“Peleamos para que los estudiantes de todo el país tengan enseñanza de calidad: no de clase A para quienes pueden no trabajar y de clase B por la pantalla para quienes es lo único que tienen”, manifestó a la diaria Andrés Fernández, secretario de Comunicación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU).

La mirada desde la FEUU se enmarca en el reciente proyecto de ley presentado por el diputado del Partido Colorado, Felipe Schipani, que propone la creación de una universidad únicamente virtual, concretamente, la Universidad Virtual del Uruguay (UVU).

El proyecto aún está verde y permanece en la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes. De a poco, sin embargo, comienzan a aflorar adhesiones: según consignó Telenoche, tanto el expresidente José Mujica como el presidente actual de la República, Luis Lacalle Pou, ven a la iniciativa con buenos ojos. Y de hecho, informaron que hubo y habrá reuniones con ambos por separado al respecto, así como en los próximos días con los distintos partidos políticos.

Desde Cabildo Abierto (CA) y desde el Partido Nacional (PN) transmitieron a la diaria la misma posición y ven posible que el proyecto cuente con los votos necesarios para ser aprobado. Álvaro Dastugue, diputado por el PN e integrante de la Comisión de Educación y Cultura, afirmó que desde su fuerza política están “de acuerdo” con “la mirada general” del proyecto, que lo consideran “necesario” y que la semana próxima lo analizarán artículo por artículo. Según Dastugue, en el proyecto se plasman los reclamos y necesidades, sobre todo, del estudiantado del interior del país.

El diputado evaluó que la iniciativa puede ser aprobada en este período de gobierno, pero que, por una cuestión de tiempos, no cree que pueda entrar en esta Rendición de Cuentas. Por esa razón, considera que en el período que viene, con la aplicación de un presupuesto para “que sea eficaz”, puede ponerse en marcha.

En CA están de acuerdo “en términos generales” con la educación a distancia, por lo que, según afirmó el diputado Sebastián Cal, el partido está “afín de poder trabajar este tema”, aunque todavía no han tratado el proyecto. “De las poquitas cosas buenas que nos dejó la pandemia es la educación a distancia” y “no podemos dejar caer eso”, esgrimió. De cara a la rendición, dijo que si “es un buen proyecto” puede llegar a discutirse a tiempo, ya que los proyectos sin presupuesto “no prosperan”.

Fortalecer lo que ya está

La Mesa Ejecutiva de la FEUU tiene “una opinión contraria” a la creación de la UVU. Así lo manifestó Fernández, quien dijo que el proyecto plantea “formas de pensar bastante ajenas a las tradiciones uruguayas, a la reforma de Córdoba y al movimiento estudiantil”. Para Fernández, la UVU podría entorpecer la vía de financiación de las universidades existentes, es decir, la Universidad de la República (Udelar) y la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), porque se propone el mismo camino para la obtención de recursos.

Por otro lado, resaltó que tanto la UTEC como la Udelar tienen varias carreras, cursos, especializaciones y posgrados que se dictan virtualmente, porque “entendieron que por su perfil podían hacerlo”. “No es un capricho, está estudiado lo que se puede hacer [virtualmente] y lo que no”, sentenció.

De forma similar se expresó el diputado por el Frente Amplio (FA) e integrante de la comisión Agustín Mazzini. “Entendemos que el camino es reforzar los esfuerzos de educación a distancia de las universidades públicas ya existentes, tanto la UTEC como la Udelar”, afirmó. Por otro lado, subrayó que el proyecto debería haber sido presentado a comienzos del período y descartó que pueda ser tratado en esta Rendición de Cuentas.

Al mismo tiempo, ambos admitieron que se recogen necesidades “que son reales”. Sin embargo, Fernández señaló que la UVU no es “un aporte de calidad” ni trae una “mejora” para la educación superior. Para la FEUU, la virtualidad es un buen “complemento”, pero creen en “una democratización de la enseñanza real” en la que el presupuesto pueda atender, por medio del Servicio Central de Bienestar Universitario, los gastos de traslado, alojamiento y alimentación.