En un nuevo inicio de clases, este año marcado por la implementación de los cambios curriculares, la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) brindó una conferencia de prensa para dar su punto de vista sobre este proceso. En la misma línea que otros sindicatos de la educación, la FUM considera que el comienzo del año lectivo está marcado por la “incertidumbre” tanto para docentes y funcionarios como para las familias.

Elbia Pereira, secretaria general de la federación, planteó que el sindicato tiene una postura contraria a la llamada Transformación Curricular Integral, tanto por su contenido como por la forma en la que fue implementada, debido a la escasa participación de docentes. Para fundamentar que esta reforma “no resuelve los problemas sustantivos de la educación”, Pereira habló de cinco ejes que sí deberían ser priorizados por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

En primer lugar, y en la misma línea de un reclamo histórico del sindicato, habló de la necesidad de que los niños tengan la posibilidad de pasar más tiempo en el centro educativo. Si bien dijo que debe ser una política que dialogue con las familias, entendió que los cambios sociales que se han procesado en los últimos años a nivel social y familiar requieren la ampliación del tiempo pedagógico en las escuelas públicas, algo que no está siendo adecuadamente atendido por las actuales autoridades, consideró.

En suma, planteó que se requiere atender “necesidades puntuales” en el proceso educativo de las niñas y niños. Para ello, dijo que se debe “profundizar” el Programa de Maestros Comunitarios de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria, que, por el contrario, sufrió “recortes” en los últimos años, según denunció. Pereira también planteó la necesidad de ampliar la educación inicial y de que los centros educativos cuenten con más roles de apoyo a la labor docente, de forma de atender mejor las particularidades de los niños.

Desde la FUM también plantearon que se debe poner esfuerzos para garantizar la asistencia regular de los niños y niñas a las escuelas, y recordaron que durante la pandemia de covid-19 se definieron directrices por las que se dejó de obligar a las familias a enviar a los estudiantes a los centros educativos. Pereira reclamó que haya una política para “que las familias tomen conciencia de que realmente es importante asistir todos los días a la escuela” y que para los niños no es lo mismo asistir diariamente que hacerlo en forma esporádica.

Otro de los puntos que plantearon desde la FUM fue la profesionalización docente, que se está viendo afectada con la implementación de los cambios curriculares. Según detalló Pereira, el hecho de que se hayan diseñado sin la participación docente va en contra de que la reforma pueda llegar al aula. “No hay ninguna transformación posible si los docentes no están involucrados directamente en esos cambios; no hay nada que nos diga lo que tenemos que hacer si no estuvimos construyendo entre todas y todos ese quehacer, que va de la mano de nuestra profesión”, argumentó.

Finalmente, el sindicato reclama que exista una “mirada integral” del acto educativo, que vaya más allá de los conocimientos básicos que los niños deben adquirir y que también contemple a la educación física, las artes y los idiomas, áreas en las que no ven ninguna transformación. De hecho, y “más allá de titulares” de prensa, la FUM ve que los cambios que anuncian las autoridades políticas de la ANEP suponen muy poca novedad respecto de lo que se venía realizando en las aulas de las escuelas públicas uruguayas. La sindicalista dijo que “la responsabilidad de las maestras y maestros seguirá siendo trabajar con el mayor de los compromisos, como sabemos hacerlo y como nuestra profesión nos habilita”.

Consultada por la prensa, también se refirió a un comunicado público de la filial montevideana de la FUM, que el fin de semana habló de un inicio de clases “caótico”, en el que se reclamó por la asignación de más recursos presupuestales para infraestructura, grupos reducidos y más cargos docentes y de auxiliares, entre otros aspectos. Al respecto, Pereira sostuvo que, si bien en otras partes del país la situación puede ser otra, lo que plantea el comunicado se desprende de recorridas por cada una de las escuelas de la capital en las que se constató que se implementaron cambios en la forma de atender problemas edilicios y de infraestructura.