Hace aproximadamente dos semanas, el Gremio Estudiantil del Instituto Alfredo Vásquez Acevedo (IAVA) tuvo una reunión con el director del liceo, que posteriormente se convertiría en la primera de varias. Según contó a la diaria Gerónimo Sena, vocero del gremio, en esa instancia el director les explicó que había una “orden de inspección” que indicaba que el salón gremial debía cambiarse de sitio. El motivo era la necesidad de construir una rampa en ese lugar para que el liceo sea accesible, tal y como el gremio ha solicitado en su plataforma reivindicativa.

Sin embargo, el gremio entendió que construir una nueva rampa, cuando ya hay una, no soluciona la falta de accesibilidad, además de que en este caso se construiría en el primer piso, mientras que los baños accesibles están en el subsuelo y los laboratorios en el piso de arriba. Sena explicó que la solución a este problema es arreglar el ascensor, que hace cuatro años se rompió y desde entonces vienen reclamando su reparación. Según el estudiante, los distintos directores del liceo que han estado en ese período han llenado expedientes, la Administración Nacional de Educación Pública ha aceptado el reclamo, pero nunca se concretó que efectivamente asistieran los técnicos.

Es que el ascensor, sijo Sena, parte del subsuelo, donde está la entrada accesible del centro educativo y donde se ubica el único baño accesible. Desde ahí se podría acceder al piso donde están los laboratorios, ya que de lo contrario no hay forma de llegar. Contó además que, de hecho, el año pasado la inspección anterior respondió que la auxiliar del centro podría encargarse de subir por la escalera a la persona en situación de discapacidad que lo necesitara.

En este contexto, el gremio rechazó lo impuesto por la inspección. A la semana siguiente tuvieron otra reunión, en la que el director del liceo les dijo que la intervención se iba a realizar igualmente y que, por lo tanto, tenían que cambiarse a un salón del subsuelo, al que los estudiantes consideran “muy escondido” en comparación con el actual. Sin embargo, Sena narró que luego volvieron a reunirse, porque el arquitecto de ANEP fue al IAVA y dijo que en ese sitio no podía hacerse una rampa. Aun así, “quedó en que de todos modos iba a cerrar y que íbamos a tener su uso con restricciones, como pedirle la llave al director cada vez que lo queramos usar”, describió el estudiante.

Las medidas gremiales

Así fue que el gremio realizó un plenario de forma “urgente”, porque consideró que la decisión es una “medida de censura y persecución”, ya que finalmente no les ofrecían “un salón gremial, sino sólo cerrarlo”, manifestó Sena. Ante las distintas restricciones, en el plenario decidieron cerrar por sí mismos el salón.

El vocero del gremio explicó que su medida no significa que estén “avalando la censura”, sino que, muy por el contrario, el gremio “sigue totalmente activo”. Sin embargo, dijo que lo cerraron para seguir teniendo la llave y para “reivindicar que nos afecta lo que hacen y que no es un salón como cualquiera”.

Sena contó que el salón gremial está ubicado en ese lugar desde 2009 y “tiene un peso político y significado emocional tremendo”, que quieren “conservar”. Recordó que al estar a la entrada, por allí “entraban los militares para llevarse detenidos a estudiantes y profesores” durante la última dictadura, por lo que también tiene una “carga histórica”.

“Sabemos que es un espacio que tenemos que tener porque estamos ejerciendo nuestro derecho legal, entonces hicimos esto porque es lo único que tiene repercusión; cerramos con cadena y candado, porque la cerradura está rota hace años”, señaló el vocero gremial.

Por último, subrayó que actualmente el director del centro no les cerró el salón, a pesar de la orden de inspección, y que, si bien lo toman como un “apoyo”, saben que “es un cargo apretado y va a llegar un día en que lo van a amenazar tanto” que va a verse obligado a cerrarlo.

Desde hace dos semanas el gremio pide “urgente” una reunión con la inspección y el equipo de dirección, pero aún no han tenido respuesta. Mientras tanto, el salón gremial está cerrado a excepción de los miércoles, cuando realizan el plenario. Anteriormente y por más de una década, “siempre estaba abierto”: era “un espacio que los estudiantes podían usar, si estabas en hora libre, ir a comer o estudiar ahí”, finalizó Sena.

Respaldo y “preocupación” de los docentes

El núcleo sindical del IAVA de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (Ades) de Montevideo manifestó una "profunda preocupación ante las presiones de las autoridades de la educación, a través de las inspecciones, para quitarle a los estudiantes el salón gremial”.

Según plantearon en un comunicado, los argumentos de las autoridades "son falaces y van cambiando", y las "presiones" tienen lugar en un "accionar generalizado de persecución gremial y sindical". En este marco, plantearon tres puntos: que a los estudiantes es a quienes les compete manejar los salones gremiales "con autonomía y libertad", que rechazan "toda persecución a estudiantes y trabajadores cuando ejercen un legítimo derecho” y que dejan en claro su “preocupación por tratar de invisibilizar los espacios de organización y lucha de estudiantes que existen en los liceos”.