Sin Ernesto Talvi; “no es lo mío”, dijo el excanciller en su carta de renuncia. Sin el expresidente Julio María Sanguinetti; “¿a quién se le ocurre que a los 89 años alguien pueda ser candidato?”, preguntó el hoy secretario general del Partido Colorado en entrevista con Desayunos Informales. Y sin Pedro Bordaberry, quien, al parecer, le pidió a dirigentes colorados que no lo nombren más y reiteró que no volverá a la política partidaria. Así las cosas, por ahora en el Partido Colorado (PC) no despunta ningún nombre como candidato presidencial. Pero algunos generan más entusiasmo que otros.

Un reciente sondeo de Opción Consultores, divulgado días atrás por el semanario Búsqueda, prendió luces rojas a la interna colorada. La encuesta marca una intención de voto del PC de 7%, esto es, cuatro puntos por debajo de las elecciones de 2019. La cosa cambia si Bordaberry fuese candidato: la intención de voto sube a 12%.

Pero ante la negativa del exsenador, la encuesta indaga sobre segundas opciones entre los votantes de Bordaberry. Si bien 42% no mencionó a nadie, 28% eligió a Robert Silva, presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP); y 24% a Andrés Ojeda, abogado del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo. Ambos integran Ciudadanos, el sector mayoritario dentro del PC, y ambos ya reúnen apoyos para el próximo ciclo electoral.

“A Robert Silva lo veo muy bien. Tiene condiciones perfectas para ser candidato”, dijo a la diaria el diputado colorado Martín Melazzi. Lo proyectó como “una figura con gran capacidad y conocimiento en todos los temas”, no sólo en “temas educativos”. “Una persona sencilla, que le llega a la gente, que la mira a los ojos, que tiene empatía por el otro. La verdad es que me parece un candidato muy interesante”, añadió.

En diálogo con la diaria, el diputado colorado Felipe Schipani no dudó en señalar que Silva está al frente del “mayor desafío que hoy tiene el país, la transformación de la educación”. Impedido constitucionalmente de realizar actividad partidaria dado su cargo como presidente del Consejo Directivo Central de la ANEP, Silva ha declinado referirse públicamente a una eventual candidatura.

El presidente de la Cámara de Representantes, el colorado Ope Pasquet, lo definió en entrevista con Búsqueda como “uno de nuestros mejores hombres” dentro del PC y destacó su responsabilidad en el tema “más importante del país en el mediano y largo plazo”, la educación y su reforma.

De Tacuarembó, abogado y docente, Silva integró la última fórmula electoral del PC junto al arrepentido Talvi. Durante años ha estado vinculado a la política y la educación: fue asesor de Germán Rama durante la segunda presidencia de Sanguinetti y de Bordaberry en el Parlamento. Durante años, asimismo, ha estado enemistado con los sindicatos de la enseñanza y los gremios estudiantiles, situación que cobró mayor notoriedad desde que asumió la presidencia de la ANEP tras el cambio de gobierno.

Al respecto, el politólogo Daniel Buquet, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, comentó a la diaria que la relación entre Silva y los sindicatos de la enseñanza “no tiene tanto que ver capaz con la orientación ideológica de los asuntos, sino con la forma de resolverlos”. Al tratarse de “un posible candidato presidencial”, sostuvo, “la lucha por el poder en el mundo de la educación” se vuelve “un tema neurálgico”. Con todo, apuntó que en el PC no se vislumbran “figuras potentes en términos electorales”.

En sintonía, su colega Daniel Chasquetti dijo a la diaria que ninguno de los dirigentes colorados “alcanza la jerarquía de Talvi, entre otras cosas, porque Talvi se sometió a las urnas y ganó una [elección] interna”. Acerca de Silva, expresó: “Ha sido históricamente un dirigente político moderado, de centro. Por más que ahora está enfrentado con los sindicatos, chocando una y otra vez, cuando lo escucho hablar y razonar para mí es un político de centro, y puede adaptarse perfectamente a ese trillo que abrió Talvi”. Sin embargo, advirtió que “la clave” está en “el entusiasmo electoral” que despertó en su momento el excanciller, “dudo que pueda generar lo mismo”.

En caso de lanzarse como candidato, Silva debería dejar su cargo en la ANEP un año antes de la fecha de la elección, es decir, en octubre de 2023, según establece la Constitución. Esto lo obligaría a desentenderse de la reforma educativa en curso y, en consecuencia, le impediría de cierta manera capitalizar sus eventuales éxitos.

Para Melazzi, sin embargo, eso no es una preocupación. “La reforma educativa no se acomoda en un período de gobierno. Las bases pueden quedar en este período de gobierno, pero para ver si realmente fueron efectivas o no tenemos que pensar en 15 años”, indicó. A su entender, aunque Silva “siguiera un año más, tampoco creo que den los tiempos para hacer una reforma educativa profunda, aunque sí puede quedar muy avanzada”. En cualquier caso, aclaró, la decisión será de Silva, “nosotros no lo vamos a digitar”, y mencionó como otros posibles candidatos al ministro de Ambiente, Adrián Peña, y a “una persona con un perfil distinto y más fresco”, Ojeda.

Ni de aquí ni de allá

La derecha de la izquierda, la izquierda de la derecha, el centro. “Exactamente el centro”. Así se autoperciben quienes integran Ciudadanos, grupo que cumple dos años desde la sorpresiva salida de su fundador, Ernesto Talvi en julio de 2020.

Según Schipani, miembro de Ciudadanos, el sector se ubica dentro del espectro ideológico entre “el centro y la centroizquierda”. “Ese fue el rol que le imprimió Talvi y fue lo que determinó que cambiara la morfología del voto colorado en la última elección. Creo que nosotros representamos eso y tenemos la capacidad de llegarle a ese electorado”, afirmó.

Melazzi, también de Ciudadanos, aseguró que las posturas del sector “terminan siendo siempre la posición más central de las posiciones que hay a la interna de la coalición”. Lo ubicó “exactamente en el centro”. Si bien lo describió como “el socio más leal” del gobierno, señaló que el sector “marca diferencias”, por ejemplo, en el tratamiento parlamentario de los proyectos de ley enviados por el Poder Ejecutivo.

“Veo al sector preocupado por marcar perfil”, resumió Buquet. A diferencia del sector colorado minoritario liderado por Sanguinetti, “muy adherido” al oficialismo, Buquet observa a “las principales figuras [de Ciudadanos] mostrando de manera creciente un perfil mucho más diferenciado, con cuestionamientos y exigencias al gobierno”. “Seguramente a ellos les preocupa mucho su perspectiva, cada vez estamos más cerca de la próxima elección”, indicó; y vaticinó que el sector marcará “un perfil programático de centro, progresista y batllista, que ideológicamente comparte con el Partido Independiente y con los sectores más a la derecha del Frente Amplio”.

Chasquetti coincidió en que es probable que el perfilismo de Ciudadanos “se vaya incrementando hasta el vencimiento de la coalición”, cuya fecha estimó para fines de 2023 o comienzos de 2024. “Una vez que se desmonte [la coalición] tienen que competir entre ellos. El problema es que el partido del presidente es el más grande y el mejor distribuido territorialmente. Es una tarea muy dura competir contra el Partido Nacional. Para eso lo que tienen que hacer es ir adelantando esa diferenciación ante los ojos de los electores”, analizó.