En menos de un mes, el año lectivo comenzará en todos los subsistemas. Si bien algunos sindicatos han puesto en duda que el inicio de los cursos se logre en todos los niveles el 4 de marzo, según lo definido por el Consejo Directivo Central (Codicen), hasta el momento no hay un anuncio oficial que diga lo contrario ni tampoco el organismo ha vuelto a tratar el tema.

Mientras tanto, en la oficina de Políticas Educativas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) están con los últimos aprontes para la implementación de la Transformación Curricular en primero de bachillerato –hasta ahora cuarto año– y en tercero, cuarto, quinto y sexto de Primaria. Con esta nueva aplicación, la Educación Básica Integrada, que va desde la educación inicial hasta noveno grado, quedará totalmente regida por la reforma educativa de la ANEP.

Adriana Aristimuño, directora de Políticas Educativas de la Administración, especificó a la diaria los cambios más importantes que se plasmarán este año: “Continuamos con cambios en la evaluación”, dijo, en relación con consecuencias de la desaparición de la repetición en algunos grados o el trabajo por tramo, “que también cambia bastante la perspectiva de preparación de los cursos y el seguimiento de la trayectoria de los estudiantes”. Según la jerarca, se apunta a “considerar el ritmo de aprendizaje del estudiante, que es algo distinto que por grado”, como viene ocurriendo desde hace años. En consecuencia, afirmó que “los acompañamientos se vuelven también sumamente relevantes, porque es la contracara de haber quitado la repetición”.

En relación, Aristimuño señaló que en bachillerato se “incluyó un espacio de acompañamiento y orientación, donde se van a ubicar todas las figuras de acompañamiento y orientación que tienen los centros”. En Secundaria cumplirá esa función el Profesor Orientador Pedagógico (POP), que ya existía, pero con la transformación, según Aristimuño, “la novedad es que va a haber POP en absolutamente todos los liceos”.

En UTU la reforma incorpora nuevas figuras que cumplirán este rol, que se asemeja a la tarea del POP pero que, en este caso, “se refiere al vínculo con el trabajo”: el Coordinador Técnico Pedagógico. “Para estas figuras estamos destinando una importante cantidad de horas, justamente, porque son docentes que han optado por ese rol docente nuevo y van a estar en esos espacios atendiendo a los estudiantes, que puede ser que tengan dificultades de aprendizaje más clásicas, o necesidad de orientación en general, porque en UTU hay muchas orientaciones y opciones”, agregó la directora de Políticas Educativas.

“Ese espacio de unidad media superior se volverá relevante y lo importante es saber que forma parte del plan de estudios”, reafirmó. Por otro lado, dijo que este año están “trabajando fuerte con lo que son los equipos de implementación en territorio y poniendo más énfasis en el trabajo docente”. Sobre este último punto, señaló que elaboraron un material “que es un tríptico que te remite con links a todos los documentos curriculares y trae una especie de esquema de lo que es la elaboración de las metas de aprendizaje, que es lo que los docentes elaboran a partir de los programas”. De acuerdo con Aristimuño, el material ha tenido una buena respuesta por parte de los docentes, ya que se trata de “una herramienta que apoya su trabajo y clarifica la novedad de la transformación”.

Los centros y los docentes

La directora de Políticas Educativas manifestó que el “apoyo” a docentes de este año no solo está marcado por los materiales, sino también por los cursos que la ANEP dispuso como obligatorios para que los profesionales de la educación se zambullan en lo que implican los cambios.

Algunos de ellos se habilitaron en octubre de 2022 y se siguieron abriendo nuevas etapas hasta ahora. Aristimuño especificó que en Primaria más de 90% de las maestras y maestros conformaron el Mooc 1 y el 95% el Mooc 2, que fueron los cursos habilitados al inicio.

El último, que es el Mooc 5, se estableció hace alrededor de tres meses y, de acuerdo con la directora, en Primaria más del 50% de las maestras y maestros lo han completado. Este subsistema es el que ha tenido mayor porcentaje de adhesión. Según esbozó, en Secundaria y UTU los docentes que cursaron los primeros Mooc rondaron el 80 por ciento y en el último cerca del 50 por ciento, pero siempre una cantidad menor a la de Primaria.

Uno de los puntos que Aristimuño catalogó como relevante es la “autonomía” de los centros educativos y ciertas “matrices de gestión” de cada centro, para que “construyan su estrategia de implementación”. En ese sentido, dijo que uno de los cambios es que se pidió que de cada matriz “se reporte nada más que lo mínimo”, es decir, “las principales estrategias de acción, evaluación y seguimiento para el año”. Según la directora, se trata de “no sobrecargar el trabajo docente”, contrariamente a lo que muchos docentes han manifestado: que la nueva forma de registrar peca de compleja.

Por otro lado, desde el año pasado rige la posibilidad de que cada escuela, liceo o UTU priorice las competencias a abordar, en la línea de la “autonomía de los centros”. “Es uno de los espacios de autonomía que estamos pensando que puede favorecer el trabajo a nivel de centro”, aseguró Aristimuño. Para la directora, la autonomía es “una de las cosas que funciona mejor, no solamente en el sentido de la gestión, sino que hace que las personas que trabajan en el centro lo hagan mejor, apropiándose del proyecto, con más motivación e interés”. Asimismo, señaló que esto permite crear “una cultura de trabajo compartido” y una “continuidad, porque este año los centros que eligieron algunas competencias el año pasado pueden seguir con las mismas, profundizarlas, o cambiar, y eso creemos que es muy interesante”.

Desafíos

De cara al inicio del año lectivo hay un desafío claro para la directora de Políticas Educativas: la implementación de la transformación curricular en el primer año de bachillerato. Según consideró, es en ese tramo “donde puede ser que haya un nivel de no adhesión mayor” y, por tanto, es donde están “pendientes de llegar a los centros de manera fluida, que los docentes que sí quieren la transformación puedan trabajar de manera armónica y que nuestras estrategias de apoyo a la implementación funcionen y bien”.

Para eso, el año pasado realizaron unas encuestas a docentes que se repitieron cada dos meses y algunos grupos de discusión a través de una consultora, que les brindó “muchos elementos de cómo va la cosa, muy directa, de primera mano”, detalló la jerarca. “Esos elementos los estamos poniendo en marcha ahora; estamos monitoreando siempre lo más cercanamente en tiempo real para ir introduciendo nuevas estrategias e iniciativas”, dijo.

Una de las cosas que emergió de los resultados es que “los docentes sienten que hicieron un trabajo fenomenal, que fue complejo, pero que tienen la sensación de que fue una prueba superada”. Para Aristimuño, eso significa que “aprendieron, se apropiaron, que para este año se sienten mejor posicionados y que la mayoría de los docentes quieren continuar”.

Por otro lado, también visualizó como parte de los desafíos que haya “una buena implementación en Primaria para completar los programas, que realmente son muy buenos”. Según explicó, hay un énfasis en “los talleres de ciencia, porque esta transformación le da mucha importancia al tema STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemática]”.

Además de la implementación, Aristimuño manifestó que prevén dejar pronto este año “un sistema de monitoreo del currículo”, que quede implementado “para el futuro”, independientemente del currículo que se establezca. En resumen, el sistema sería “un diálogo entre lo que se implementa y lo que las unidades técnicas pueden hacer para mejorarlo”.

Por último, también pretenden “dejar consolidados los centros María Espínola, que están dando muy buenos resultados en muchos aspectos”, y también “dejar formados a todos los directores e inspectores del sistema, en cursos de una carga horaria de 250 horas”. Consultada sobre la posible afectación en la implementación de la reforma debido al retraso en la elección de horas, Aristimuño dijo: “Esperamos que no. Salió un comunicado de que está peor que el año pasado, eso se nota en las cifras, pero va a bastante buen ritmo”.