A partir del año que viene la educación media superior tendrá nuevas propuestas de bachillerato, tanto en UTU como en secundaria, en el marco de la transformación curricular que promueve la Administración Nacional de Educación Pública. El jueves, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) del organismo, Robert Silva, presentó un documento preliminar con la propuesta en la que trabajaron equipos de las direcciones generales de Educación Secundaria y Técnico-Profesional, bajo la órbita de la Dirección Ejecutiva de Políticas Educativas.
La propuesta, que ahora será sometida a consulta, tiene el foco en que los estudiantes no deban volver atrás si desean cambiar de opción y, al mismo tiempo, que no tengan que tomar ese tipo de decisiones curriculares de forma tan temprana. Al igual que el resto de los cambios curriculares, la propuesta para bachillerato incluye una formación con enfoque competencial, que tiene las mismas diez competencias generales para UTU y secundaria.
Más allá de lo conceptual, luego de que días atrás hubiera circulado un primer borrador de los cambios proyectados, la discusión se enfocó en la presencia y la carga horaria de las distintas asignaturas, principalmente en secundaria, con relación al Plan Reformulación 2006 que se aplica en la mayoría de los liceos.
Con la propuesta preliminar a la vista, se observan pocos cambios en el diseño curricular para secundaria, con relación al primer borrador. En el caso del primer año de bachillerato –actual cuarto de liceo–, el documento preliminar reduce dos horas la carga horaria semanal, que se explican porque Astronomía pasa a ser optativa (ver Tabla 1).
Por su parte, los cambios curriculares para el segundo y tercer año de bachillerato –actuales quinto y sexto grado– se aplicarán en 2025 y en el documento aún no se establecen las cargas horarias de cada materia. Sí se plantea que las actuales orientaciones Biológica y Científica se fusionen en un trayecto de Ciencias y Tecnología, que Geografía deje de ser materia fija de Humanístico, ya que su equivalente, llamada Territorio Ambiente y Sociedad en el nuevo plan, pasa a ser optativa. La orientación Arte y Expresión es la que sufre más cambios en este grado: dejan de estar Historia del Arte, que queda con un único curso en sexto año, y Física, materia que en todo el bachillerato queda unida a Robótica, según el documento.
En tercero de bachillerato sí se abren trayectos más parecidos a las actuales opciones físico-matemático y ciencias biológicas: Ciencias y Tecnología –que no tiene horas de Química– y Ciencias de la Vida. Por su parte, desaparece la opción Matemática-diseño, aunque varias de sus materias se encuentran en el trayecto de Ciencias y Tecnología, a excepción de Historia del Arte y Matemática IV; también desaparece la opción Ciencias Agrarias.
De las actuales dos opciones en sexto año de la rama Humanístico (social económico y social-humanístico) pasa a haber una sola opción: Ciencias Sociales y Humanidades, que ya no tendrá ninguna Matemática ni Economía. En suma, la materia Administración y Contabilidad pasa a llamarse únicamente Administración y Derecho y Ciencia Política pasa a llamarse Derecho. Por su parte, en este nuevo trayecto se incorpora un curso de Estadística Aplicada.
Finalmente, la actual opción Arte y Expresión pasa a llamarse trayecto Creativo Artístico, que mantiene su estructura curricular, pero pierde la materia Lenguaje, Comunicación y Medios Audiovisuales. No obstante, la gran novedad de la propuesta es la creación de un trayecto general de salida, que como unidades curriculares específicas tiene a Administración y Emprendedurismo, Historia y Cultura, Comunicación y Ciencias de la Computación.
De esta manera, secundaria pasa de tener siete opciones diversificadas a cinco trayectos de salida. Por su parte, en el caso de UTU pasará a tener 12 ofertas de bachillerato tecnológico, que se organizan en tres áreas de conocimiento (ver gráfico). Según explicó Silva, se agrupan algunas de las más de 20 formaciones existentes en este momento, pero también se crean ofertas nuevas, como el bachillerato en Asistencia Comunitaria y en Salud.
Diseño curricular y aprendizajes
Sobre la creación de un bachillerato general en secundaria, Silva valoró que la propuesta curricular para ese trayecto se adecúa a lo que se pretende desde la ANEP, “sin perjuicio de que lógicamente se puede seguir avanzando a futuro”.
Consultado por la diaria, el profesor y actual directivo del Instituto Santa Elena Pablo Cayota valoró que la propuesta aprobada por el Codicen “de general tiene poco”, ya que las unidades curriculares que lo integran corresponden a distintas especificidades, sin “una concatenación muy clara” entre ellas. Si bien entendió que es bienvenido que haya un trayecto “habilitador” de la continuidad de estudios, desea “fervientemente” que esa opción no se convierta en el bachillerato “del que no sabe qué hacer” ni que tampoco pase a ser considerada como “la opción fácil”. Cayota bregó por que haya una profundización del vínculo entre las distintas universidades y las opciones de salida del bachillerato, ya que ningún cambio tiene sentido si las instituciones terciarias después “hacen lo que les parece”.
Consultado sobre la visión más general del documento, Cayota valoró positivamente la navegabilidad y la elegibilidad que se propone, igual que el hecho de “simplificar” las opciones de salida de la educación media. No obstante, entendió que esas medidas sirven para facilitar el tránsito y el egreso, pero no garantizan una mejora en los aprendizajes, lo que es necesario para garantizar el efectivo cumplimiento del derecho a la educación.
Sobre la transformación curricular en curso, señaló que “no hay todavía elementos suficientes como para decir que hay una estrategia que impacte en la mejora de los aprendizajes”. Al respecto, dijo que una mejora de ese tipo “es un proceso largo y complejo, que necesita mucho tiempo, mucha inversión, formación y revisión de prácticas”.
Elecciones y acompañamientos
El presidente del Codicen también anunció que habrá un “incremento de las horas de acompañamiento y de tutorías académicas para los estudiantes de bachillerato”. Silva dijo que desde Secundaria ya se viene realizando, pero que en UTU se trabajará a partir de “cursos de nivelación” que permitirán que luego de cursar la profundización, el estudiante pueda hacer cualquiera de los espacios de especialización, sin necesidad de recursar materias.
En el documento se pone de manifiesto que en cada institución tiene lugar el Espacio de Acompañamiento y Orientación, y con el fin de mejorar “los aprendizajes y la toma de decisiones informada” de los estudiantes, condensa a “las diferentes figuras pedagógicas y los dispositivos que orientan y acompañan a los estudiantes en su trayectoria escolar”.
En ese marco es que transcurren talleres de orientación y construcción del camino educativo, para intentar ayudar en las elecciones del trayecto y que puedan hacerlo con la información suficiente mediante espacios de consultoría. Según el documento preliminar, los talleres están principalmente diseñados para los estudiantes de primer año de media superior, durante un ciclo preceptivo en conjunto con los docentes de los cursos.
A su vez, hay un ciclo de talleres optativos para los estudiantes de educación media superior en general. La ANEP esgrimió que los talleres serán realizados por educadores sociales, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales, que serán escogidos a través de un llamado con un perfil abierto. Al respecto de las horas, se explica que se establecerán de acuerdo a los grupos de primero de educación media superior, el agregado de dos horas semanales mensuales por grupo y también una hora de coordinación.
Por su parte, sobre los cursos optativos, Silva señaló que en el caso de secundaria habrá tantas unidades curriculares de ese tipo “como grupos existan” en cada liceo. Por lo tanto, todas las opciones no necesariamente estarán disponibles en todos los centros educativos. Al respecto, desde la ANEP esperan con expectativa la definición de la Rendición de Cuentas, ya que podría brindar más recursos para modificar ese esquema.
Falta de continuidad
Hasta ahora, de primero a cuarto año de secundaria Educación Física es una asignatura obligatoria. La reforma plantea que en el primer año de bachillerato la materia pase a ser optativa, más allá de que en el trayecto obligatorio está la unidad curricular Prácticas Corporales y Arte, que puede ser dictada por profesores de Educación Física y tiene una carga de dos horas semanales. Por otro lado, en ese mismo año se propone otra materia opcional relacionada: Salud y Recreación.
Prácticas Corporales y Arte sería la única unidad curricular con ese nombre en los seis años de la trayectoria educativa. En segundo de bachillerato, donde actualmente la educación física no tiene presencia, el borrador la incorpora como un espacio curricular optativo. Finalmente, la asignatura no está prevista en el último año.
Paola Dogliotti coordina actualmente el Observatorio de Derecho a la Educación de la Universidad de la República y fue directora del Instituto Superior de Educación Física (ISEF). En diálogo con la diaria, aseguró que el ISEF, como institución que aborda la educación física y forma a los docentes, “no ha sido consultada para el pienso y elaboración” de la propuesta de reforma de los bachilleratos. “Es una cuestión importante en lo que son las políticas educativas y articulación con los actores, porque es un debe, y en otros cambios curriculares se nos ha consultado”, aseguró.
A su vez, bajo la consideración de que el documento preliminar se compone de “titulares” y faltan especificaciones de, por ejemplo, a qué refieren exactamente con la unidad curricular Prácticas Corporales y Arte, Dogliotti analizó que se puede observar “un salpicón”, una “no continuidad”. La afirmación de la exdirectora del ISEF se debe a los cambios de nombre, que implican distintas “lógicas”, y también por el paso de la obligatoriedad a lo opcional, aunque admitió que “es rico, antes que nada”.
En cuanto a la incorporación de las Prácticas Corporales y Arte como obligatoria en primero de bachillerato, Dogliotti señaló dos variables: por un lado, dijo que puede ser una “novedad” pensar a la educación física desde un “lugar más amplio” y, por tanto, puede verse como “una apertura a incorporar otros aspectos a los tradicionales, enfocados en deportes, salud, biomédica, ejercicio físico”.
Sin embargo, también observó que puede significar un “desdibujamiento” de la “especificidad” de la unidad curricular. A su vez, explicó que en el último plan del ISEF se incorporó a las técnicas corporales y artísticas en uno de los cuatro trayectos educativos, titulado Educación Física y Prácticas Corporales, pero se preguntó si quienes cursaron los planes anteriores “están preparados para el dictado de esto”. “Hay que pensarlo y trabajar en la articulación interinstitucional para que sea provechoso”, concluyó, y agregó: “¿Cómo hacemos para preparar a los docentes para el dictado de esos componentes novedosos dentro del campo?”.
¿Filosofía cubierta?
Cayota planteó que la discusión que se generó en los últimos días en torno al primer documento borrador sirvió a las autoridades para incorporar algunos cambios, pese a que hayan calificado como “falso”. Uno de esos pocos cambios que aparece refiere a la asignatura Filosofía. Según planteó Silva, si bien la materia baja una hora semanal en primero de bachillerato, en ese año los profesores de esa asignatura podrán dar Argumentación y Debate. Además, fundamentó que la materia no desaparece del último año porque habrá un espacio para Epistemología. Al respecto, Cayota señaló que ambos cursos no son exactamente Filosofía, más allá de que comprenden aspectos que son de interés de esa disciplina. A su vez, consideró que Educación Física no puede ser una materia optativa en el primer año del tramo. Sobre la propuesta de Prácticas Corporales y Arte, señaló que no queda claro qué habrá en ese curso, y valoró que “parece una propuesta trasnochada de último momento” que se incluyó para que los profesores tengan horas para elegir.