Hace diez años que, con el impulso de la iglesia católica de Montevideo, la Fundación Sophia existe en Uruguay. Su vocera, Verónica Assandri, explicó a la diaria que la fundación nació con el fin de “acompañar a colegios católicos frágiles, en situación económica muy débil” y, en ese marco, “acompañarlos en la búsqueda de lograr ser autosustentables, es decir, que puedan encontrar un modelo viable para que logren eso”. Con el paso de los años se fueron sumando colegios y, en la actualidad, son 34 en todo el país los que son apoyados por la fundación.
Sin embargo, recientemente la institución comunicó que cinco colegios que cuentan con su apoyo lo tendrán hasta el 31 de diciembre. Después de esa fecha, si ninguna cooperativa, fundación, grupo de familias u otro actor se hace cargo de la gestión del centro para que la fundación haga un traslado, cerrarán para el próximo año lectivo.
En Montevideo, el colegio Cristo Divino Obrero, ubicado en Gruta de Lourdes, es el único que cerrará. En el interior dejarán de funcionar el colegio Sagrado Corazón de Jesús en Rosario, Colonia; el colegio San José, en Migues, Canelones; el colegio Virgen de las Flores, en Floresta Norte, Canelones, y el colegio María Auxiliadora, en Lascano, Rocha. El único de estos proyectos que continuará vinculado a la fundación a partir del año próximo es el colegio San José, ya que, según explicó Assandri, continuarán con un club de niños que tiene el colegio y funciona a contraturno de las clases.
“La baja natalidad afecta a todo el sistema educativo, cada vez hay menos ingresos en los grados más bajos y en algunas zonas la escuela pública es más fuerte, porque la propuesta es de ocho horas y las familias lo prefieren”, manifestó la vocera de la fundación como una de las explicaciones de las problemáticas que llevan a la decisión de cerrar los cinco colegios.
En ese contexto, aclaró que en las instituciones educativas que pertenecen a la Fundación Sophia las familias hacen un aporte, y también muchos estudiantes son becados o tienen un “padrino” que aporta gran parte de la cuota. Por tanto, explicó que “el proyecto depende de donaciones y donantes que puedan acompañar el proyecto y sostenerlo”. No obstante, subrayó que luego de la pandemia se “ha hecho mucho más difícil sostener el déficit acumulado”.
De esta manera, puntualizó en los principales motivos que llevaron al cierre: por un lado, aseguró que debido al “volumen” de colegios que tienen, dependen de las donaciones y consideró que “es difícil sostener después de tantos años”. “En estos colegios en concreto no hemos logrado mejorar su propia economía”, explicó la vocera, y mencionó que han tratado de mantener los costos y que las familias no necesariamente paguen todo.
En los demás colegios que sí continuarán bajo la órbita de la fundación la situación es distinta, porque algunos “han logrado el equilibrio o están muy próximos”, tienen “uno o más volumen de donantes”, y además, se suman variables de “posibilidad de crecimiento de la población en la localidad”, detalló.
“Para nosotros esto es realmente difícil, son decisiones que nunca imaginamos estar tomando, porque nacimos para rescatarlos, sostenerlos y hacerlos viables, entonces, es como una renuncia a nuestro propio objetivo, pero también tenemos mucha esperanza de seguir apostando a futuro por los que quedan”, manifestó Assandri.
Por otro lado, planteó que el hecho de que la Fundación Sophia “no pueda, no significa que no puedan otros”. En ese sentido, dijo que varias familias, sobre todo del interior, “están buscando alternativas”, ya que si bien se brinda la posibilidad de que los alumnos se sumen a otros colegios de la fundación, con el mismo costo, en la mayoría de los casos las distancias son lejanas al centro actual. A su vez, aseguró que en caso de que efectivamente los colegios cierren, la fundación se hará cargo de las indemnizaciones correspondientes.
Sintep manifestó preocupación por el cierre de los colegios
“Para el sindicato es de preocupación el cierre de estas instituciones: siempre que hay un cierre hay destrucción de fuentes laborales y también dificultades para los estudiantes y familias que ven de alguna manera cercenado su derecho a una continuidad educativa en las instituciones a las que están asistiendo. Por tanto, es un problema para los estudiantes, las familias y la comunidad en su conjunto”, afirmó a la diaria Pablo Abisab, secretario general del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Privada (Sintep).
De forma más general, dijo que hay “elementos de problemas más estructurales” en los colegios privados vinculados a la “falta de controles del Estado sobre cómo funcionan los institutos habilitados”. Además, dijo que sucede que “cierran estas instituciones cuando ya no hay nada para hacer, porque no hay control del Estado y no se puede prever”.
A propósito, dijo que desde el sindicato ya tuvieron contacto con la fundación y aseguró que probablemente la semana próxima tendrán una reunión, en particular, para negociar sobre la situación del colegio de Montevideo, que es el único donde hay docentes sindicalizados.
La intención del Sintep, de acuerdo a Abisab, es tener la instancia bipartita para “garantizar el cobro de todos los créditos laborales y ver si hay condiciones para la reinserción y que no se pierdan todos los puestos de trabajo”. Sin embargo, dijo que ve “difícil” esa posibilidad, de acuerdo a lo ya conversado con los trabajadores y la fundación. En tanto, antes de la instancia con la Fundación Sophia, se reunirán este martes con los trabajadores del centro educativo.