Más de 30.000 serán los estudiantes que este año cursarán en algunas de las cinco carreras de Formación en Educación. Según informó a la diaria el consejero docente en el Consejo de Formación en Educación (CFE), Diego Silva, alrededor de 7.000 son la generación 2023 y, por tanto, junto a los reinscriptos, serán quienes cursarán el año en el que comienza a aplicarse la transformación educativa.

Silva explicó que esta cantidad representa “una pequeña baja en la matrícula”. Es que en los últimos diez años hubo un “incremento significativo” de 50% de los estudiantes que ingresaban, aunque en 2022 ya había habido un descenso, que según el consejero, fue de 5% con respecto al de 2021.

En diálogo con la diaria, el presidente del CFE, Víctor Pizzichillo, dijo que le generaba “preocupación” la cantidad de estudiantes que se irían a inscribir, pero que finalmente el número “ha superado todas las expectativas” y que “todos los institutos tienen un muy buen nivel de matriculación”.

El Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe) esgrimió, a través de un comunicado, que la reducción se debe a la “inscripción tardía para todos los cursos en CFE, sumada a la incertidumbre de lo que contiene el Plan 2023”. Asimismo, denunciaron que las clases de los Institutos Normales, es decir, de Magisterio, no comienzan este lunes, sino más adelante, “debido a problemas edilicios ya denunciados por el Sindicato el pasado año y que han sido totalmente desatendidos por el Consejo”. Pizzichillo, sin embargo, aseguró que el inicio posterior responde a “cuestiones organizativas, sobre todo en las escuelas de práctica para la asignación de las mismas” y que “se está realizando la construcción de espacios y remodelación de otros”. 

Silva remarcó que “un aspecto de preocupación” son la cantidad de horas docentes que aún continúan pendientes de elección: al 7 de marzo aún faltaban tomar 25% de las horas. Según el consejero, “es un número muy importante” y “tiene mayor concentración en los cursos de primer año, lo que da la pauta de que los docentes han optado por los planes antiguos”. Aún así, señaló que “estos números van bajando día a día” porque las elecciones aún no finalizaron y espera que, luego de esta semana de iniciación, el porcentaje se reduzca. 

Al respecto, el presidente del CFE consideró que se está “en los niveles históricos de las horas de vacancia a estas fechas”, más aún si se tiene en cuenta que ha habido “movimientos de prácticamente 90% de las direcciones y subdirecciones” y la “reformulación de horarios” que trae la reforma educativa. Aunque aseguró que más allá del atraso las elecciones transcurren “con normalidad”; en concordancia con Silva aspira a que en las próximas dos semanas el plantel se complete. 

El sindicato, por su parte, agregó que a este punto se le suma que en comparación con la oferta de 2022, “hay casi 200 grupos menos en todo el país, lo que afecta principalmente al interior y a los cursos de 2º a 4º”, lo que aseguraron “generará un retraso claro en el inicio de múltiples cursos y la superpoblación en otros”.

En construcción

Debido a la aplicación de la reforma educativa, durante el año lectivo convivirán distintos planes de estudio. Para Silva, esto “requiere por parte del cuerpo docente una adaptación a esas modificaciones” y hace que, junto a otros puntos, torne “complejo” el inicio de clases. 

Desde el sindicato de docentes se hizo énfasis en que parte de los programas y el Reglamento del Pasaje de Grado de 2023 se presentaron a los docentes el 7 de marzo, cuando faltaban dos días para que se realice la Asamblea Técnico Docente (ATD) local. En ese marco, consideraron que “es una forma de cumplir con la Ley de Educación formalmente pero vaciándola del contenido”.

Asimismo, el presidente del Sidfe, Líber Romero, dijo a la diaria que el Reglamento, que “termina estructurando el plan”, “llama la atención”, porque se introduce la virtualidad y la multimodalidad. En tanto, para el dirigente no sólo se modifican “las condiciones de estudio y de trabajo” sino que también se “percibe que hay una reducción de la exigencia en el pasaje de los estudiantes, especialmente porque hay una disminución de las notas”. 

El “plus de esfuerzo” docente al que refería Silva en un principio también recae en este lugar, ya que especificó que tanto los programas como el reglamento continúan en construcción y esta semana se estarán discutiendo en la ATD nacional. Según Pizzichillo, el nuevo diseño “busca un trabajo articulado de todas las unidades en los distintos trayectos y niveles”, y ahora los docentes tendrán una mayor “libertad de elección y orientación más allá de lo establecido en el Plan”; “Es legitimar lo que es por fuera del currículo”, resumió. 

Uno de los cambios que introduce la reforma en formación docente es que habrá una extensión de los turnos. Como consecuencia, el Sidfe señaló que “los centros debieron adecuar sus horarios” y que se darán situaciones que “expulsarán del sistema” a estudiantes, debido a la “superposición de horas y la carencia de suficientes salones”. Sobre esto, Pizzichillo recalcó que “los equipos de gestión de los institutos han desplegado todas las estrategias creativas” para solucionarlo y que así será en el resto del año, en el que habrán “muchas innovaciones que van a emerger en cada centro” dependiendo de las necesidades propias.  

En resumen, para el consejero docente en el CFE es un inicio “complejo” si se pone foco, sobre todo, en el año en que se aplicará la reforma, mientras que para el presidente del Consejo “es un buen comienzo de cursos, con algunas cuestiones que hemos logrado superar y otras endémicas que es necesario trabajarlas”. 

Desafíos por delante

El 6 de marzo, en el Parlamento, se realizó un acto de asunción de 23 directores y subdirectores del CFE a partir de concursos realizados en 2022. El carácter de efectividad fue destacado por Silva, quien catalogó la instancia como “una buena noticia para la Institución”: “Es interesante tener docentes que asuman esa responsabilidad y que puedan hacer carrera”, afirmó. 

Sin embargo, también señaló que existe una “debilidad” en la estructura académica y que están trabajando para presentar una propuesta al Consejo y así avanzar en ese sentido. “Por el contenido y las características de la transformación, más allá de los acuerdos o discrepancias, es un hecho que tenemos Planes de Estudio que ponen el foco en el desarrollo de capacidades y competencias, y ese cambio requiere de una activa participación del cuerpo docente”, dijo. 

La ausencia de estructuras académicas lleva a que, según Silva, “no haya una estructura organizativa que ponga el foco de carrera por carrera y en las modificaciones cotidianas que se deben implementar para incorporar esta perspectiva”. El consejero dijo que esto es uno de los “desafíos” que hay por delante y alertó que, si no se profundiza en la construcción de la estructura académica, la implementación de la reforma “se va a tornar dificultosa”.