Al inicio del período de gestión de Silvana Pissano como alcaldesa del Municipio B surgió la iniciativa de realizar una “audioguía de las memorias”. Esa idea inicial se transformó en la colocación de placas interactivas que, luego de una investigación territorial y con base en las leyes que habilitan la intervención de espacios, se condensaron en cuatro bloques de recorridas por las calles de Montevideo que pertenecen al municipio.
“Memoria militante” es uno de ellos. Se trata de la colocación de placas en sitios cercanos o exactos en los que, en los años previos o durante la dictadura, asesinaron o detuvieron y luego desaparecieron a militantes políticos. Este recorrido se compone de 16 placas con 18 personas que fueron a asesinadas o detenidas desaparecidas en el marco del terrorismo de Estado.
Así lo explicó a la diaria uno de los representantes del Municipio B que este lunes presentó el recorrido ante integrantes de gremios estudiantiles de Secundaria y de la Universidad de la República (Udelar), y el colectivo Jóvenes por la Memoria, entre otros presentes. Justamente, el municipio convocó a la actividad en el marco del Día de las y los Mártires Estudiantiles.
El punto de partida fue en Arenal Grande y Eduardo Víctor Haedo, en el Instituto de Enseñanza de la Construcción, donde fue asesinado por la Policía el militante anarquista Hebert Nieto y se colocó una placa en su memoria. En la segunda parada no había placa, pero se vinculaba directamente con el foco del encuentro: el Espacio Mártires Estudiantiles, en la avenida Rivera y Jackson, desde donde todos los 20 de mayo sale la Marcha del Silencio. La convocatoria continuó en el callejón de la Udelar, donde está colocada la placa sobre los universitarios e integrantes de la Unión de la Juventud Comunista Susana Pintos y Hugo de los Santos, ambos asesinados en una protesta callejera en 1968. Finalmente, el cierre fue en Eduardo Acevedo y Durazno, donde fue detenida la profesora Nibia Sabalsagaray, también comunista.
Todas se componen de una ilustración que representa a cada uno de los militantes, acompañada por una frase y un código QR que dirige al audioguía de las memorias, escritas y grabadas por integrantes del colectivo Jóvenes por la Memoria. En el recorrido, tres de sus integrantes y exintegrantes que dieron voz a cada una de las historias, compartieron sus reflexiones: Mariano Portugau, Elisa Giovanoni y Gabriela Betancour Curutchet –esta última, prima de Sabalsagaray–.
Portugau explicó uno de los puntos, que condensa una de las ideas centrales del colectivo: “Lo que motivó o transversalizó la concreción de nuestras placas fue rescatar la dimensión humana, desligarnos de esta cuestión mítica o de hito de que eran mártires; era una persona que murió luchando, el eterno símbolo de la resistencia, pero entender también que eran como todos nosotros, humanos, y que no pidió que lo mataran por la lucha; que lo mataron, pero que no fue algo que ansiaba”.
El representante del municipio, por su parte, resumió que “el valor clave” de la iniciativa “es que dialogue con el presente en clave de derechos humanos, poder dialogar con estudiantes de hoy de cómo transitan estas historias y cómo resignifican los espacios, que muchas veces son los mismos”.
¿Qué piensan los propios estudiantes?
En diálogo con la diaria, Julia Rodríguez, integrante del Centro de Estudiantes de Información y Comunicación y de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, opinó que la actividad fue “muy movilizadora” porque “cuando uno ve materializado en las calles o puede visualizar que fueron los hechos que ocurrieron en el lugar físico, le da otra dimensión y puede sensibilizarse y entender desde otro lugar”.
Asimismo, señaló que “en el marco del 14 de agosto, como movimiento estudiantil y desde los distintos centros o gremios estuvieron haciendo otro tipo de actividades”. “Es un lindo conjunto de preparación previa para seguir construyendo la memoria”, aseguró.
En tanto, un miembro del Gremio Estudiantil del Liceo Zorrilla y de los Gremios Estudiantiles de Secundaria manifestó que “en el marco de la quincena, en la que el movimiento estudiantil siempre busca encontrarse a sí mismo, tanto en sus definiciones políticas como en su historia y en quienes han conformado lo que hoy es, se trata de una actividad muy importante: ver que eran personas y que tenían todas las dimensiones de una persona, que concurrían a su centro de estudios y formaban parte de sus organizaciones estudiantiles; entender al mártir en todas sus dimensiones me parece que es algo muy positivo”.
Asimismo, destacó que se muestre a los mártires “en la ciudad, porque nos demuestra que al final caminan por las mismas calles que nosotros, hacen la marcha por las mismas calles que nosotros, y entonces es muy significativo porque defendemos sus mismas banderas”.
También estuvo presente Gerónimo Sena, integrante del Gremio Estudiantil del Liceo IAVA. En conversación con la diaria, esgrimió que “la humanización de los mártires estudiantiles es genial porque esa personificación que se les da como seres humanos que fueron y que lastimosamente hoy no son más, pero siguen siendo, es clave”. “Nosotros lo vemos tan lejano, pero para mí, que nací en 2006 y ahora estamos en la puerta donde secuestraron a Nibia, la siento como si fuese una hermana”.
El estudiante también se refirió al 14 de agosto y aseguró que “estas fechas son para reivindicar un poco más la verdad, la memoria y la justicia. Esta vez toca con los mártires estudiantiles, compañeros de la educación”, y agregó: “Caminan para que nosotros el día de hoy podamos correr, y es muy importante mantenerlos vivos en la memoria porque no queremos volver a repetirlas”.