El rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arim, y el vicerrector y decano de la Facultad de Química, Álvaro Mombrú, presentaron este jueves los resultados del estudio de viabilidad para la creación de un Instituto Nacional de Vacunas. El análisis lo financió el gobierno en la Rendición de Cuentas de 2021, cuando se le asignó una partida de siete millones de pesos por única vez.

La Udelar propone instalar una planta con una capacidad de producción de tres millones y medio de dosis al año, “que es un número razonable para un país como Uruguay”, indicó Mombrú, y explicó que se tuvo en cuenta para esa previsión “que más cantidad implicaría aumentar las capacidades, el metraje, los costos y la viabilidad”. Esta planta llevaría entre 24 y 36 meses de construcción, una vez conseguidos los fondos, con un costo total que asciende a 29.415.000 dólares, para un área de 3.115 metros cuadrados.

Mombrú destacó que se trata de un proyecto rentable, tanto en términos de “aspectos sociales de retorno” como de “negocio”. Asimismo, hizo hincapié en sus beneficios, entre los que destacó el aumento de las capacidades del país “para enfrentar todo tipo de situaciones sanitarias que se puedan dar”; “contar de forma soberana con conocimiento y su aplicación” y “con recursos humanos altamente calificados” y analizar vacunas y otros productos biotecnológicos importados. “La idea es que el instituto tenga la dualidad y la posibilidad de trabajar en humano y veterinario, teniendo en cuenta las características de un país como el nuestro”, añadió.

Sobre el tipo de vacunas que se producirán en esa planta, Mombrú explicó que no se pudo establecer con precisión porque hay “un horizonte de cinco o seis años hasta que pueda estar funcionando”, pero sí se definieron “dos tecnologías que serían factibles de realizar por el instituto: ARN mensajero y proteínas recombinantes”.

Si bien el nombre propuesto para la institución se enfoca en la “producción a gran escala de vacunas”, el vicerrector de la Udelar indicó que el proyecto también abarca la producción de medicamentos de alto costo, “porque las instalaciones, la infraestructura requerida en los dos casos, es muy similar”.

En cuanto a los beneficios económicos, señaló que “apalancaría la industria biotecnológica y farmacéutica nacional”, atraería inversiones y aumentaría la demanda de recursos humanos y las exportaciones, con un beneficio total anual estimado de 16.579.486 dólares. Entre otros puntos, apuntó que la creación de esta institución “tendría que venir de la mano de la creación de una agencia reguladora o de vigilancia sanitaria”.

Optimismo

Por su parte, Arim recordó que la iniciativa de estudiar este camino surgió en el contexto de la pandemia del coronavirus, donde se evidenció “la necesidad de construir plataformas de investigación y de articulación de la investigación con la producción de biotecnología”, que ya es “parte constitutiva de las agendas de políticas públicas en muchas latitudes del mundo y en la región”. “Uruguay, entendíamos desde la Udelar, tenía que ser parte de ese diálogo”, afirmó el rector, y destacó que “Uruguay sigue teniendo un problema severo en la diversificación de sus plataformas de inserción de aquellas y aquellos que se forman a alto nivel para generar conocimiento a nivel nacional”.

Asimismo, Arim llamó la atención sobre el nombre del instituto: “Estamos hablando de un instituto nacional, no un instituto universitario”, porque “la propuesta no es que se financie a la Udelar construyendo un instituto; es, en todo caso, para que busquemos la manera de hacer viable un proyecto, que tiene costos razonables, donde la universidad va a ser un socio importante pero no tiene ninguna pretensión de ser quien administre y gestione cotidianamente esta institucionalidad”, aseguró.

Finalmente, Arim señaló que el lunes de esta semana se entregó el proyecto al ministro de Industria, Omar Paganini, “quien manifestó interés en la propuesta”. Ahora, los legisladores –que fueron quienes votaron afirmativamente el financiamiento– recibirán los informes. “Somos muy optimistas y quedamos muy entusiasmados”, concluyó Mombrú.