Mientras transcurría un paro de 24 horas de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), el lunes se dio una instancia tripartita de negociación entre el sindicato y la Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGETP) en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). El ámbito tripartito tuvo que ser convocado a pedido de Afutu, después de que la DGETP definiera dejar de llamar a ámbitos bipartitos en marzo.
Según explicó a la diaria Juan Pereyra, director general de UTU, ello tiene que ver con que en instancias anteriores de negociación consideró que filiales departamentales del sindicato, como Afutu Montevideo, han actuado en contra de los acuerdos alcanzados con las autoridades de Afutu a nivel nacional. Si bien dijo no querer inmiscuirse en la interna sindical, lamentó que “hace casi dos años que estamos estancados en lo mismo”.
“A veces nosotros lo dejamos correr, seguimos, acordamos y la situación sigue incambiada; llega un momento en que uno dice: bueno, yo tengo la obligación de dirigir la UTU y en estas condiciones es difícil, cuando se llega a un acuerdo y una parte no lo cumple”, señaló. En esa línea, dijo que el hecho de que la DGETP haya aceptado concurrir a la negociación pese a que el sindicato haya definido realizar un paro ese día debe ser leído como una señal de acercamiento de las autoridades. “No quisimos agregar un tema de conflicto más”, resumió el director general.
Sin embargo, desde Afutu tienen una visión diametralmente opuesta a la de Pereyra, ya que entienden que desde el organismo no existe ninguna voluntad de negociar y, por el contrario, se está apelando a “un juego de desgaste”, según explicó a la diaria Ana Borges, presidenta del sindicato. Precisamente, planteó que dicha falta de voluntad es la que ha generado que el sindicato y algunas de sus filiales hayan tomado medidas de lucha en los últimos meses.
Para ilustrar la situación, Borges se refirió a lo que pasó el lunes cuando, si bien Pereyra planteó que algunos de los reclamos de los trabajadores eran de recibo, “no hubo una instancia de sentarnos a pensar cómo destrabamos esta situación, ni siquiera frente a los mediadores del MTSS”. Al respecto, dijo que Afutu está “lejos de querer cogobernar la UTU”, pero desde el lugar de trabajadores organizados se sienten “suficientemente responsables como para poder dar información” de lo que ocurre en los centros educativos de ese subsistema.
Si bien se generó una nueva instancia tripartita para el 11 de mayo en el MTSS, Borges dijo estar convencida de que el resultado seguirá siendo el mismo, porque esa es la estrategia de las autoridades, según valoró. Al respecto, dijo que luego de recibir negativas por parte de la DGTEP “una y otra y otra vez”, los trabajadores organizados “no tienen otra opción” más que apelar a medidas de lucha para ser escuchados. En ese sentido, afirmó que los dirigentes sindicales no pueden evitar que “los compañeros reivindiquen o se pongan en plan de lucha, cuando salimos en la puerta del ministerio sin respuesta”.
Reclamos y reivindicaciones
Según explicó Borges, además de reuniones con agenda abierta, Afutu reclamaba la convocatoria a las reuniones bipartitas de salud laboral, que están previstas en la legislación vigente y no se llamaban desde diciembre. Entre los principales reclamos que Afutu realiza a la DGTEP en esta área está la necesidad de que el organismo se haga cargo del costo que tiene la cobertura de emergencias médicas de las escuelas técnicas, que actualmente recae en los trabajadores y las familias de los estudiantes. Sobre este tema, la sindicalista señaló que desde UTU les responden que está la opción de llamar una ambulancia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, a lo que respondió que “basta salirse dos centímetros del Centro de Montevideo” para ver que en algunos departamentos no hay ambulancias o las demoras son importantes.
En suma, reclaman la cobertura del Banco de Seguros del Estado (BSE) para accidentes laborales de los 16.000 trabajadores de UTU, ya que actualmente sólo están cubiertos los funcionarios considerados “de riesgo”, que son los choferes o los talleristas, pero siempre que se encuentren dentro del taller. Al respecto, explicó que si cualquier trabajador tiene un accidente por fuera de esas circunstancias, tiene que acudir a la atención que recibe en su prestador de salud, que es sensiblemente diferente a la que brinda el BSE.
Otro de los reclamos tiene que ver con lo que ocurre en los centros María Espínola, concretamente a la hora de implementar la alimentación. Si bien Borges señaló que “es verdad que en la mayoría de los casos es a través de viandas, incluso la manipulación de esas viandas no debe ser de los docentes ni de los directores ni de los adscriptos, sino que tiene que hacerlo personal capacitado”. Además, mencionó que en muchos de esos centros estudiantes y funcionarios comparten baños, situación que definió como “irregular”, y se preguntó si “estamos esperando que suceda algo para después denunciarlo”.
Finalmente, la DGETP anunció al sindicato la convocatoria a la bipartita de salud laboral el mismo lunes, luego de la reunión en el MTSS.