales circunstancias estoy absolutamente focalizado en la educación; no estoy trabajando para ser candidato a nada, todas mis energías están puestas en cambiar la educación”, respondió.

Acumulado

Nicolás Bentancur, docente grado 5 del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, recordó a la diaria que, siendo muy joven, Silva fue alguien de “extrema confianza” de Germán Rama, presidente del Codicen entre 1995 y 2000 y padre de la última “gran” reforma educativa. Para Bentancur, la renuncia de Silva al Codicen para integrar la fórmula presidencial del PC en 2019 resultó “importante” porque esa posibilidad representó “una visibilidad muy destacada” que estuvo “cimentada” en sus antecedentes desde la educación. “Me parece que es alguien que muy tempranamente termina entrelazando su rol como gestor educativo con una incipiente carrera política”, expresó.

El académico destacó el “caudal” de la trayectoria y experiencia de Silva como docente y que, más allá de su tensión con los sindicatos, encabezó una lista de docentes y ha reivindicado ese carácter, incluso interviniendo cuando en el marco de la elaboración de la LUC algunos actores del gobierno querían eliminar toda representación docente en la ANEP. A partir de sus antecedentes, Bentancur indicó que Silva “no es un privatizador” de la educación” y que “es alguien del sistema, de la educación y enseñanza pública”, más allá de los matices que puedan surgir al discutir “orientaciones o políticas específicas” de su gestión.

En ese marco, Bentancur expresó que las reglas de juego marcan que hay que ser “meticuloso” y “cuidadoso” en “evitar” cualquier tipo de manifestación política. Para el politólogo, en la vigilancia del cumplimiento de la laicidad “se puso la vara muy alta” y las autoridades “tienen que ser muy cuidadosas para corresponder con esa exigencia y predicar con el ejemplo”.

Desmarcado

Consultada sobre la relación entre Silva y la actual reforma educativa, Ivaldi dijo que le llamó la atención que en la confección del Marco Curricular Nacional no se tome en cuenta o apenas se mencione el antecedente del marco curricular elaborado en la administración pasada, ya que el propio jerarca participó del proceso como consejero docente. Según dijo, no encuentra una explicación para ello, y especuló con una “intención política” de dejarlo de lado por pertenecer al período anterior de gobierno. Al respecto, señaló que el marco curricular elaborado en la ANEP en el quinquenio pasado fue un documento “técnico”, que también contó con críticas de algunos colectivos docentes y su aplicación estaba en proceso.

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