Después de distintos problemas denunciados desde la Federación de Estudiantes Universitarios y una agrupación de becarios sobre el funcionamiento de los comedores universitarios, el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) tomó el tema en busca de llegar a soluciones de corto plazo.

En una de las primeras medidas tomadas bajo el rectorado de Héctor Cancela, el CDC encomendó a una comisión directiva ampliada del Servicio de Inclusión y Bienestar (SIB) de la Udelar, del que dependen los comedores, la elaboración de un informe con propuestas de mejora que pudieran implementarse sin presupuesto adicional, con el objetivo principal de que no se suspenda la entrega de alimentación a los estudiantes de la Udelar.

El martes, el CDC recibió el informe, acompañado de una resolución de la directiva ampliada del SIB en la que se deja constancia de una serie de acuerdos alcanzados. En dicho informe, al que tuvo acceso la diaria, se señala que han sido varios los motivos por los que en los últimos años se suspendió la entrega de platos de comida a los estudiantes, algo que ocurrió 21 veces en 2021, 30 veces en 2022, 68 en 2023, 16 en 2024 y en 31 oportunidades de lo que va de 2025. Según se especifica, entre los motivos aparecen paros de la Agremiación de Funcionarios Federados de la Udelar (Affur), del PIT-CNT, una medida gremial por la que los trabajadores no cocinan si en el comedor hay menos de nueve funcionarios y algunos problemas edilicios que se han reportado en distintos momentos.

Respecto a los motivos por los que ocurre el ausentismo de funcionarios, el informe señala que son variados y van desde faltas con o sin aviso hasta licencias médicas —algunas de ellas prolongadas—, reglamentarias y distintos beneficios sociales, como reducciones horarias. “El ausentismo promedio va de 17% al 31% entre marzo y julio de 2025, dependiendo del mes y del turno, sin tomar en consideración las medidas gremiales tomadas por los trabajadores”, señala el informe.

El documento también toma como referencia un asesoramiento de la Escuela de Nutrición de la Udelar respecto a la cantidad de platos que se pueden elaborar a partir de la cantidad de funcionarios con los que se cuenta. En ese sentido, se marca que “para la producción y servicio del menú general, con un patrón de cinco platos (sopa, plato principal, acompañamiento, ensalada y postre) con vajilla habitual para 300 comensales, se necesitan diez funcionarios”.

En el caso de los comedores de la Udelar, se informa que cuentan con una plantilla de 46 funcionarios y la cantidad de menús preparados viene en aumento en los últimos años, pero todavía con cifras inferiores a las de antes de la pandemia. Mientras que en 2019 se sirvieron 142.000 menús, al año siguiente la cifra cayó a 13.500, para registrar un sostenido ascenso en los años siguientes hasta llegar a 121.000 en 2024. Si se tiene en cuenta el promedio diario por funcionario, se señala que el número de menús efectivamente producidos por cada trabajador ha variado entre nueve y 15 por día, sin tener en cuenta los años de pandemia, cuando existió una baja en la demanda. Según se concluye, “la capacidad esperada potencial de producción por funcionario es de 30 menús, más del doble de lo que se produce actualmente”.

El asesoramiento técnico brindado por la Escuela de Nutrición también contempla la posibilidad de elaborar menús de emergencia ante situaciones puntuales generadas por el ausentismo de funcionarios. En ese caso, se marca que sería suficiente contar con seis trabajadores para la elaboración de 300 menús con sopa, plato principal, acompañamiento y postre.

El informe del SIB marca que, más allá de la caída de becas registrada en los años de emergencia sanitaria, la demanda de becas de alimentación se ha mantenido estable en la Udelar, con 3.259 becarios en 2024. Además, se marca que se han realizado encuestas de satisfacción con los becarios que el año pasado arrojaron 92% de respuestas positivas sobre el funcionamiento del servicio.

El documento también da cuenta de la existencia de “dificultades en la organización y en los procesos de trabajo, así como en el clima laboral” de los comedores, para lo que se solicitó la colaboración de las facultades de Psicología y Ciencias Económicas y Administración. A su vez, se detallan distintos problemas de infraestructura que en algunas oportunidades han ocasionado la suspensión del servicio y se detalla la situación del Comedor Universitario N° 1, ubicado en Cordón, que permanece cerrado desde el año 2019. En la sesión del CDC, la presidenta del SIB, Mercedes Pérez, sostuvo que es viable pensar en su reapertura para noviembre de este año.

Soluciones acordadas

Como forma de mejorar el servicio, los trabajadores de los comedores y el SIB han generado distintas instancias de intercambio y negociación, con acuerdos y desacuerdos. Respecto a esto, el informe señala que los trabajadores han rechazado propuestas sobre cambios en el horario de entrega de los platos de comida a los estudiantes, realización de horas extras según las necesidades del servicio y que se preparen viandas que permitan tanto su consumo en el comedor como la posibilidad de que sean retiradas por los becarios.

También se mencionan distintas acciones que el servicio viene tomando para cubrir el ausentismo, como cubrir las vacantes, la contratación de pasantes y la convocatoria a juntas médicas en los casos de ausencias prolongadas. Al respecto, Pérez informó al CDC que actualmente los comedores cuentan con dos cargos vacantes que están en proceso de ser completados.

Más allá de que las autoridades están a la espera de contar con un incremento presupuestal que permita realizar lo proyectado en el plan de desarrollo de la Udelar para el caso de los comedores, el CDC tomó conocimiento de una serie de acuerdos alcanzados en el marco de la Comisión Directiva ampliada del SIB, también con los trabajadores organizados. En ese sentido, se acordó solicitar a la respectiva comisión bipartita central de la Udelar la incorporación de las condiciones de trabajo de los funcionarios de comedores en el temario y que se continúe con el proceso de llenado de cargos vacantes. Mientras que ese proceso continúe, los funcionarios de los comedores acordaron no suspender el servicio por falta de personal.

Además, en el caso de que haya algún paro resuelto por Affur o por el PIT-CNT, se deberá informar a las autoridades 48 horas antes, de forma que se pueda implementar un “mecanismo de emergencia” que permita entregar una alternativa a los estudiantes. En estos casos, el SIB tiene prevista la posibilidad de transferir dinero a los becarios y también el de otorgar comida a través de las cantinas de alguna facultad.

En diálogo con la diaria, el rector de la Udelar valoró el acuerdo alcanzado, y dijo que es parte de “los procesos internos de la Udelar de mejoras continuas”, ya que “la institución revisa sus procedimientos y va realizando mejoras para el mayor cumplimiento de los objetivos”. Según completó, ello ocurre a través de la participación de todos los actores involucrados, lo que permite “avanzar colectivamente, respetando los distintos puntos de vista”.

En el CDC, el secretario general de Affur, Paul Schiera, también manifestó su satisfacción con el acuerdo y dijo que espera que las becas estudiantiles sean un tema sensible en el marco de los reclamos presupuestales de la institución. Schiera valoró el esfuerzo de todas las partes por llegar a un consenso, que no fue fácil de lograr, según planteó.