Los estudiantes nacidos en el extranjero anotados en escuelas públicas uruguayas crecieron casi 37% entre 2018 y 2023. Si bien todavía no tienen un peso importante en la matrícula de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), con 2% del total de niños en educación inicial y primaria, dicho porcentaje viene creciendo desde 2018, cuando fue de 1,4%.
La información se explica en el informe Inmigrantes en la educación inicial y primaria pública uruguaya 2024, elaborado por el equipo a cargo del Monitor Educativo de la DGEIP y que tuvo como responsable a Tania Biramontes, técnica del Departamento de Investigación y Estadística Educativa de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
Según se especifica, las inscripciones de niños migrantes pasaron de 4.746 en 2018 a 6.492 en 2021 y en todos los años se registra un crecimiento, a excepción de 2021, lo que se atribuye a las restricciones de ingreso al país en el marco de la pandemia de covid-19.
Al respecto, se especifica que, tanto en inicial como en primaria, el porcentaje de estudiantes migrantes aumenta en la medida en que se incrementan los grados de primaria: “Mientras que en 3 años de educación inicial la incidencia de la inmigración se ubicó en 2023 en 1,6%, en nivel 5 lo hizo en 2%. En educación primaria, en tanto, la incidencia se incrementa entre 2° y 6°, de 1,7% a 2,4%”, señala.
También se analiza la matriculación de los estudiantes nacidos en el extranjero según el tipo de escuela y se señala que tiene una mayor incidencia en centros de tiempo extendido (3,4%), urbanas comunes (2,7%) y de tiempo completo (2,4%). Del otro lado, en escuelas Aprender sólo 1,2% de los niños son migrantes. Si se compara la población inmigrante con la nativa, 31,3% de los inmigrantes asiste a escuelas o jardines de infantes con extensión del tiempo pedagógico, cifra que baja a 23,7% entre los nacidos en Uruguay.
El informe señala que “varios estudios estiman para Uruguay una mayor tasa de actividad laboral de los inmigrantes recientes respecto a los nacionales” y que ello podría implicar la necesidad de mayor cobertura horaria de la escuela para los migrantes. No obstante, se aclara que “no se ha analizado la inserción en el mercado laboral de los padres de los estudiantes matriculados en educación inicial y primaria” y que, por tanto, no se puede llegar a conclusiones sobre el tema.
Los datos también se cruzan con el contexto sociocultural de la escuela y muestran una mayor participación de estudiantes inmigrantes en los quintiles más altos de ingresos: en el quintil 1 representan el 1% de la matrícula, cifra que en el quintil 5 sube a 2,7%. No obstante, se constataron diferencias según el país de origen. Mientras que sólo 16% de los migrantes provenientes de España y Estados Unidos se ubican en los contextos socioculturales desfavorables, 30,5% de quienes provienen de países caribeños concurren a centros de quintiles 1 y 2.
En la discriminación por departamentos, se constata una importante presencia de los niños nacidos en el exterior en Montevideo. Mientras que en la población nativa la matriculación en escuelas de Montevideo fue de 31% en 2023, en el caso de los migrantes fue de 57,2%, porcentaje que ha ido en aumento desde 2018. La capital es el departamento donde está el mayor número de inmigrantes –3.233– y donde tienen una mayor incidencia en la matrícula de la DGEIP –3,1%–, seguido por Rocha, Rivera y Maldonado –con entre 2% y 2,5% de la matrícula–.
Caída de orígenes de retorno y fuerte aumento de “nuevos orígenes latinoamericanos”
En total, el informe da cuenta de 64 países de origen de los niños. Los diez con mayor participación son Venezuela (1.776), Cuba (1.541), Argentina (1.013), Brasil (739), España (225), Colombia (187), República Dominicana (184), Perú (166), Chile (92) y Estados Unidos (85). En total, de esos diez países provienen 95,5% del total de los estudiantes migrantes. En comparación con 2018, en 2023 se constató un aumento considerable de la matrícula de niños nacidos en Cuba –se multiplicó por siete–, Colombia –240% más– y Venezuela –aumentó 147%–. En tanto, se muestra que la procedencia de Perú y República Dominicana se incrementó de forma moderada –44,3% y 30,5% respectivamente–, mientras que Argentina y Brasil aumentaron levemente –14,3% y 12,7%–. Por su parte, la presencia de algunos países que tradicionalmente tenían una marcada participación en la matrícula bajó, como el caso de España –76,7% menos– y de Estados Unidos –81,8% menos–.
Precisamente, para un mejor análisis de los datos los países se agruparon en cuatro categorías: los “orígenes tradicionales”, que incluye a Argentina y Brasil, con los que “los flujos migratorios han sido una constante histórica”; los “orígenes de retorno”, que incluyen a España y Estados Unidos, desde donde muchas familias uruguayas han retornado al país; los “nuevos orígenes latinoamericanos”, que incluye a países latinoamericanos o caribeños, con la excepción de Argentina y Brasil, y la categoría “otros orígenes”.
“Si se compara 2018 con 2023 se constata una fuerte disminución de la prevalencia de orígenes de retorno (de 30,2% a 4,8%), un aumento de los nuevos orígenes latinoamericanos (de 31% a 64,2%) y una relativa estabilidad en los orígenes tradicionales (entorno al 30%)”, sostiene el informe al respecto.
Datos de desempeño académico
El informe elaborado por la ANEP también analiza el rendimiento académico de los estudiantes nacidos en otros países. Por ejemplo, se da cuenta de que, con 24%, los migrantes tienen un mayor porcentaje de extraedad que los niños nacidos en Uruguay, en quienes es de 16,2%. Al respecto, se agrega que “la brecha de extraedad entre nativos e inmigrantes ha ido en aumento”, ya que en 2018 estos últimos superaban a los nativos por 0,8 puntos porcentuales en materia de extraedad, diferencia que en 2023 fue de ocho puntos.
En 2023 la repetición en primaria mostró una baja significativa, entre otros aspectos por la implementación de la transformación curricular, que supuso la eliminación de la recursada en algunos grados. Si bien entre 2018 y 2023 la tasa de repetición disminuyó en ambos grupos, “en 2023 la repetición entre los inmigrantes duplicó a la de los nativos”, señala el informe.
En particular, se muestra que el quiebre se dio a partir de 2021, cuando “el porcentaje de repetición de los inmigrantes comenzó a superar ampliamente el de los nativos (6,8% frente a 4,4%), y en 2022 la brecha se amplió aún más”. De todas formas, se aclara que no es “una constante a lo largo de la serie” y por ello la diferencia “no se puede atribuir únicamente a la condición migratoria”. En ese sentido, se afirma que para comprender el fenómeno sería necesario “analizar el comportamiento de otras variables, como el perfil de origen de los inmigrantes y las respuestas de las instituciones educativas” a los cambios en los flujos migratorios.
En ese sentido, el informe analiza la repetición según los orígenes de los migrantes. Los estudiantes provenientes de países denominados “de retorno” –España y Estados Unidos– y los “tradicionales” –Argentina y Brasil– tienen una repetición de sólo 1,2%, “valor muy inferior al de los estudiantes inmigrantes y similar al de los nativos”. En cambio, los niños que provienen de los “nuevos orígenes” –países latinoamericanos y caribeños– tuvieron un nivel de repetición de 2,9%, es decir, 0,6 puntos porcentuales por encima del conjunto de los inmigrantes y casi tres veces más que los nacidos en Uruguay.
Además, se indica que en el caso de quienes provienen de nuevos orígenes la tasa de repetición comenzó a aumentar en 2021, de la misma forma que el promedio de los estudiantes migrantes. De hecho, se afirma que “este origen migratorio fue el único que incrementó ampliamente sus niveles de repetición” en la serie de años analizada, lo que, sumado a la incidencia de los migrantes de esos países, permite concluir que es lo que explica el aumento en la repetición del promedio de inmigrantes.
El estudio también releva que una constante en todo el período es que se registró “un mayor porcentaje de repetición en los inmigrantes matriculados por primera vez respecto a quienes ya se habían matriculado”. “Dependiendo del año, la brecha entre ambos grupos osciló entre 7,3 (2019) y 0,2 (2023) puntos porcentuales. Esta mayor prevalencia de la repetición entre los recién llegados sugiere dificultades específicas asociadas al año de ingreso al sistema”, se afirma. En particular, el informe señala que “es posible que se presenten dificultades relativas al ingreso en distintos momentos del período curricular o discontinuidades en los procesos educativos entre el país de origen y el país de destino”. Más allá de que la brecha se mantiene, entre 2019 y 2023 esta se redujo, tanto de forma absoluta como relativa.
Con relación a este tema, se aclara que “el efecto del momento de arribo sobre la repetición no se cumple en todas las procedencias”. En el caso de quienes provienen de Brasil y Argentina, “la repetición de los nuevos inmigrantes más que duplicó la de quienes ingresaron en años previos”, y el indicador se multiplicó por cinco para los recién retornados de España y Estados Unidos, con relación a quienes provenían desde esos destinos, pero habían retornado antes.
En tanto, para los inmigrantes de los nuevos orígenes latinoamericanos y de los otros orígenes, “la repetición entre los nuevos es algo menor que entre los que ingresaron en años previos”. “Si a esto le sumamos que los inmigrantes procedentes de nuevos orígenes latinoamericanos registran niveles de repetición sustantivamente más elevados que los demás inmigrantes, podemos identificar problemas en los resultados educativos vinculados al origen, que no parecen amortiguarse con el pasaje del tiempo”, se concluye.