Después de que la semana pasada una madre agrediera físicamente a la directora y subdirectora de una escuela en La Paz, Canelones, este miércoles se registró una nueva agresión, ahora en Montevideo. Por la gravedad del episodio, desde la filial montevideana de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) señalaron que se trata de “un punto de inflexión” en este tipo de agresiones.

Además de algunas maestras, también fueron víctimas de la agresión los propios escolares del centro educativo y sus familiares, a lo que se suma que se trató de un episodio planificado previamente. Según pudo reconstruir la diaria, una niña que tenía conflictos con otra faltó a clase y, al final del turno matutino de este miércoles, fue llevada a la escuela por su madre y por un grupo de diez personas, que ingresaron directamente a agredir a los niños que estuvieron involucrados en el conflicto y también a quienes intentaran evitarlo.

Si bien se generó un cordón humano de maestras y familiares para evitar la agresión, ello no fue posible y también se registraron distintos tipos de amenazas.

Ante lo ocurrido, Ademu Montevideo activa automáticamente un paro de 24 horas para el día siguiente, por lo que este jueves esa medida se tomará en escuelas y jardines públicos de la capital. Además, el sindicato mantendrá una reunión con autoridades de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) y realizará una asamblea para analizar la situación. En particular, solicitarán que, luego del paro, el viernes no haya clases en la Escuela 123, principalmente por la afección emocional que la agresión implicó para la comunidad educativa.

Paola López, secretaria general de Ademu Montevideo, realizó una conferencia de prensa en la que consideró que “las condiciones laborales y de aprendizaje para todos los niños y niñas que concurren a esa escuela no están garantizadas” ni el jueves ni el viernes. En ese sentido, planteó la preocupación del colectivo acerca de cómo continuará la situación en el centro educativo, enmarcado “en un contexto barrial complejo”. Según puntualizó, al colectivo le preocupa especialmente la situación de las familias que viven en la zona y que quedaron con miedo a raíz de lo sucedido.

“La escuela sola no puede, acá hay responsabilidades de políticas estatales de larga data, hay cuestiones de seguridad que competen al Ministerio del Interior. Cuando una escuela llama al 911 y manifiesta la necesidad de que asistan al centro educativo tiene que ser emergencia, tiene que ser prioridad, tiene que ser una actuación que acompañe, que solucione y que dé seguridad a todas las partes involucradas”, dijo López, en referencia a que los móviles policiales que acudieron a la escuela implicada demoraron varios minutos en llegar. En esa línea, agregó que en el centro educativo ya se venía trabajando para mejorar la convivencia desde hacía algunos días, pero lo ocurrido este miércoles es una demostración de que la DGEIP tiene limitantes a la hora de intervenir en algunas situaciones.

La integrante de Ademu Montevideo consideró que, más allá de la gravedad de la agresión múltiple, principalmente por su grado de planificación previa y por las lesiones generadas en maestras, niños y familiares, las consecuencias podían haber sido incluso peor. Por ello, señaló que la medida de este jueves “no es cualquier paralización”, ya que lo sucedido al mediodía en la Escuela 123 “va más allá” de los otros episodios de agresión registrados hasta ahora.