La reforma que impulsa la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) sigue su marcha y esta semana generó un nuevo documento clave. Se trata de la aprobación preliminar del Plan de Estudios de la Educación Básica Integrada, como se llama al tramo que va desde la educación inicial hasta el tercer año de la educación media. El documento fue difundido ayer por El Observador y fue aprobado con los tres votos de los consejeros designados políticamente en el Consejo Directivo Central (Codicen).

Dicho documento, al que tuvo acceso la diaria, deberá ser remitido a las Asambleas Técnico Docentes (ATD) de primaria, UTU y secundaria, ya que así lo dispone la Ley General de Educación. No obstante, al igual que ocurrió con documentos anteriores, seguramente sea aprobado en forma definitiva sin sufrir modificaciones que vayan contra sus ejes principales. 

El documento plantea que la organización de la enseñanza deje de ser a partir de grados, más allá de que seguirán existiendo como hasta ahora. Lo que se propone es que estos se nucleen en tres ciclos y que, a su vez, haya tramos dentro de cada ciclo (ver gráfico). Otro de los aspectos importantes es el cambio de denominación de primero, segundo y tercer año de la educación media, que pasarán a ser séptimo, octavo y noveno grado. El plan llega hasta ese grado, ya que las modificaciones en bachillerato no serán aplicadas en 2023.

Foto del artículo 'La nueva malla curricular que aprobó el Codicen incluye talleres optativos y nuevas materias que darán profesores de las actuales'

De esa forma, lo que se busca es la “integración de conocimientos” y que se ponga el foco en el aprendizaje de los estudiantes. En ese sentido, se plantean algunas “alfabetizaciones fundamentales” que se basan en las competencias que deberán lograr en su trayecto educativo. Estas serán en matemática, ciencias, tecnología, lenguaje de programación y de la comunicación. También está prevista una alfabetización cultural, en ciudadanía, ambiental y financiera, y de bienestar, que abarca las áreas de salud, recreación y deportes.

Las asignaturas

Para agrupar los contenidos se apela a “espacios curriculares”, que son cinco: espacio de comunicación, científico-matemático, social y humanístico, creativo-expresivo, y espacio de desarrollo personal. Según establece el documento, en el caso de la educación media básica se trata de “espacios comunes” con el objetivo de contribuir “a la navegabilidad en la trayectoria del estudiante”.

En el espacio científico-matemático están las ya existentes Matemática, Física, Química, Biología y Geografía y tres materias que serán creadas: Ciencias Ambientales –con contenidos similares a Geografía y Biología– e Introducción a las Ciencias, que estará en el octavo grado. Por su parte, el espacio creativo-expresivo se compone de la materia Arte, con cuatro posibles énfasis: plástica, música (para secundaria), imagen y diseño (para UTU) y literatura.

El espacio de comunicación estará compuesto por Español, Inglés y Comunicación y Sociedad. En este último caso, se trata de una nueva materia que podrán dictar profesores de Idioma Español y estará presente en el noveno grado. Además, el espacio de desarrollo personal está integrado por la Educación Física y la Recreación y también por “talleres integrados de educación sexual”, además de “talleres optativos” de los que cada centro educativo pueda disponer.

El documento establece que el espacio social humanístico esté formado por las asignaturas Historia y Formación para la Ciudadanía, que podrá ser dictada por docentes con formación en Educación Social y Cívica, Derecho, Sociología con formación en Derecho y, en el caso de UTU, en Instrucción Cívica u Orientación Vocacional. En suma, habrá un componente técnico-tecnológico que también contará con asignaturas comunes a los dos subsistemas de la educación media: Ciencias de la Computación –con énfasis en alfabetización digital o en tecnologías– y Programación. Además, la UTU tendrá la asignatura Tecnología.

En la educación media está planteado un componente de “autonomía curricular” que permite que cada centro educativo defina talleres para que realicen los estudiantes. En el caso de secundaria, se prevé que estos talleres, que serán obligatorios pero los adolescentes podrán optar cuáles cursar, sean de arte, ciencias, expresión y participación juvenil. Por su parte, para UTU se podrán sumar talleres que aborden “las orientaciones profesionales relacionadas con los intereses y las búsquedas vocacionales de los estudiantes”.

En relación al Plan Reformulación 2006 de Secundaria, vigente actualmente, en el primer año de la educación media se suma una hora semanal más de Español, Geografía, Matemática y Dibujo –que ahora pasará a ser Arte con énfasis en plástica–. Por su parte, Educación Sonora y Musical ya no será una materia, pero habrá un taller optativo de música, además de uno de ciencia. De todas formas, en el segundo año el curso de Arte tendrá énfasis en música. Además, en dicho grado deja de estar la materia Ciencias Físicas, que será suplantada por Introducción a las Ciencias, que contará con una hora menos pero también incluirá contenidos de química. Tampoco habrá Dibujo, aunque de todas formas los estudiantes podrán optar por talleres de plástica.

En el caso de los contenidos equivalentes a Informática, en primer año de secundaria habrá una hora menos de Ciencias de la Computación con énfasis en alfabetización digital, pero se aumenta una hora semanal en segundo, con la asignatura enfocada a tecnologías. En tercer año, que ahora no cuenta con Informática, habrá tres horas semanales de Programación.